Nacho Monreal y Diego Rico aún tienen para un mes

Tanto Monreal como Rico ya asomaron por el verde de Zubieta este lunes para trabajar en el campo número dos con los readaptadores. Se trata de hacer el trabajo individualizado pertinente que les ayude a incorporarse al grupo en las próximas semanas. De momento, aún están empezando y lo importante a estas alturas de temporadas es no dar ningún paso en falso.

A Monreal le acompañan unas molestias en la rodilla derecha desde el tramo final de la pasada campaña. Los servicios médicos del club han apostado por un tratamiento conservador que le permita esquivar el quirófano y estar listo para finales de septiembre, aunque depende de cómo evolucione.

Hace un mes que se sometió a un tratamiento regenerativo con infiltraciones para mitigar las molestias que sufre en el cartílago de su rodilla. Es una dolencia habitual en los futbolistas, que soportan carreras con cambios bruscos de dirección, contactos, caídas y lesiones de ligamentos y menisco que aumentan el riesgo de daños en los cartílagos.

Monreal lleva 15 temporadas en la élite desde que en 2006 debutara con Osasuna en Primera, siendo indiscutible tanto en el conjunto rojillo como después en el Málaga, Arsenal y ahora en la Real, con la que ha jugado 69 partidos en dos campañas. En estos tres lustros rindiendo al máximo nivel apenas ha sufrido lesiones de gravedad, lo que le ha llevado a superar los 500 partidos entre Liga y Premier, un registro al alcance de muy pocos.

El navarro tuvo que parar varias semanas en marzo, justo después de la visita al Real Madrid. Se perdió las tres siguientes jornadas y estuvo prácticamente descartado para la final de Copa, pero una recuperación milagrosa en la última semana le permitió ser de la partida en la gran cita. Después, animado por la conquista del título y obligado por la lesión de Aihen, tuvo que jugar tocado las diez últimas jornadas de Liga para ayudar al equipo a clasificarse para la Europa League. Ese sacrificio se ha cobrado ahora su peaje y no ha tenido más remedio que parar.

La primera opción ha sido recurrir a un tratamiento conservador con el que se espera que pueda superar las molestias. Las infiltraciones con plasma enriquecido que contienen factores de crecimiento son habituales entre los deportistas para reparar tejidos dañados. El plasma no provoca reacciones inmunes ni enfermedades infecciosas, ya que se extrae de la propia sangre. Los resultados de una sola sesión pueden durar varios meses. Aunque se trataba de una lesión diferente, hay que recordar que Aritz tuvo serios problemas en su tobillo durante la pasada temporada y que se recuperó gracias a estas inyecciones de plasma.

Dentro de tres o cuatro semanas se sabrá si el tratamiento ha funcionado. En caso afirmativo empezará a jugar. De lo contrario se barajarían otras alternativas que conllevarían un tiempo de baja superior.

Diego Rico se rompió en un entrenamiento de hace dos semanas en los días previos a la visita al Camp Nou. Tras someterse a diversas pruebas el parte médico se refería a una «lesión a nivel proximal del músculo aductor mediano derecho», o lo que es lo mismo, una rotura de fibras en el aductor. En estos casos, cuando es leve o de grado I el plazo de baja oscila entre los siete y diez días, pero cuando es más grave la recuperación se estira en el tiempo sobre el mes y medio, que parece que es el caso.

El burgalés aterrizó en Zubieta hace un mes con la pretemporada en marcha y siguió un plan personalizado hasta incorporarse al grupo. Hace tres semanas jugó 71 minutos en el amistoso contra el Eibar a muy buen nivel, mostrando unas excelentes condiciones físicas para recorrer la banda. Como es lógico acabó acusando el esfuerzo y fue sustituido por Álex Sola, que días más tarde se lesionaría en el menisco con el Sanse ante el Leganés.

Los percances en el aductor son bastante traicioneros porque evolucionas de forma positiva y cuando crees que estás en condiciones de jugar te vuelves a romper, por lo que hay que ir con bastante precaución. Algo así le ocurrió a Aihen este mismo año. Se rompió en marzo en Granada y reapareció tres semanas después contra el Athletic en Anoeta y volvió a caer de forma definitiva hasta final de temporada.

Hasta que alguno de los dos se recupere, Imanol se queda con Aihen como único hombre para el lateral izquierdo. Hasta ahora ha respondido bien en las dos primeras jornadas contra el Barcelona y el Rayo Vallecano, y ahora viene un parón de Liga después del partido del sábado ante el Levante que es favorable para dar tiempo a los lesionados en su recuperación. Sin embargo, el calendario se apretará a partir de la visita al Carranza del 12 de septiembre con siete partidos en 22 días. Cinco de Liga ante el Cádiz, Sevilla, Granada, Elche y Getafe, y las dos primeras jornadas de la fase de grupos de la Europa League.

Además de Aihen, el técnico oriotarra también puede echar mano de Pacheco para actuar en esa posición como hizo el pasado domingo en los últimos minutos contra el Rayo. Aunque su posición es la de central, sabe manejarse de forma puntual también en la banda.