Illarramendi y Sergio, los maratonianos de la Liga

No será por no correr. El partido del domingo en El Molinón va a medir a los dos jugadores de la Liga que más kilómetros hacen por partido: Asier Illarramendi (Mutriku, 1990) y Sergio Álvarez (Avilés, 1992). Los dos cerebros de la Real Sociedad y el Sporting frente a frente. Del rendimiento de uno y otro dependerá el desarrollo y desenlace del partido. La relevancia de ambos es incuestionable. El avilesino es una pieza fundamental para el 'Pitu' Abelardo como lo es Illarramendi para Eusebio. Son los jugadores de sus equipos que hacen gala de su privilegiado físico para multiplicarse en el campo y tapar los agujeros de sus compañeros. Illarramendi no esconde que pasa por un buen momento: «Estoy bien, conforme con lo que estoy haciendo. Creo que tiene que ver con el equipo, que también está bien. Lo importante es seguir así de bien a nivel colectivo, porque así destacaremos todos».

La Real Sociedad llegará a este partido en la sexta plaza con 19 puntos en once jornadas mientras que el Sporting lo hace con el agua al cuello. Lleva ocho jornadas sin ganar y el futuro del técnico está en el alero.

Illarramendi, que es de los pocos jugadores de la Liga que lo ha jugado todo (990 minutos de competición), ha recorrido en las once jornadas disputadas 133,57 kilómetros, lo que supone una media de 12,14 kilómetros por partido. El realista fue el jugador que más metros recorrió en la jornada novena, concretamente en el encuentro ante el Alavés, con total de 13,23 kilómetros. Aventajó en medio kilómetro al propio Sergio Álvarez, con 12,73 y a continuación se situaron Dani Parejo (Valencia) con 12,44, Pablo Fornals (Málaga) con 12,41 y Mikel Rico (Athletic), con 12,39.

Son datos que ofrece una aplicación de la Liga de Fútbol Profesional. Recoge las estadísticas oficiales del campeonato, con datos de todos los clubes y jugadores. Entre ellos mide la distancia que recorren los futbolistas y, por extensión, el equipo entero. La empresa estadounidense Stats, propiedad de Vista Equality Partners, es la que se encarga de elaborar las estadísticas oficiales de la Liga. Lo hace a través de un programa de seguimiento del jugador, bautizado como 'player tracking', que gracias al uso de la tecnología permite saber la distancia recorrida por el futbolista y muchas otras variables como la velocidad media, máxima, aceleración, velocidad con el balón, mapas de calor, distancia total, veces que han tenido el balón...

Stats recoge la información a través de un sistema denominado SportsVU, que a través del uso de cámaras de alta definición instaladas en los estadios registra todos los movimientos que se producen en el campo.

Esta aplicación determina también que el sportinguista Sergio también abarca lo suyo en cada partido. Ha jugado como titular los once partidos pero ha sido sustituido en tres. No pudo hacer la pretemporada al mismo ritmo que sus compañeros y eso obligó a Abelardo a ser muy prudente con su inclusión en la alineación en el arranque de Liga. Con todo, se va por encima de los 123 kilómetros, lo que equivale a 11,27 kilómetros por partido.

Hay futbolistas como el jugador del Málaga Ignacio Camacho o el lateral del Atlético de Madrid Filipe Luis que se acercan a las cifras del centrocampista del Sporting pero no logran superar sus números a pesar de haber disputado todos los minutos disputados hasta ahora.

El centrocampista del Sporting tuvo que abandonar el último partido en La Rosaleda en camilla después de cometer una falta para detener una contra del Málaga. Desde ese día el avilesino viene trabajando al margen del grupo sometiéndose a sesiones de crioterapia y fisioterapia, pero todo apunta a que estará disponible. Ayer participó en buena parte del entrenamiento y hoy podría ejercitarse ya con normalidad. Su equipo lo agradecerá. «Obviamente estamos en una racha negativa, pero el equipo tiene muchas ganas de revertir la situación y estamos remando todos para darle la vuelta. Hay que tener paciencia y no bajar los brazos porque este equipo tiene mucho margen de mejora», asegura el sportinguista.

Y es que su interpretación del fútbol, sus lecturas en los partidos, sus recuperaciones de balones y sus coberturas a los compañeros le convierten en el jugador referencia. Es el que da equilibrio al Sporting. Cada subida de los laterales es cubierta por este futbolista, que bascula de uno a otro lado para subsanar los problemas generados por el rival, o lo que es lo mismo, su cuentakilómetros crece y crece. Por más que Abelardo anhela la incorporación de un mediocentro con un perfil similar al de Sergio Álvarez para suplir sus ausencias, no hay forma de conseguirlo. Cada ausencia de este en las alineaciones es un quebradero de cabeza para el cuerpo técnico. El Sporting pierde fiabilidad sin su concurso. Lo mismo que Illarramendi. Él encarna los valores del sportinguismo. Un hombre de la casa que sabe lo duro que es llegar a la cima y lo imposible que resulta por momentos quedarse entre los mejores. Sergio debutó con el primer equipo junto a Manolo Preciado pero tuvo que regresar al filial por falta de minutos. Su gran labor al frente del Sporting B le volvió a abrir las puertas del vestuario de los mayores. Desde entonces no ha dejado de crecer. Su lucha, su esfuerzo y su sacrificio le han llevado a liderar a su equipo del alma sin alzar la voz.

Estreno en Primera de Illarra

Para el termómetro de la Real Sociedad este partido será especial si cabe porque regresa al campo en el que debutó en Primera -Iñigo Martínez y Vela también se estrenaron en Gijón-. «Tengo buenos recuerdos de ese partido. Nos costó ganar pero lo sacamos adelante». Fue con la llegada de Montanier en la campaña 11/12 cuando su carrera cogió impulso, ya que desde pretemporada le dio el papel de director de orquesta en el centro del campo. Y no le defraudó. Bastó el primer partido de Liga en Gijón para confirmarlo. La Real ganó por 1-2, ambos goles marcados por Agirretxe, y ofreció una exhibición en el centro del campo que no pasó inadvertida para nadie. Se puede decir que ese 27 de agosto de 2011 fue su presentación en sociedad. Hoy suma 156 encuentros en la máxima categoría.

Hoy su ascendencia en la Real es absoluta y en él reposan muchos de los argumentos que se pueden esgrimir para justificar la buena trayectoria del equipo. Illarra representa todo lo que le faltaba al equipo en años anteriores. Tiene clase, toque y calidad para dar y tomar. Ve el juego de reojo y en cada momento sabe dónde están sus compañeros, la pelota y el contrario. Dibujado por sus botas, el fútbol parece mucho más sencillo de lo que realmente es.

No escatima tampoco en las carreras. La decisión de Eusebio de colocar a Zurutuza en lugar de un pivote de perfil defensivo como pareja en el doble pivote ha dejado a Illarramendi como única ancla en el centro del campo, exigiéndole un esfuerzo extra para que no se resienta el equilibrio del equipo, como le ocurría con frecuencia durante la pasada campaña. «El míster nos dijo cuando llegó que él veía el fútbol de esa manera, teniendo el balón. Hemos ido asumiendo bien sus ideas y cada vez las plasmamos mejor en el campo. Estamos entrenando y jugando bien, con intensidad, y no hay que relajarse porque, si bajamos un poco de intensidad, nos gana cualquiera».

En la comparativa entre los dos faros de la Real y el Sporting, en otros apartados más allá de los metros recorridos por partido, Illarramendi gana en la mayoría. Entra mucho más en contacto con el balón que el avilesino, probablemente porque el fútbol de la Real depende más de la posesión y el juego construido desde atrás, y acumula un mayor número de intercepciones, pero el rojiblanco ofrece mejores prestaciones en los despejes y los duelos aéreos, dos tareas implícitas en su demarcación como mediocentro defensivo.

Para ninguno de los dos será un partido más. «Pese a que vengamos de una dinámica con no muy buena puntuación, una victoria puede situarnos en mitad de la tabla», advierte Sergio. Los duelos entre Real y Sporting siempre han significado choques diferentes en décadas pasadas por el potencial de ambos equipos y su larga tradición de cantera. «Ellos están necesitados, así que saldrán a muerte. Nosotros tendremos que salir con mucha intensidad, como estamos haciendo hasta ahora», advierte el realista.

El 'Pitu' suma la dinámica más negativa desde que cogió las riendas de la primera plantilla. El equipo gijonés no consigue despegar. Dos empates en ocho encuentros no son guarismos que inviten al optimismo.