

Martin Zubimendi | Ganador del DV de Oro 23/24
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Martin Zubimendi | Ganador del DV de Oro 23/24
«Aún me quedan pasos por dar en la Real Sociedad»Martin Zubimendi (Donostia, 1999) visitó El Diario Vasco para recoger el DV de Oro que le acredita como el mejor jugador de la pasada temporada. El de Ulia está contento con la trayectoria del equipo, sueña con ganar un título con la Real Sociedad ... y admite que vivió unos días complicados en verano con la oferta del Liverpool, aunque aquello ya es pasado y ahora aspira a llegar muy lejos en una temporada que ve muy ilusionante.
– ¿Qué supone inscribir su nombre en el palmarés del DV de Oro?
– Un premio a la regularidad. Tienes que jugar mucho, hacerlo bien, contar con la confianza del entrenador...
– Había sido segundo en 2021 y 2022 y tercero en 2023. Ya le tocaba, ¿no?
– Ha costado, sí –risas–. Los futbolistas no nos ponemos objetivos individuales, pero en el vestuario sí que seguimos estos trofeos y sabía que estaba en la pelea.
– En 44 ediciones solo dos pivotes, Xabi Alonso e Illarramendi, lo habían ganado. ¿Por qué les cuesta más a los de su posición?
– La figura del mediocentro no es de las más valoradas en el fútbol. Se ve más los goles que marcan los delanteros. El nuestro es un trabajo más gris. Por eso me hace más ilusión ganarlo.
– ¿Cree que se valoró la temporada que hicieron el año pasado?
– Yo personalmente viví los momentos más felices con la Real. Desde pequeño tenía el sueño de jugar la Champions y fueron partidos en los que disfruté mucho. No solo por la competición y el escenario, sino por lo bien que jugamos. Tratamos de tú a tú a grandes equipos en cualquier estadio. Pero el fútbol tiene poca memoria y una vez que nos eliminaron de la Copa y de la Champions nos olvidamos de todo lo bueno que habíamos hecho.
– Es que las dos eliminaciones fueron en apenas una semana...
– Lo del Mallorca fue un palo duro. Seguramente el momento más duro que he vivido en la Real. No hicimos una buena eliminatoria pero merecimos pasar. Caer de esa manera fue difícil de aceptar.
– Era jugar una final con público después de 36 años...
– Teníamos una ilusión muy grande porque queríamos ganar esa Copa delante de nuestra afición y celebrarla con ellos. Ya la habíamos ganado contra el Athletic en 2021 pero no pudimos festejarla, que es la esencia de ganar un título. En la cabeza de todos nosotros está volver a ganar uno con público.
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Miguel González
– Y luego caen ante el PSG. ¿Qué pensaron en el vestuario?
– Fue duro pero me quedo con la capacidad de reacción y cómo se levantó el equipo para lograr de nuevo el billete de Europa. No fue fácil y demostramos madurez.
– Terminó la Liga lesionado y no pudo participar en las cinco últimos jornadas. ¿Se le hizo larga la temporada con más de 4.000 minutos en las piernas?
– El cuerpo notó esa factura de jugar tantos partidos. Mentalmente estaba fuerte pero llegó esa lesión en el isquio que me tuvo de baja esos partidos.
– Dos meses después se proclamó campeón de Europa ante Inglaterra. Recuperó rápido su mejor versión, ¿no?
– Tenía mis dudas. De la Fuente había demostrado mucha confianza en mí pero sabía que si no me veía al 100%, no me llevaría. Y tuve una recaída. Fui a Las Rozas tres días antes que el resto de los compañeros para probarme. Una vez dentro intenté olvidarme de la lesión y todo salió bien.
– Llega la final, se lesiona Rodrigo y tiene que salir tras el descanso. ¿Cómo gestiona mentalmente un momento así?
– Desde el banquillo estaba siguiendo muy de cerca sus movimientos y la forma de presionar. Cuando se lesionó sabía que Luis no suele hacer inventos. Que pone al que juega en esa posición. Luego va todo tan rápido que no hay tiempo para pensar. Recibes un par de instrucciones y estás jugando. Tenía claro que los primeros balones debía jugarlos fácil para desde ahí ir creciendo.
– Pues se le vio muy suelto. Algo más habría...
– Es todo más sencillo de lo que parece desde fuera. Pensar mucho en las cosas es perjudicial para el futbolista. Cada vez soy más de dejarme fluir a partir de sensaciones y luego actuar.
– ¿Qué sintió cuando marcó Oyarzabal el gol del triunfo?
– Como anécdota voy a contar que después de los entrenamientos los jugadores de la Real nos íbamos a la sauna y nos pasamos esa semana diciéndole a Mikel que iba a meter gol en la final. Le conocemos y sabemos que en los momentos importantes siempre aparece. No nos equivocamos.
– Qué título es más especial, ¿la Copa de 2021 o la Eurocopa?
– Seguramente la Copa. Llevábamos un año esperando la final, había levantado mucha expectativa, era contra el Athletic...
– Llega el verano y recibe la oferta del Liverpool, ¿por qué dedice quedarse?
– Me fui de vacaciones y me pilló de sorpresa. No fue algo que tuviera pensado. Actué cuando se dio la situación. Fue un momento incómodo para mí, porque la gente habla mucho, pero valoré los pros y los contras con mi padre en casa y llegué a la conclusión de que lo mejor era seguir en la Real.
– ¿Qué es lo que termina por decantar la decisión?
– Miré mi progresión personal, cómo soy yo, el proyecto del club... Me quedé porque sabía que este año iba a ser muy importante en el equipo y porque me quedaban pasos por dar en esta Real. No fue una decisión tan difícil de tomar.
– ¿En qué medida influyeron las marchas de Le Normand y Merino para no dejar al equipo aún más debilitado?
– Sí que hay muchas razones en la decisión, pero fui egoísta y pensé en lo que era mejor para mí. Y era quedarme.
– Desde Inglaterra decían que tenía las maletas hechas y daban por hecha su marcha...
– Fueron días difíciles para mí y no se me ocurrió leer nada de lo que se decía por ahí. No salí mucho de casa ni hablé con la gente. Quise estar aislado para tomar la mejor decisión.
– ¿Pidió consejo a Xabi Alonso, su entrenador en el Sanse y que jugó cinco años en Anfield?
– No. Tomé la decisión sin pedir opiniones de fuera porque quería que fuese solo mía.
– Dicen que trenes así solo pasan una vez en la vida...
– No lo veo así. Yo no creo en trenes que pasen una vez. Si eres bueno y quieres conseguir algo, las cosas te van a llegar. No hay que tener prisa por conseguirlas.
– Su contrato vence en 2027 cuando hay jugadores que ya tienen firmado hasta 2030. ¿No es demasiado corto?
– Eso depende de cómo se mire. Yo estoy tranquilo porque me quedan esta temporada y dos más por delante.
– Es que la cláusula de 60 millones no parece muy alta y se teme que desde Inglaterra vuelvan a la carga de nuevo...
– Yo estoy muy contento en la Real y muy contento con el contrato que tengo.
– ¿Cómo está viendo al equipo esta temporada?
– El primer tramo de temporada ha estado condicionado por muchas circunstancias. Físicamente no empezamos al 100% pero aún así no estuvimos tan lejos de sacar los partidos. Pero sufrimos penaltis, expulsiones...
– ¿Qué nota le pondría a estos cuatro primeros meses?
– Un siete, pero el equipo va hacia arriba.
– ¿Cómo ha llevado el vestuario la pérdida de dos referentes como Merino y Le Normand?
– Cuando los resultados no eran buenos era inevitable acordarse de ellos, pero creo que nos duró muy poco porque los fichajes que han llegado están aportando mucho. En años anteriores también habíamos tenido bajas importantes y las suplimos bien.
– En año y medio se han ido Le Normand, Merino, Silva y Sorloth y la Real no ha bajado el pistón. ¿Cuál es la clave?
– El proyecto del club es muy sólido. Hay una base sólida, un entrenador que lleva muchos años y conoce el club, y todo ello influye positivamente. Era cuestión de ajustar las nuevas piezas al esquema y evolucionar, que es lo que estamos haciendo.
– Le Normand y Merino jugaban muy cerca de su posición. ¿Cómo han influido sus salidas en su rendimiento individual?
– Habrá pocos partidos en la Real y en la selección en los que no he jugado con Merino. Nos conocemos muy bien. Los dos sabemos las tendencias del otro y es fácil la compenetración. Con los compañeros nuevos estamos conociéndonos. Lleva un proceso y cuando nos hemos asentado un poco han llegado los resultados.
– ¿Y Robin?
– La solidez que te aporta Robin hay muy pocos jugadores que te la dan en Europa.
– Recuerdo en una de sus primeras entrevistas que decía que tuvo suerte de empezar a jugar en la Real junto a Merino y Silva. Que se notaba su ayuda...
– Totalmente. Eran dos jugadores de mucho nivel. No me lo han dicho nunca, pero yo sentía que cuando me veían flojear bajaban a echarme una mano. Me daban líneas de pase en ataque y defensivamente Silva era muy intenso y Merino un ganador de duelos.
– Le pregunto por sus nuevos socios. Aguerd tampoco es cojo...
– Es muy bueno. Uno se siente cómodo sabiendo que está cerca. Es un central de menos contacto que Le Normand pero con una salida de balón increíble que nos da un punto extra para sortear la presión adelantada rival.
– Menudos centrales que tendrá el West Ham si ha venido porque no les entra...
– Eso nos preguntamos nosotros en el vestuario. Si éste es un descarte del West Ham, ¿qué centrales debe tener? Para mí es candidato a ser uno de los mejores centrales de la Liga.
– ¿Y Sucic?
– Es un talento por explotar. Es muy joven pero ya se le están viendo sus cualidades técnicas: disparo, creatividad... Diría que no hemos visto ni la mitad de lo que puede dar Sucic.
– ¿Cómo se explica que estén logrando mejores números defensivos sin Merino y Le Normand?
– El trabajo que hacemos con Imanol es muy importante, pero la clave es la mentalidad que tenemos sin balón. La solidaridad entre todos desde que Oyarzabal orienta la presión desde arriba. Cuando vemos al capitán correr a nadie se le ocurre no hacerlo.
– ¿Qué ha cambiado para que la Real el segundo que más puntos ha sumado en dos meses?
– El fútbol son rachas. A veces cuando más trabajas y más te esfuerzas no te salen las cosas y otras veces es al revés. Ahora estamos viendo menos vídeos que a principio de temporada y las cosas salen solas. Es importante el fluir en el campo, la confianza, conocernos entre nosotros...
– ¿Otros años el equipo llegaba muy cascado a diciembre y ahora parece más fresco?
– Espero que el bache de malos resultados ya lo hayamos pasado. Era una cuenta pendiente de otros años. El cuerpo técnico está encima de ello y de ahí la gestión de cargas de este año.
– Quizás, el margen de mejora está en ataque, en sacar provecho de lo que generan arriba...
– Somos un equipo que llega fácil a tres cuartos pero nos falta algo que no sabemos qué es para hacer más goles. Imanol es exigente, está encima de los atacantes y seguro que da en la tecla.
– Por últimos, ¿cómo ve el partido de Balaídos?
– Es un campo que se nos da bien pero este año el Celta transmite otra sensación. Es un equipo más alegre, con más confianza, con jugadores en buen estado de forma... Será un partido difícil.
– ¿Qué le pide al 2025?
– Mejorar. Estancarme no entra en mis planes. Estoy contento con lo que soy ahora pero quiero buscar la perfección.
– ¿Eso pasa entre otras cosas por marcar más goles?
– Sí, querría aportar más ofensivamente. El año pasado me puse la cifra de cinco goles y me quedé en cuatro. Ahora llevo solo uno, el del Rayo, por lo que cinco estaría muy bien.
– ¿Y para la Real que desea?
– Me gustaría mejorar lo conseguido la pasada temporada y eso pasa por ganar un título. En la Copa nos quedamos a un paso de la final y en la Europa League el cambio de formato deja el torneo más abierto al no haber equipos que caigan de la Champions. Pero fijarse a estas alturas la Europa League como un objetivo principal sería un error. Hay que hacer muchas cosas bien para dar motivos a ello.
– Si tuviera que elegir qué preferiría, ¿jugar la final de la Europa League o de la Copa?
– De la Europa League. La de Copa, aunque sea a puerta cerrada, ya la he jugado.
– La de la Europa League se juega en San Mamés, ¿supone una motivación más?
– No creo que cambie nuestras ganas por llegar a la final, aunque para los aficionados quizás sea diferente.
– ¿Ve a la Real peleando por entrar en Champions de nuevo después de dos años?
– Claro que sí. Hay muchos conjuntos con buenas plantillas, pero nosotros somos un equipo muy competitivo y muy regular que estamos en todos los partidos. Estaremos en la pelea.
– ¿La Real tiene más plantilla que otras temporadas?
– Yo creo que nos están respetando más las lesiones. Estamos muchos jugadores disponibles y el once no está tan claro. Entran jugadores diferentes cada partido y el nivel colectivo no se resiente. En ese sentido, sí.
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