Lobo Altuna
Real Sociedad

La mitad de los goles de la Real llevan la firma de Odegaard

El noruego pone una quinta marcha al equipo con talento y velocidad. Las estadísticas reducen su aportación a dos goles y una asistencia, pero sus quiebros, regates, controles y pases han encandilado a la afición

Gaizka Lasa

San Sebastián

Sábado, 28 de septiembre 2019

Cuesta marcar la diferencia allá donde (casi) todo funciona bien. Pero en el equipo txuri-urdin un brillo emerge en plena luz. ¿Qué pasa que la Real Sociedad está tan arriba este año?, puede preguntar algún despistado al que no le guste el fútbol. Pasa que un tal Odegaard se está saliendo, podríamos responder, incurriendo en reduccionismos pero sin faltar a la verdad. Pasa que el talento de este noruego de 20 años -cumplirá 21 en diciembre- ha generado ocasiones de gol allá donde antes se espesaba el juego y ha imprimido velocidad y precisión donde empezaba el atasco. Si a eso se añade una férrea defensa y un imponente despliegue físico, el valor del jugador se dispara.

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Al talento en ataque ha sumado un gran derroche físico en defensa, con carreras de ida y vuelta

El aficionado realista está disfrutando con él. A eso se ha dedicado hasta ahora Odegaard, a deleitar al personal más que a engordar estadísticas. Los indicadores objetivos que tratan de medir su rendimiento durante los seis primeros partidos de liga no hacen justicia con su protagonismo. Jugar los 540 minutos, meter dos goles, hacer una asistencia, dar 301 pases buenos... Los datos le dejan en buen lugar. Pero son sus controles, sus quiebros con el cuerpo, sus regates, sus entregas de balón, su visión del juego, su toque delicatessen... los que han encandilado al espectador.

Hay un dato que sí descubre la decisiva aportación que está teniendo en el terreno ofensivo. Odegaard ha intervenido directamente en la generación de la mitad de los goles marcados por el equipo. Su participación en las jugadas que han dado origen a los tantos realistas ha sido aún más amplia, pero en cinco de las diez dianas su concurso ha sido clave.

La cifra

  • 50% de participación directa en los goles (ha intervenido en 5 de los 10 goles); Partidos jugados: 6 (todos); Minutos jugados: 540 (todos); Pases dados: 350; Goles: 2; Asistencias: 1; Balones recuperados: 42.

En Mallorca fue él quien dio velocidad a la jugada del gol con un pase a Portu y un sprint hasta el área contraria tras defender un córner -¡En el minuto 84!- para rematar con precisión a la escuadra y dar a la Real su primera victoria. Contra el Atlético también rompió la lata con otro golazo de zurda tras un buen quiebro al borde del área. Minutos más tarde sacó de manera magistral una falta para que entre Isak y Monreal culminaran la jugada de gol. En Cornellá se sacó de la chistera una asistencia con el exterior que propició el segundo gol de Willian José a pase de Portu y este jueves dibujó otro pase de fantasía tras caño a un rival para que Oyarzabal inaugurara la goleada.

Pases de todos las clases

El jugador noruego se ha erigido en el cambio de velocidades de la maquinaria txuri-urdin. Se ha ofrecido constantemente a los compañeros y, una vez recibido, ha tomado la decisión: o meter la quinta velocidad para buscar con profundidad la portería rival, o seguir circulando a velocidad crucero. La mayoría de veces ha optado por lo primero, pero su privilegiada visión del fútbol también le ha aconsejado en ocasiones optar por el pase más conservador.

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En cualquier caso, ha participado una y otra vez del juego, tal y como evidencia el indicador de los pases. Hasta en 350 ocasiones ha tocado el balón hacia alguno de sus compañeros. Solo diez jugadores de la liga lo han hecho en más ocasiones, tres de ellos (Jordi Alba, Frenkie De Jong y Nelson Semedo) del Barcelona y dos (Toni Kroos y Sergio Ramos) del Real Madrid. Curiosamente, uno de los que le supera en la estadística es otro realista: Igor Zubeldia (369 pases).

Los goles con participación directa de Odegaard

  • 0-1 en Mallorca: Recibe de Oyarzabal un balón para armar el contraataque. Mete un balón a banda para que Portu corra al espacio y sigue la jugada hasta llegar al área para rematar con un certero trallazo el pase que le lanza el murciano.

  • 1-0 al Atlético: De sus botas parte una jugada rápida en la que intervienen Monreal, Oyarzabal y Merino antes de que vuelva a recibir al borde del área, amague un disparo, regatee a su defensor y lance su zurdazo al palo largo de la portería de Oblak.

  • 2-0 al Atlético Lanza con maestría una falta lateral al segundo poste, donde Isak remata y Monreal empuja delante de Oblak.

  • 1-2 al Espanyol Mete un maravilloso pase en profundidad con el exterior de su pierna izquierda rompiendo la línea defensiva para dejar a Portu ante Diego López. El murciano acaba asistiendo a Willian José que solo tiene que empujarla.

  • 1-0 al Alavés: Recibe de espaldas, se da la vuelta para meter un caño a Pina y envía un pase milimétrico a Oyarzabal rompiendo dos líneas al que no pueden llegar ni defensores, ni el portero. El capitán solo pone el interior de su bota para culminar la obra maestra.

Pero Odegaard no responde al clásico perfil de jugón. Además de atesorar calidad y depurada técnica, y además de buscar con descaro el área rival, hace gala de un derroche físico que ya quisieran muchos de los conocidos como obreros del fútbol. Sus carreras son de ida y vuelta, cubre campo, pelea y mete la pierna. Así se entiende que en las seis jornadas disputadas haya recuperado 42 balones, siete por partido.

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Cedido para dos años

Sus actuaciones han ilusionado a la grada txuri-urdin pero también han despertado la admiración de otros equipos. Está siendo uno de los jugadores más citados en las tertulias futbolísticas y la prensa de Madrid ya se ha ocupado de recordar que el futbolista pertenece al club blanco. En efecto, eso es lo único no bueno de Odegaard. Está cedido en Donostia pero es del Real Madrid.

Por sus botas han pasado la mayoría de acciones de peligro y sus compañeros le han buscado una y otra vez

El noruego de 20 años ha aportado velocidad y precisión en la zona decisiva del campo

El club merengue y la Real Sociedad llegaron a acordar la cesión del jugador por dos temporadas, si bien la normativa solo permite que este tipo de acuerdos se circunscriban a un año. El contrato privado otorga tranquilidad a la entidad dirigida por Jokin Aperribay, si bien las especulaciones vertidas en Madrid hablan de que el club blanco podría reincorporar al futbolista al final de la temporada pagando una indemnización por romper lo firmado con la Real.

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El propio Odegaard se mostró favorable a una cesión larga de dos temporadas y vive un momento dulce como futbolista en San Sebastián, lo que, de seguir así, también jugaría a favor de su continuidad en la Real hasta cumplir los dos años de la cesión. Pero para eso faltan muchas tardes y noches de magia. Tenemos Odegaard para rato.

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