Imanol Agirretxe pasa a los banquillos

Imanol Agirretxe, el goleador de la Real Sociedad que viajó de Segunda a Champions League en apenas tres años, se pasa a los banquillos. De momento, el exdelantero de Usurbil acompañará a Iosu Rivas como ayudante en el Sanse en los partidos que restan para que finalice la temporada. El primer encuentro en el que el Agirretxe ejerza de técnico será el que mide al filial este viernes (20.30) con la Gimnástica Segoviana en el campo de La Albuera, debut de Rivas como técnico principal del equipo de Primera RFEF.

El pasado sábado, el exariete de 38 años ya estuvo cerca del filial, en el último encuentro de Sergio Franscisco al frente del Sanse, saldado con un gran triunfo (1-0) ante el Unionistas merced a un gol in extremis de Rupérez. Imanol acompañó al técnico irundarra, futuro entrenador del primer equipo realista, hasta que éste saltó al terreno de juego para sentarse en el banquillo del filial por última vez.

Hasta ahora, Agirretxe ha realizado una doble función dentro del club. Por un lado, estaba integrado en la llamada 'Unidad de desarrollo individual' con el fin de realizar entrenamientos de tecnificación específicos para los delanteros de las distintas categorías del club. Además, ha sido el encargado de realizar un seguimiento exhaustivo de los cedidos, de su rendimiento y progresión.

Imanol Agirretxe marcó 75 goles en 272 encuentros oficiales en la Real Sociedad desde su debut el 8 de mayo de 2005 hasta su retirada en 2018. Su carrera quedó condicionada por la brutal entrada que le realizó el portero del Real Madrid Keylor Navas, que segó el mejor momento deportivo del delantero centro el 30 de noviembre de 2015 en el Santiago Bernabéu. Entonces se le diagnosticó un esguince de grado II con rotura parcial de los ligamentos del tobillo izquierdo y de hecho jugó 20 minutos de un partido ante el Málaga dos meses después en Anoeta. Lo hizo cojo y aún así marcó un golazo. El talento no se lesiona.

No obstante, fue un espejismo, un oasis dentro del desierto de su calvario personal. Dos operaciones y media docena de lesiones asociadas terminaron por llevarle a una retirada prematura a los 30 años. Hubo conatos de reengancharse al fútbol, como ese partido de Europa League que jugó en Salzburgo en 2018 o esa pretemporada en la que marcó un golazo en la localidad holandesa de Haren, pero su cuerpo ya no le permitió seguir ejerciendo su profesión.

A partir de ahí, aparte de trabajar en la Real, habitúa a acudir a Anoeta como aficionado. Lo hace en la zona de la Grada Zabaleta, en una esquina, y, como un 'realzale' más, celebra los goles haciendo el ritual del Dale Cavese.