Mascherano corta el avance de Xabi Prieto.
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Real Sociedad - Barcelon: Será que rezamos poco porque jugar...

El año que la Real Sociedad fue más superior al Barcelona no pudo llevarse los tres puntos que mereció

Pedro Soroeta

Lunes, 28 de noviembre 2016, 05:44

Lo dijo Carlos Vela antes del partido. «Para ganar al Barcelona necesitamos hacer las cosas casi perfectas, que ellos no tengan su día y... rezar». ... Pues se dieron las dos primeras premisas. La Real Sociedad jugó un encuentro excepcional, el mejor seguramente de los que ha disputado contra el Barcelona en los últimos siete años. Los de Luis Enrique, además, no tuvieron su día. Pero no ganó la Real y solo queda mirar a la tercera condición, en la que el mexicano se refería a rezar. Esto no hay quien lo mida, pero si el triunfo no se quedó en Anoeta, solo me queda pensar que no rezamos mucho. Y eso que me consta que desde las 20.45 había unas cuantas velas encendidas por todo el territorio. Una pena, porque si alguna vez la Real Sociedad ha hecho méritos para derrotar a los culés, fue ayer. Los de Eusebio fueron superiores de principio a fin. Tuvieron más el balón, más ideas, más fuerza, más ambición, más verticalidad, más ocasiones y hasta más calidad técnica y táctica. Pero entre los postes y un enorme error del juez de línea, a los de Eusebio se le escaparon dos puntos de forma completamente injusta.

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Espaldarazo definitivo

El empate, en cualquier caso, no debe hacer mella en esta gran Real que estamos viendo desde hace un par de meses. Más bien al contrario. El partido de ayer, la forma en que superaron al mejor equipo del mundo, debe ser el espaldarazo definitivo a este equipo, a esta propuesta de Eusebio, la confirmación de que estamos ante una temporada ilusionante. Con los pies en el suelo, por supuesto, pero sin arrugarse ante nada ni nadie, por lo menos de antemano. La Real es quinta cuando ha pasado más de un tercio de la temporada. Y lo es por méritos propios. Incluso podía ser cuarta si no llega por ese gol mal anulado a Juanmi... Sin euforia, con ese espíritu guipuzcoano que nos caracteriza, pero con paso firme, decidido y con la misma ambición que ayer.

De principio a fin

Los de Eusebio salieron lanzados a por el triunfo y merecieron irse al descanso con ventaja. No es que la Real fuera en ese periodo superior. Fue muy superior. El centro del campo se vació y consiguió quitarle el balón al Barcelona (53%-47% en el intermedio), llegando incluso a un 60-40 en algunas fases. Pero no era solo posesión. Había ideas, había juego, había vocación ofensiva y hasta en ocho ocasiones remató la Real en solo 45 minutos, algunas de ellas en clara posición de hacer gol. Pero es que incluso los locales dieron más pases que el Barcelona antes del descanso (224-209), con un acierto del 83%, por 75% de los azulgranas. Pero es que no fue solo la primera parte, ya que en la segunda los de Eusebio siguieron con su recital, un recital tan grande que el propio Luis Enrique definió muy bien el partido al finalizar. «Nunca hemos sido tan inferiores a un equipo como en este partido. Y eso es mérito de la Real». Así fue. Los datos finales son claros: la Real no solo jugó más y mejor, sino que corrió cuatro kilómetros más, dio más pases (457-426) con un acierto del 83%-76%, remató diecisiete veces a gol y metió 27 centros en el área, por diez del Barcelona. Otras veces no hizo falta tanto para ganar a los de Luis Enrique, pero esto es fútbol y ayer, aunque la Real hizo dos goles y el Barcelona uno, no ganó. Debe ser eso, que rezamos poco, porque otra cosa, como no sea ese banderín del línea, no se me ocurre.

A la Copa

Antes de retomar la Liga en Riazor el lunes que viene, a los blanquiazules les espera el primer envite copero el jueves en Valladolid. Ya me imagino que desde hoy se abrirá un debate sobre si en Zorrilla tiene que salir el once titular o un equipo con los menos habituales. A pesar de que la experiencia de los últimos años no es muy positiva en este torneo, entiendo que Eusebio tiene plantilla para hacer algunos cambios y dar descanso a otros. No se trata de tirar o no tirar la Copa. No, ni mucho menos. Se trata de jugar en Valladolid con un once competitivo, que pueda poner la eliminatoria hacia abajo , para cuatro días después aterrizar en Riazor en busca de otros tres puntos en esta gran racha que llevan los blanquaizules. Aurrera!

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