Unique in the world
La fuerza social del fútbol se ha desbordado en los últimos días con la celebración de títulos que no se daban desde hace mucho tiempo
En los últimos días hemos comprobado la fuerza social que tiene el fútbol. No hay más que ganar un título para que ciudades enteras estallen ... de alegría y dejen aparcados por unas horas sus problemas cotidianos. El fútbol como opio del pueblo. Un sentimiento que se multiplica cuando llevas décadas y décadas persiguiendo un sueño que parece inalcanzable y que de repente se convierte en algo tangible para desatar una locura colectiva. A nosotros nos ha tocado muy de cerca y hemos compartido incluso esa euforia que ha inundado plazas y calles tras ser testigos de una gesta única en el mundo. Unique in the world. El Bayer Leverkusen de Xabi Alonso ha ganado la Bundesliga por primera vez en su historia con el mérito de hacerlo sin perder un partido en toda la temporada.
Una proeza que el tolosarra ha querido ligar a Ormaetxea cuando en la víspera de ser campeón recordó al técnico eibarrés protagonista de los dos campeonatos conquistados en los ochenta. Un triunfo alemán que guarda muchos paralelismos con aquellos éxitos blanquiazules por la población de ambas ciudades –por debajo de los 200.000 habitantes–, porque Ormaetxea sigue ostentando el récord de partidos invicto en la Liga con 38 consecutivos sin perder y porque la estirpe de los Alonso también estaba presente entonces en la figura de Periko, el pulmón txuri-urdin en el centro del campo que tenía un cañón en la derecha para sorprender a los porteros desde fuera del área.
En cierto modo, Xabi se ha sacado aquella espina que tiene clavada por no haber ganado la Liga con la Real en 2003. De ahí el guiño a sus orígenes ahora que ha tocado la gloria con los dedos. Como futbolista ya se coronó como el vasco con mejor palmarés de todos los tiempos –un Mundial, dos Eurocopas, dos Champions y tres Bundesligas le contemplan– y ahora como entrenador inicia una carrera prometedora que ya tiene dos logros relevantes: haber subido al Sanse a Segunda División 60 años después y convertir al Leverkusen en campeón de la Bundesliga. Increíble. Por cierto, que allí ya están pensando en dedicarle una calle cuando aquí ni Ormaetxea, Zamora, Arconada o la propia Real Sociedad la tienen. A lo sumo, el club tiene un puente que nadie sabe cómo se llama. Con lo fácil que sería renombrar la actual avenida de Madrid que da a Anoeta...
La Real debe responder desde el refuerzo en sus señas de identidad a la última amenaza en Gipuzkoa
Más allá de proezas históricas también hemos asistido recientemente –los festejos acabaron el domingo– a una nueva edición de la final de la Copa del Rey en la que el quinto clasificado de la Liga ganó al decimosexto en una agónica tanda de penaltis. Un arte, el de los lanzamientos desde el punto fatídico, que hay que dominar como por desgracia pudimos sufrir en nuestras carnes en la semifinal.
Cuarenta años más tarde y once campeones después –Barcelona, con once títulos, Atlético (5), Real Madrid (5), Zaragoza (4), Valencia (3), Real Sociedad (2), Sevilla (2), Betis (2), Deportivo (2), Espanyol (2) y Mallorca (1)–, la alegría por el final de semejante travesía en el desierto está más que justificada. Hasta el punto de que las celebraciones congregaron a un número de personas superior a los propios habitantes, según el relato de los testigos allí presentes. Escuché que acudieron «más de un millón» y que lo hicieron para festejar una 'epopeya', que es un término referido a hechos grandiosos en los que suele intervenir lo sobrenatural o maravilloso. Y ni una cosa ni otra, salvo que se enmarque en un hecho divino que el Mallorca lanzara tan mal los penaltis cuando en Anoeta los coló todos por la escuadra.
Desde la perspectiva de la Real, lo que más preocupa del nuevo campeón de Copa es su obsesión por extender sus tentáculos por Gipuzkoa, territorio de claro sentimiento txuri-urdin. El fichaje de Ekain Azkune, que viene de hacer un buen año en el Sanse pero que es mayor que Kubo, Barrenetxea, Zakharyan y Navarro –por citar a cuatro extremos que pertenecen a la Real– y no tenía encaje en el club, revela una intención de entrar en la casa del vecino a tocar las narices. Una ofensiva que tiene visos de intensificarse, porque la tentativa de fichar al alevín de 12 años del Mariño solo es un primer paso. La nueva estrategia para acceder a niños que apuntan alto a temprana edad es incentivar económicamente a agencias de representación vizcaínas para que los capten y luego los deriven a Lezama. Hay que recordar que la FIFA prohíbe expresamente la representación de menores de 16 años pero les da lo mismo. Unique in the world.
Siempre he tenido claro que la Copa que les ganamos en 2021 y el 'sorpasso' de los últimos años no nos iba a salir gratis. No hay más que ver las declaraciones contra Imanol de Rafa Alkorta, el director deportivo perdedor de aquel título, para darse cuenta de que aquella derrota aún escuece. Dime de que presumes...
Ante esta nueva ofensiva la Real debe responder desde la tranquilidad profundizando en su política educativa y formadora en Zubieta y extendiendo el sentimiento txuri-urdin por el territorio. Que el Athletic sea considerado aquí el eterno rival o el enemigo dependerá de su beligerancia, lo que no quita para que le felicitemos por la conquista de la Copa. Aunque no le salió una buena final, la tienen bien merecida tras haber eliminado a Barcelona y Atlético. Zorionak!
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