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Imanol Alguacil ha cambiado la historia reciente de la Real Sociedad. Desde que el oriotarra se sienta en el banquillo txuri-urdin el equipo ha ganado en competitividad hasta tal punto que afronta cada choque como si fuera el último, algo que le ... llevó a tocar el cielo ganando la Copa ante el Athletic en La Cartuja. Sin embargo, eso no siempre fue así, más bien todo lo contrario. La Real deambulaba por la competición del KO temporada tras temporada y caía eliminada en campos de barro, regalándole a su afición noches de terror que jamás serán olvidadas.
Por suerte, esa etapa está ya más que olvidada. La Real caerá algún día ante un equipo de categoría inferior, pero no será por tirar la Copa sino porque el rival será mejor. Desde que el técnico oriotarra es entrenador de la Real ha alcanzado los cuartos de final en cinco ocasiones. Tan solo en 2021 fue eliminado antes, en octavos, ante un Betis que en las últimas temporadas ha dejado a los de Imanol por el camino en varias ocasiones. Por poner en una balanza lo conseguido, desde la temporada 92/93 a hasta la 13/14 la Real nunca alcanzó los cuartos de final.
Imanol ha elevado el suelo competitivo realista hasta tal punto que la Copa ya no es una pesadilla sino una ilusión. Por cuarto año consecutivo el equipo no falla a su cita con los cuartos de final. El año pasado se alcanzaron las semifinales (Mallorca), en la 22/23 el equipo cayó ante el Barcelona y en el 21/22 se perdió ante el Betis, pero siempre metiéndose entre los ocho mejores de la competición. La plantilla tiene todavía en la memoria la tanda de penaltis ante el conjunto bermellón y quiere quitarse la espinita llegando a una nueva final, cita de la que solo les separan tres partidos. El equipo conocerá el lunes (13.00 horas) su rival para la eliminatoria de cuartos que se disputará el 5 o 6 de febrero.
Con Imanol en el banquillo, ya no se viven noches tétricas. Hay veces en las que conviene mirar atrás para saber de dónde se viene. En el viejo campo de Loinaz el Beasain, de Segunda B, eliminó a la Real. Algunos aficionados realistas zarandearon el coche del presidente Luis Uranga a la salida del estadio. Un año después fue el Hospital el que se quitó de encima a la Real con Toshack de entrenador. Zaragoza, Alavés, Mirandés... O la heladora noche en Zamora con el portero José Luis siendo el héroe en la tanda de penaltis. Aquel día se fallaron cinco lanzamientos.
Si hacen memoria se encontrarán golpetazos similares, con el único lunar de la semifinal ante el Barcelona con González González como protagonista. En la 11/12 la Real venció 2-0 en casa al Mallorca e incluso se adelantó 0-1 en Son Moix en el partido de vuelta, pero los bermellones hicieron un set (6-1) para pasmo de la afición realista. Al año siguiente fue el Córdoba el que privó a la Real de avanzar mientras que la última noche esperpéntica se dio en la 17/18 con el Lleida asaltando Anoeta (2-3) y el famoso «¿pasan ellos?» de Juanmi. El equipo ganó 0-1 en la ida, se colocó 2-0 en la vuelta y de nuevo un equipo del fútbol semiprofesional remontó el partido. «Otro ridículo copero para la historia», se titulaba la crónica de este periódico. Eso ya es pasado.
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