Real Sociedad: Imanol regresa a su competición fetiche
El oriotarra presenta un bagaje de siete victorias y dos empates en la Copa gracias a la seriedad con la que se la ha tomado desde su llegada al banquillo
Superada la decepción de la Supercopa, más por el resultado que por la imagen ofrecida, que fue buena, la Real Sociedad abre la ... tercera competición de la temporada: la Copa del Rey. Un torneo que ha revitalizado la imagen del club desde que Imanol se hizo cargo del equipo y se la tomó en serio. Mañana arranca la tercera aventura en esta competición con el oriotarra al frente, que hasta el momento firma un excelente bagaje de siete victorias y dos empates en nueve partidos.
Después de dos décadas haciendo aguas en la competición copera, salvo honrosas excepciones como la semifinal de 2014 con Arrasate, el conjunto blanquiazul limpió su imagen el curso pasado al llegar a la final, aplazada por el coronavirus y que se disputará el próximo 4 de abril en Sevilla. La clave del éxito ha residido en tomarse en serio el torneo contra los conjuntos de inferior categoría para evitar sorpresas e ir con todo frente a los rivales de Primera, lo que derivó en un éxito sin precedentes cercano. Ahora la idea es repetir la gesta o, al menos, intentarlo.
Doble empate ante el Betis
La Copa se cruzó enseguida en el camino de Imanol cuando tomó las riendas del primer equipo. Después de ganar 0-2 en el Bernabéu el 6 de enero de 2019, cuatro días más tarde le tocó afrontar la ida de octavos en el Villamarín. Entonces la Real estaba abajo en la clasificación y la condición física de la plantilla no era muy buena. Muchos jugadores salieron reventados del duelo ante el Real Madrid y se cayeron del once contra el Betis como Aritz, Héctor Moreno, Theo, Illarramendi, Merino, Januzaj o Willian José. Aún así, el técnico se las arregló para formar una alineación competitiva con Rulli; Zaldua, Le Normand, Llorente, Aihen; Zubeldia, Zurutuza, Sangalli; Oyarzabal, Bautista y Juanmi. Ese día reapareció Sangalli tras el ictus leve que había sufrido dos meses antes y se rompió Zurutuza.
Enfrente, el Betis entrenado por Setién salió con su once de gala, con Guardado, Lo Celso, Canales, Joaquín y Sanabria en ataque. La Real Sociedad aguantó el tipo y rascó un empate sin goles. En la vuelta jugada el 17 de enero de 2019 Imanol fue con todo y, a pesar de gol inicial de Canales, la Real ganaba en la segunda parte tras los tantos de Zubeldia y Merino. Pero Loren hizo el 2-2 en el tramo final y los béticos pasaron por haber marcado más goles fuera.
El técnico ha dado mucha importancia a la Copa y no ha subestimado a rivales de inferior categoría
RESPETO
No se confió ni ante el Becerril
El 19 de diciembre de 2019 abrió la pasada edición de Copa en Palencia contra el modesto Becerril, un equipo de Tercera recién ascendido de regional. El choque se jugó en La Balastera, un campo en excelentes condiciones con capacidad para 8.000 espectadores. A pesar de la evidente diferencia de categoría entre ambos conjuntos, Imanol presentó un buen once para evitar disgustos: Moyá; Gorosabel, Le Normand, Sagnan, Aihen; Zubeldia, Pardo, Sangalli; Januzaj, Willian José y Barrenetxea. El resultado (0-8) no dejó lugar a las dudas. En la segunda parte jugaron incluso Portu, Isak y Oyarzabal para hacer más goles. La Real dejó claro que iba muy en serio.
Remiro, bajo palos en Ceuta
El 12 de enero, ya de 2020, tocó viajar hasta Ceuta para disputar la segunda eliminatoria frente a un conjunto también de Tercera, aunque en este caso con aspiraciones de subir a Segunda B y que jugaba en hierba artificial. El desplazamiento fue en chárter hasta el aeropuerto de Tetuán y se hizo la entrada a la ciudad autónoma desde Marruecos.
La seriedad con la que se planificó el viaje se trasladó al césped, donde Imanol no hizo concesiones en una alineación en la que Remiro jugó en la portería. Zaldua, Le Normand, Zubeldia y Aihen formaron en defensa; Guevara, Sangalli y Oyarzabal en el centro del campo; con Januzaj, Isak y Barrenetxea arriba. Sangalli, con dos tantos, fue el héroe de un partido (0-4) que no se abrió hasta la segunda parte, cuando marcó el 0-1 en el minuto 54. Luego, todo fue a favor.
Barrenetxea tira del carro
El bombo quiso en dieciseisavos la Real Sociedad protagonizara uno de los dos enfrentamientos entre equipos de Primera contra el Espanyol. En Anoeta, eso sí. Si ante dos 'terceras' Imanol no se había fiado, contra el cuadro perico dispuso un equipo muy cercano al titular, dando descanso solo a los hombres que estaban tocados. De esta manera, jugaron Remiro; Gorosabel, Llorente, Le Normand, Aihen; Guevara, Merino, Odegaard; Oyarzabal, Isak y Barrenetxea. Este último fue el jugador clave de la eliminatoria, porque marcó un buen gol en la última jugada de la primera parte que dio tranquilidad a sus compañeros. Ya había marcado anteriormente ante el Becerril y el Ceuta, por lo que estaba muy enchufado en la competición.
Isak, en el tramo final del partido, aumentó la renta para evitar sufrimiento de última hora tras aprovechar un genial pase de Odegaard.
Pegada nórdica ante Osasuna
Otro primera, en este caso el conjunto rojillo, fue el rival en octavos en el Reale Arena. A pesar del 3-1 definitivo, el partido fue más igualado de lo que indica el resultado. De hecho, con 1-1 en el marcador, Moncayola estrelló un balón en la madera en la segunda parte que pudo cambiar el guion de la eliminatoria.
Pero a esas alturas la Real Sociedad estaba lanzada en la competición y explotó a la perfección su conexión nórdica entre Isak y Odegaard, que firmaron los tres tantos blanquiazules. El sueco marcó dos goles tras asistencias del noruego –el segundo de ellos en un córner–, mientras que Odegaard hizo su tanto en un magistral lanzamiento de falta. El conjunto realista estaba de dulce y contaba sus partidos por victorias, tanto en Liga como en Copa.
La pasada temporada reservó a algunos hombres en Liga para alinearlos en citas decisivas coperas
AMBICIÓN
Asalto histórico al Bernabéu
Después de dos duelos ante sendos equipos de Primera, el bombo le deparó el peor enfrentamiento posible en cuartos: contra el Real Madrid en el Bernabéu. Hacía falta una proeza para alcanzar las semifinales. Y el técnico jugó con acierto sus cartas.
En el partido anterior de Liga en Leganés reservó a Merino, Odegaard y Oyarzabal, con lo que pudo alinear su once de gala con jugadores descansados frente a un Real Madrid que hizo varias rotaciones y acabó eliminado. Remiro; Gorosabel, Aritz, Le Normand, Monreal; Zubeldia, Merino, Odegaard; Januzaj, Isak y Oyarzabal fue la alineación de una noche histórica en la que la Real ganaba por 1-4 a falta de un cuarto de hora. Isak, con dos goles, otro más que le fue anulado y una asistencia, fue la gran estrella. Se había salvado el gran escollo en el camino hacia la final.
La guinda, en Miranda
Más suerte hubo en el sorteo de semifinales, porque el adversario fue el Mirandés de Segunda División. El cuadro burgalés, entrenado por el usurbildarra Andoni Iraola, contaba en sus filas con los realistas Sagnan, Guridi y Merquelanz y venía de eliminar al Celta, Sevilla y Villarreal. Fácil no iba a ser.
En Anoeta tocó sufrir para obtener una mínima ventaja (2-1) gracias a los goles de Oyarzabal y Odegaard en un partido en el que los realistas acusaron la presión. Pero en Miranda Imanol apostó por ser prácticos y un tanto de penalti de Oyarzabal sirvió para alcanzar la final. Aquel partido jugado el 4 de marzo fue la última aparición txuri-urdin en la Copa. Hoy, diez meses y medio después, el técnico regresa a su torneo fetiche.
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