Hora de amortizar un tridente de puro lujo
Oyarzabal, Merino y Silva solo han jugado juntos el 30% de los partidos el último año y medio, pero están listos para el domingo
Puede presumir la Real de contar con ellos en su plantilla, no tanto de sacar provecho a su fructífera conexión. Perlas como David Silva, Mikel Oyarzabal y Mikel Merino dan lustre a un equipo de un buen nivel medio, lideran no pocas victorias y deleitan al aficionado. Si cada uno por su cuenta ya contribuye con aportaciones estelares a elevar el rendimiento del grupo, la asociación conjunta entre los tres conduce directamente a la excelencia. Dios los cría y ellos se juntan, que se dice. Jugada en la que intervienen los tres, jugada en la que se masca un desenlace lucrativo.
Sin embargo, las lesiones han conspirado para impedir que este tridente de zurdos coincida demasiado sobre el césped. Veinte partidos en año y medio, desde que los tres comparten vestuario. Veinte de sesenta y siete. No llega ni al 30% del total (29,85%).
La buena noticia es que los tres están para volver a juntarse y hacer de las suyas este domingo contra el Valencia diez semanas, setenta días y trece partidos después. No comparten campo desde el 0-2 endosado al Cádiz en el Nuevo Mirandilla el 12 de septiembre. Se rompió primero Silva y su reaparición coincidió con la baja de Oyarzabal. Merino siempre se ha mantenido en pie. El navarro volvió ayer a entrenarse con sus compañeros en Zubieta tras su periplo con la selección –al igual que Isak– y el eibartarra confirmó en la misma sesión que está recuperado de su lesión.
Oyarzabal, Merino y Silva coincidieron por última vez en la victoria contra el Cádiz 0-2 hace ya diez semanas y trece partidos
La confluencia del triple talento ha sido en el primer tercio de esta temporada aún más esporádica que la que marca la serie de año y medio. Silva, Oyarzabal y Merino han jugado juntos los primeros cuatro partidos ligueros y se acabó. Un 23,5% de la competición disputada. El porcentaje espera levantar el vuelo definitivamente este domingo en el Reale Arena donde, por cierto, siempre se ha celebrado una victoria con este tridente. Siempre menos el día de la visita del Nápoles, y no fue por falta de méritos.
La aportación conjunta de estos tres futbolistas no hace más que elevar unas estadísticas que ya de por sí son positivas para la Real desde el inicio de la campaña 2020/21. De los veinte partidos en los que han participado a la vez, han ganado dieciséis, empatado uno y perdido tres, contra rivales de la entidad de Nápoles, Manchester United y Barça.
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En la serie no se incluye la derrota 0-1 contra el Valencia en la que Oyarzabal salió del banquillo en la segunda parte, poco antes de que Silva abandonara el campo, ni la derrota en Granada (1-0), donde el canario tuvo que dejar el césped tras recibir un golpe a los 28 minutos de juego. Sí destaca, por contra, el partido más relevante que ha afrontado el club en las últimas tres décadas: la final de Copa de La Cartuja. Silva hizo un esfuerzo para llegar entonado tras salir de una lesión y Merino jugó infiltrado, con una vértebra rota.
Movilidad sobre el campo
Su posicionamiento en el campo no les sitúa, de entrada, en un contexto de cercanía o comodidad a la hora de combinar entre ellos, pero los grandes futbolistas se distinguen por entender de una manera particular este juego y no son pocas las veces que se buscan para construir algo. Merino parte desde una posición más retrasada del centro del campo, y escorado habitualmente a la izquierda, su pierna natural. Silva se ubica en la siguiente altura y tendiendo a caer a la derecha. Oyarzabal lleva el cartel de extremo izquierdo. Son sus casillas de salida. A partir de ahí, siempre escudados en las ayudas de sus compañeros, su movilidad desemboca en triángulos mágicos y una variedad de figuras geométricas siempre rentables para el equipo.
Aún no han jugado juntos en la fase de grupos de la Europa League este curso y llegan a tiempo para la resolución final
Todo el entorno txuri-urdin espera que los tres jugadores «diferenciales», tal y como les define Imanol, restablezcan su sociedad a partir de este domingo, de manera que se empiece así a amortizar un tridente de puro lujo. El ciclo de partidos que se avecina plantea el mejor escenario para materializar ese deseo, con enfrentamientos de altos vuelos tanto en liga como en Europa.
Valga como dato que Oyarzabal, Merino y Silva aún no han jugado juntos en la fase de grupos de la Europa League esta temporada. Llegan a tiempo para la resolución. Si no hay contingencias de última hora, los tres partirán en el once inicial en Mónaco y en el decisivo encuentro contra el PSV en el Reale Arena.
La buena trayectoria del equipo ha confirmado aquello de que en una plantilla compensada, la ausencia de un jugador se solventa con la entrada de otro. Esta realidad no esconde, sin embargo, el valor específico de contar con el tridente Oyarzabal, Merino y Silva sobre el campo.