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Real Sociedad 5 - Granada 3
Goles son amores y buenas razonesAutoridad ·
Una Real Sociedad liderada por Kubo y Merino firma un triunfo incontestable con una segunda parte llena de intensidad y buen fútbolSin cuajar un partido redondo, han bastado veinte minutos en la segunda parte para comprobar de lo que puede ser capaz esta Real. Un equipo ... aún por hacer que tiene que ensamblar muchas piezas nuevas hasta adquirir los automatismos de los últimos años, pero que mantiene la calidad de siempre y que ha ganado mucho por la derecha con la llegada de Traoré, que ha intervenido hasta en tres de los cinco goles.
Pero el aspecto diferencial estuvo en el concurso de Merino en el centro del campo, que en su segundo partido después de sus problemas en el sóleo ha dado criterio y ha ordenado todas las piezas para que encajaran en el puzzle. Hay una Real Sociedad con el navarro y otra sin él. A partir de ahí, Kubo ha vuelto a confirmar que está en un momento excelente. El año pasado ya se ha ido a 10 goles y 10 asistencias con 21 años y en éste suma en cuatro jornadas tres tantos, una asistencia y otro gol provocado, el que ha marcado Miki Bosch en propia meta al intentar defender un centro suyo. Sin duda se trata de una goleada balsámica para escalar puestos en la tabla y pisar el acelerador en Zubieta con una sonrisa en la boca durante este parón internacional.
Oyarzabal, de falso nueve. Una de las conclusiones de los tres primeros partidos ha sido que ni Carlos Fernández ni Sadiq están ahora mismo a la altura que se requiere de un delantero centro diferencial. A la espera de que André Silva vuelva pronto -este sábado ha hablado de estar listo para el Bernabéu-, Imanol ha optado por jugar con Oyarzabal arriba y se ha notado. Tampoco es que el capitán esté súper pero su trabajo y su sentido del juego han bastado para abrir espacios a sus compañeros y dejar para la galería una asistencia de tacón a Barrene en el cuarto gol.
El técnico ha jugado con el 1-4-3-3 habitual, con Tierney como gran novedad en la lateral izquierdo y Zubimendi, Merino y Brais en el centro del campo. Kubo y Barrenetxea afilaban el cuchillo en las bandas. Paco López ha tomado buena nota de lo que ha hecho Rafa Benítez hace dos jornadas ante la Real, cuando cambió a defensa de cinco para ajustar mejor atrás, y se ha plantado en 1-5-3-2 con una presión alta y Gumbau saltando a Brais y Sergio Ruiz yendo a por Zubimendi. Había que tener paciencia para filtrar balones dentro a sus espaldas porque ahí se generaba un hueco que los centrales rivales no tapaban por su torpeza al salir entre líneas.
Kubo, el genio de la lámpara. El japonés es el hombre más en forma en el último tercio del campo. No es solo que disponga de un buen mano a mano sino que tiene sentido del juego para el desmarque y ha ganado en definición. De forma que en la primera ocasión en la que la Real ha pillado adelantado al Granada, un servicio al hueco de Brais lo ha aprovechado para ganarle la acción a Neva y llevarla a la red ante Raúl.
El partido entró en un quiero y no puedo, porque el cuadro txuri-urdin bajó las revoluciones y al nazarí no le daba para poner en apuros a Remiro. Hasta que en un córner sin mayor historia un balón colgado por Gumbau y mal defendido en el primer poste por Traoré, que pierde la perspectiva del balón al perseguir a Víctor Díaz, ha acabado rebotando en Le Normand tras peinada involuntaria del primero. Urge pulir estos detalles en la estrategia defensiva porque el Celta empató de córner, el Las Palmas tuvo dos buenísimas en saques de esquina y en la jornada inaugural Stuani no marcó en una falta lateral de puro milagro.
La sangre no ha llegado al río porque antes del descanso ha vuelto a aparecer Kubo. Una genialidad de espaldas de Merino al primer toque ha permitido a Zubimendi conducir a través de ese espacio que se abría a la espalda de Sergio Ruiz y Gumbau. No ha acertado en el último pase pero por allí pasaba Traoré para recoger el rechace y dársela al internacional nipón, que no ha tenido más que encarar a Neva y buscar el palo largo para que acabara dentro.
Presión, ritmo y profundidad. Tras el descanso, la Real ha aprendido de los errores ante el Girona y el Celta cuando ha dejado los partidos abiertos. Así que ha acentuado su presión arriba y con un ritmo de juego alto lleno de intensidad, ha pasado por encima de su rival por velocidad, talento y verticalidad. Traoré ha ejercido de cuarto centrocampista para dominar la zona ancha rebañando todo lo que quedaba suelto. Así lo ha hecho para lanzar a Kubo y que éste conectara con Brais en el tercer gol. El gallego ha detectado que Zubimendi llegaba desde atrás y éste ha culminado la jugada con un golazo por el palo corto que ha recordado al que ha marcado Xabi Alonso a Casillas en 2003.
Las fotos de la afición txuri-urdin en el Reale ArenaVer 25 fotos
Ahí, con dos goles de renta, no ha hecho prisioneros y ha tumbado a su rival en la lona. Brais había rematado rozando el poste después de un pase de Traoré y ha llegado el cuarto en una jugada de tiralíneas con Zubimendi buscando el pase interior, Oyarzabal dejando de tacón a la entrada de Barrenetxea y el donostiarra definiendo a la perfección. Una acción para mostrar a los amantes del fútbol.
El quinto no ha hecho sino confirmar la superioridad entre ambos equipos, con una genialidad de Traoré sentando a Neva en la línea de fondo para habilitar a Kubo dentro del área. La jugada ha terminado en gol porque el centro del '14' realista ha ido desviado por Miki Bosch en su portería.
Después, en pleno festival realizador, Cho y Sadiq se han apuntado a la fiesta en un partido de ida y vuelta en el que ha faltado definición y falta de atención atrás para evitar dos tantos nazaríes que no habrán hecho mucha gracia a Imanol. Pero ha sido la anécdota de un partido en el que la Real ha ganado y ha convencido.
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