Odegaard tampoco jugará contra el Leganés

El jugador sigue con molestias en el tobillo derecho y no va a forzar. El cuerpo médico, el staff técnico y el propio Odegaard han decidido que no van a arriesgar y van a seguir los pasos pertinentes para recuperar la zona dañada con tratamiento de fisioterapia. En principio, salvo que en los próximos días aparezca alguna complicación que no se espera, debería bastar porque la lesión no pasa de ahí. No hay rotura por estrés como dejó intuir ayer uno de los entrenadores de la selección de Noruega en una entrevista en un periódico de su país. Las pruebas médicas a las que ha sido sometido el jugador no aprecian rotura aunque las molestias que sufre el futbolista sí dejan entrever que su tobillo debe ser tratado para descargar la tensión que acumula fruto del esfuerzo de las últimas semanas. Es una lesión que le permitiría jugar si hubiera una necesidad imperiosa, que no existe ahora con seis meses de competición por delante.

Lo que tiene Odegaard es típico en corredores populares que utilizan una técnica de carrera en la que el primer apoyo se realiza con el talón. La repetición de esfuerzos hace que aparezca un dolor fuerte que desaparece o disminuye cuando se deja de realizar actividad física o cuando se reduce la carga sobre el hueso. Hay casos, como podría suceder con Odegaard, que la rotura, la fisura, sea tan pequeña, diminuta, que ni la propia exploración médica pudiera detectarla. Son fracturas difíciles de diagnosticar, confundiéndolas en muchas ocasiones con otras patologías. En estos casos, hay que parar para que el hueso cicatrice por sí solo, para que haga callo.

El realista, como cualquier jugador de élite que se precie, venía arrastrando molestias en esa zona del tobillo desde hace meses fruto del ejercicio propio del fútbol que se agravaron en el momento que el central del Celta Jorge Sáenz le hizo una fea entrada en el partido jugado en Balaídos el pasado 27 de octubre.

El equipo médico y el jugador han entendido que ha llegado el momento de descansar unos días para rebajar el hinchazón porque si el problema no se trata y se sigue realizando actividad física, el dolor podría aumentar y se alargaría en el tiempo. Odegaard está estos días en manos de los fisioterapeutas del club con idea de que pueda estar disponible para el partido que la Real jugará en el Bernabéu el sábado 23.

En Noruega, en el cuerpo técnico de la selección, ya se hacen a la idea de que igual no pueden contar con Odegaard para los dos partidos que deben jugar la semana que viene correspondientes a la fase clasificatoria de la Eurocopa del año que viene. Salvo que las molestias desaparezcan de un día para otro, algo poco probable, lo más lógico es que se quede en Zubieta sin forzar su físico para lo que la Real deberá justificar su ausencia con Noruega con el correspondiente informe médico. En declaraciones a Radio Marca, el atacante ha afirmado que ve difícil poder estar en estos partidos.

El seleccionador noruego, Lars Lagerback, confesó en el periódico 'VG' de Noruega, que están a la espera de que Odegaard sea explorado por los médicos en los próximos días y que por el momento no saben si podrá ser alineado el viernes 15 ante Islas Feroe y el lunes 18 ante Malta. «Martin está luchando contra una lesión en el pie y su presencia en el equipo es una interrogante», admitió.

Su ayudante Per Joar Hansen fue más allá: «No se sabe si es una fractura por estrés o una fractura por estrés inicial. Porque recibió un golpe muy desagradable contra el Celta. Es lo que lo nos hace sentir un poco inseguro».

Noruega, encuadrada en el mismo grupo que España, lo tiene crudo para lograr el pase para la Eurocopa del año que viene, pero si tiene alguna opción todavía pasa por ganar los dos partidos en este parón y esperar que pinchen Suecia o Rumanía, a las que tiene por delante. La carambola es remota, más si Odegaard, el mejor de Noruega, no se presenta en esos dos partidos.

Sin Odegaard mañana ante el Leganés, Imanol pierde al desatascador de la Real Sociedad, al jugador que mejor se mueve entre líneas y que vendría de perlas ante un rival que a priori se meterá atrás en busca del punto que le permita romper la dinámica negativa que arrastra. Será el primer partido que se pierde Odegaard de los jugados en Anoeta y el segundo en la Real tras no entrar en la convocatoria del último en Granada. Hasta ese partido en Los Cármenes era uno de los pocos jugadores de campo de la Liga que había jugado todos los minutos.

El noruego ha sido protagonista casi siempre en Anoeta. En el primer partido ante el Atlético ya marcó un gol y ejecutó la falta que terminó en el segundo tanto realista, el de Monreal. Y ante el Alavés dio un pase sensacional a Oyarzabal para inaugurar el marcador después de una genialidad que dejó sentado a Tomás Pina.

Pero más allá de las acciones puntuales, Odegaard se ha confirmado como el jugador de enganche. Tanto para dar el último pase como para llegar desde segunda línea. Y lo que todavía es casi mejor, a esa capacidad suma su compromiso en defensa, lo que unido al que ya trae de serie Oyarzabal, conforma una línea de futbolistas difíciles de rebasar y muy hábiles para presionar en zonas altas. Esa es una de las dificultades a la que se enfrentan los equipos que visitan Anoeta.

Mañana podría ser Januzaj quien ejerza de pasador como ya hiciera en los últimos minutos del partido ganado en Granada o Sangalli si Imanol intuye que el partido se puede cocer en el centro del campo. Otras opciones parecen más difíciles de que se cumplan.