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Sí, sí, sí, pero en Tiffany's siempre hay más ambiente, entran 10 y salen 20». La tacada de anuncios que bramaba por la megafonía de Atotxa era extraordinaria, por lo menos cuando reparamos en ello lustros después. El mencionado era de los más impactantes, ... se colaba entre el de Euskalpiel (ante, napa, piel vuelta y peletería en general...), Parking Plaza de Catalunya o Mosto Eva (la bebida del deportista de Primera). El Tiffany's era una de las 24 salas de fiestas que llegó a haber en Donostia, ubicada en la calle Balleneros. Seguro que deparó noches de desenfreno y magia a muchos jóvenes de la época, aunque aún se desconoce por qué se doblaba el número de visitantes que franqueaban sus puertas. ¿Acaso eran Gremlins? ¿Se trasegaba tanto alcohol dentro que a uno le daba la impresión de salir multiplicado por dos? ¿O es que en ese lugar surgían numerosos romances y de éstos, vástagos que reproducían la especie? Quizá el 'entran 10 y salen 20' era un simple añadido que hacían los aficionados. Cosas de la memoria.
A la Real tampoco le salen las cuentas de LaLiga tras su derrota en Mestalla. 17 goles marcados en 20 partidos representan un balance raquítico para poder asomar entre los mejores. El equipo tiene un problema de gol que no ha resuelto Óskarsson -desafortunado frente al gol y en la asociación en Mestalla-, como tampoco lo hizo Sadiq. Jugadores que fueron fichados a cambio de 20 millones de euros y, que en el caso del nigeriano, puede salir por 10 en el improbable supuesto de que el Valencia ejecute su opción de compra. Entran 10 y salen 20.
Porque no han estado a la altura o porque el estilo les puede perjudicar -deben bajar a engrasar el juego y sacrificarse en la presión-, los delanteros centros no terminan de aportar lo suficiente en la Real. No obstante, poca culpa tienen de que con un dispositivo de tres centrales, dos laterales y un pivote defensivo como en Valencia, haya un lateral rival que pueda entrar sin oposición en el área y un delantero que remate a placer.
Desde antes del error que supuso el no fichaje definitivo de Sorloth en 2023 por la tibieza con la que se afrontó la operación, no ha sido la elección de un ariete goleador la decisión más acertada por parte de los responsables en la materia del club, aunque a Óskarsson todavía hay que darle tiempo para que adquiera la confianza necesaria para tomar mejores decisiones y combinar mejor con sus colegas. Hay tres arietes ligados al club con contratos extensos cedidos en otros tantos equipos y el que se quedó no ha podido rendir en media temporada, aunque quizá en ocasiones se le podía haber concedido algunos minutos más.
Era evidente que la Real, con el calendario tan endemoniado que le dibujaron, podía desplomarse en algún momento y lo hizo en cancha del colista, con un equipo plagado de inhabituales y un cambio de sistema que no pitó. Hay un 'once' inicial muy bonito, pero cuando es necesario tirar de profundidad de plantilla, la competitividad se resiente.
Entran 10 y salen 20. Las cuentas tampoco salen en la configuración de la plantilla. En verano se entendió que era necesario tener las 25 fichas cubiertas y una nómina de siete atacantes. Con Sadiq y Magunazelaia fuera, cedidos, se quedan cinco. ¿Fue un error entonces o lo es ahora no tener alguno más? Quizá habría que explorar el mercado en busca de un cedido que ayude a que salgan las cuentas. Importante decisión en la última ventana de fichajes del actual director de fútbol.
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