Martín Zubimendi ampliará pronto su contrato con la Real

La situación contractual del jugador es bastante estable, porque tiene esta temporada y dos más firmadas y una cláusula de 60 millones de euros. Así que no hay peligro a corto y medio plazo. Lo que motivó al club hace unos meses a mover ficha para abordar su ampliación fue el deseo de adecuar su salario a su peso dentro del equipo, que ha crecido sustancialmente en estos dos años desde que firmó su último contrato.

Fue el 24 de julio de 2020 cuando se anunció que lo ampliaba en tres temporadas más, ya que el anterior vencía en 2022. Esa campaña 19/20 la disputó con el Sanse de Xabi Alonso hasta que la pandemia paralizó el fútbol. La competición no se reanudó en Segunda B, pero una lesión en el tobillo de Ander Guevara sumada a la de Illarramendi le abrió las puertas del primer equipo y acabó siendo una de las piezas básicas de Imanol en la consecución del primer billete europeo de la presente década, que se rubricó aquella noche en el Wanda. De hecho, a partir de su irrupción Zubeldia tuvo que retrasar su posición al centro de la defensa para seguir teniendo continuidad en el equipo.

En esas once jornadas que quedaban pendientes tras el desconfinamiento participó en nueve partidos, seis como titular, y jugó los cuatro últimos completos ante Granada, Villarreal, Sevilla y Atlético. A pesar de tener ficha y dorsal del Sanse, fue el mejor en ese tramo y el propio Imanol se deshizó en elogios hacia el jugador. «Ya lo habéis visto. Yo le conocía de sobra. Ha sido terrible el nivelazo que ha dado Martín con un nivel de presión como el que teníamos», subrayó el técnico ante los periodistas.

Aquella temporada concluyó un 19 de julio y cinco días más tarde el donostiarra ya había firmado. Txuri-urdin desde muy pequeño, no tuvo ninguna duda. «Estamos en una final de Copa, en competición europea y hay muchos partidos para disfrutar. Hoy cumplo un sueño. Cuando entras en la Real esto se ve muy lejos y ahora es una realidad», señaló entonces. No en vano, se trataba de su primer contrato con el primer equipo, que duplicó su cláusula de 30 a 60 millones.

Desde entonces su papel dentro del equipo ha ganado en importancia hasta convertirse en un referente de esa columna vertebral formada por Remiro, Le Normand, Merino, Silva y Oyarzabal. Así las cosas, su ampliación hay que entenderla como la consecuencia de un trabajo bien hecho que el club quiere ahora reconocer.

En el curso 20/21 llegó a participar hasta en 41 partidos superando los 2.500 minutos y jugando entera la final de Copa ganada al Athletic. También se estrenó como internacional absoluto el 8 de junio de 2021 ante Lituania, pero fue una circunstancia especial porque el combinado de Luis Enrique tuvo varios casos positivos por covid y España acudió con la sub-21 a jugar ese amistoso concertado.

La campaña pasada se disparó hasta los 46 encuentros oficiales con la Real, 31 de ellos completos, y 3.200 minutos. La abrió con la medalla de plata en los Juegos de Tokio, siendo indiscutible para De la Fuente, y la cerró con el tercer pasaporte continental consecutivo con el conjunto blanquiazul. En la presente temporada ha jugado completos siete de los ocho partidos disputados, ya que Imanol le dio descanso el día del Omonia Nicosia en Anoeta.

La ampliación de Zubimendi es otro de los movimientos del club en la línea por dar continuidad al proyecto después de haber abordado este verano las renovaciones de Le Normand y Remiro hasta 2026 y 2027, respectivamente. La política del club es premiar el rendimiento deportivo de los jugadores con contratos adecuados al nivel que van dando, más que utilizarlos como blindajes para retenerlos aquí.

Hace dos años, cuando renovó a Merino hasta 2025, apenas le subió la cláusula de 45 a 60 millones, una cantidad no demasiado elevada para lo que se estila hoy en día en futbolistas de su categoría. El éxito del club en los últimos años ha sido captar a buenos jugadores mediante un proyecto ambicioso y mantenerlos a partir del crecimiento del mismo, reforzando la plantilla cada año y dando un paso adelante en sus aspiraciones. Y si alguien ha querido salir, como pasó hace un mes con Isak tras la oferta que le presentó el Newcastle, ha negociado por debajo de su cláusula aunque siempre en unos términos que se adecuaran al precio de mercado del futbolista.

Con Zubimendi puede suceder algo parecido y que su ampliación responda más a una mejora de contrato importante acorde a su situación actual que a un blindaje con una cláusula desorbitada. A sus 23 años y en su tercera temporada en Primera División, sabe que está en el lugar ideal para seguir creciendo como jugador en el equipo de su vida y con toda una carrera por delante.

Ahora mismo, pocos clubes tienen más futuro que el blanquiazul. En la plantilla está Sola de su misma generación y hay hasta seis que son más jóvenes que él, casos de Pacheco, Turrientes, Navarro, Barrenetxea, Kubo y Cho. Karrikaburu, aunque con dorsal del Sanse, también está en la dinámica del primer equipo y en el filial hay hombres como Urko, Olasagasti y Ander Martín que ya se han estrenado en Primera.