Un partido para disfrutar de verdad
Pedro Soroeta
Sábado, 26 de noviembre 2016, 07:07
Cuatro victorias seguidas, quinto puesto en la clasificación, puntos de Champions League..., pero sobre todo un equipo que maravilla con su juego como no lo ... hacía desde el año del último subcampeonato. Y en estas, el domingo llega el Barcelona a Anoeta, el rival más temido, pero a la vez el equipo al que más veces se le ha ganado desde el ascenso...
Se puede ver este partido desde muchas perspectivas, pero creo que hay una que es indiscutible. Estamos ante un partido para disfrutar de verdad, desde el primer minuto hasta el último. Luego, el desarrollo del encuentro me dará o quitará razones, pero el momento de los dos equipos hace del choque de Anoeta uno de los más interesantes de los últimos años.
La Real está pletórica, ha encontrado definitivamente su línea de juego, tiene un plan para cada partido, para cada jugada, para cada situación, sabe lo que quiere y sabe cómo lo quiere. Eusebio ha dado con la tecla, tiene un once definido y una idea en la que, ahora sí, todo el mundo cree. Por eso, no hay mejor momento para medirse al Barcelona, un equipo que no está tan redondo, pero que cuenta con un Messi que decide por sí solo. Con 22 puntos después de doce jornadas y situada en los puestos nobles de la tabla, a todos nos hacen chiribitas cuando pensamos qué pasará si los tres puntos, como es tradición, se quedan en casa. Eso es así, y no hay que negarlo. Ver a la Real a un punto de los de Luis Enrique una vez superado el primer tercio del campeonato produciría un subidón innegable.
Sin embargo, creo que no es el momento de jugar con la clasificación en la mano, sino de disfrutar de lo que puede ser un partido grande, entre dos equipos que querrán tener el balón y, sin duda, buscarán la portería contraria. Tiene la Real, a diferencia de otras veces que ha jugado contra el Barça en Anoeta, la tranquilidad que le da su situación de juego y clasificación. Esta vez no hay prisas, no debe haber más tensión que la de juego, la clasificación no es una soga, sino todo lo contrario. Por eso digo que no hay mejor momento que el de ahora para jugar este partido.
La victoria sería el no va más. El empate no haría daño y ¿la derrota? La derrota es siempre una opción, una posibilidad, que se agranda cuando el Barcelona está en frente. Pero no hay que encarar el encuentro bajo ninguna de las tres premisas. Ha habido tantos momentos complicados en los últimos años, ha pasado la Real por tantos avatares en anteriores temporadas, ha sufrido tanto..., que ahora no cabe sino disfrutar del partido. En el campo y en la grada. Sabemos que por encima de la calidad del juego, los blanquiazules se van a vaciar en busca de un triunfo que les haría tocar el cielo con las manos.
Sabemos que los nuestros van a correr unos cuantos kilómetros más que sus contrarios en busca de los tres puntos, pero sabemos también quién está en frente y cómo las gasta su número diez, y sabemos que para ganar hay que hacer casi casi el partido perfecto. Pero ese partido lo hemos visto unas cuantas veces en los últimos seis años. La Real le ha ganado al Barcelona de todas las formas posibles, con un solo gol, como en las dos últimas temporadas, o remontando la ventaja azulgrana. Por eso, de salida, los azulgranas saben que les espera un infierno, que en anteriores temporadas no han sabido superar. Son conscientes de que si han perdido en cinco de sus últimos seis partidos en este campo -el otro lo empataron- no es por casualidad, como no lo es el momento que atraviesa una Real segura atrás, fuerte y decidida en el centro del campo y con dinamita dentro del área contraria.
Luego, como dijo aquel, serán once contra once y un balón, como todos los partidos, pero de entrada no hay choque que tenga mejores ingredientes que el del domingo en Anoeta. Pasean, vean y disfruten. Viene el Barça, sí, pero enfrente está la Real, una gran Real, por cierto.
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