«Hamburgo puso a la Real en otro escalafón»
El autor del gol de la semifinal de la Copa de Europa en Hamburgo ve a la Real «con experiencia y juego para pasar la fase de grupos en la Champions»
Formó parte de la mejor generación de la Real, la campeona de Liga en los ochenta, con la que jugó 349 partidos entre 1975 y 1983. Fueron muchas tardes de gloria las que brindó en el centro del campo Diego Álvarez (Monforte de Lemos, 1954) pero si hay un partido por el que se le recuerde es por la vuelta de la semifinal de la Copa de Europa jugada en Hamburgo el 20 de abril de 1983, en la que marcó un gol para igualar la eliminatoria antes de que el árbitro concediera otro a los alemanes en claro fuera de juego, dejando sin final a la Real. «Estábamos tan cerca... Lo tocamos con los yemas de los dedos, pero no pudo ser. ¿El fuera de juego? Qué le vamos a hacer. Volvimos a casa orgullosos. Marcó un antes y un después porque situó a la Real en otro escalafón», recuerda.
Es lo más lejos que el club ha llegado en Europa así que nadie mejor que Diego para iniciar la cuenta atrás de este periódico del esperanzador regreso de la Real a la Liga de Campeones, en la que se estrenará el miércoles que viene en Anoeta frente al Inter de Milán al que augura «seguro le vamos a dar guerra».
Diego reconoce que su carrera está marcada por aquel partido y por la jugada en el Volkparkstadion. «De vez en cuando siempre me lo recuerda alguien y a mí también me viene a la cabeza. Ni qué decir en momentos como éste con la Real a las puertas de volver a Europa», confiesa tratando de quitarle hierro.
A pesar de que la Real arrastraba bajas importantes como las de Kortabarria, Zamora y Satrústegui, entre otras, la final estaba a un partido y había que intentarlo. Tras el 1-1 en Atotxa, al descanso se llegó con empate a cero pero uno de los asistentes del colegiado suizo Bruno Galler se había lesionado y fue sustituido por uno... ¡alemán! Jakobs adelantó a los alemanes en el minuto 76 pero cuatro después Diego batió a Stein de un derechazo que se coló por la escuadra. «Arconada sacó en largo a Bakero y éste me la dio a mí que la empalmé bien», relata como si fuera hoy. La eliminatoria estaba igualada y se encaminaba hacia la prórroga. Al Hamburgo se le veía tocado ante una Real que se le había subido a las barbas y que contragolpeaba con peligro. Pero entonces ese asistente alemán no quiso ver un claro fuera de juego de Von Heesen y concedió el gol a sus paisanos. Las puertas de la final se le cerraron a la Real. «Hoy sería distinto con el VAR... Aquello fue emocionante e ilusionante para todos», dice convencido.
«Disfruto con la Real»
Diego, asentado en Eibar durante años y hoy en San Sebastián, ve «alguna similitud» entre aquel equipo campeón y el que va a estrenarse en la Champions. «Salvando las distancias entre aquel fútbol de ayer y el de hoy, los dos competimos muy bien», subraya. «Y es por eso por lo que soy optimista ante lo que se avecina. La Real está perfectamente capacitada para pasar la fase de grupos. Inter, Benfica y Salzburgo son tres equipos muy distintos, de altísimo nivel, pero la Real tiene juego y jugadores con experiencia en partidos de calado y otros que le ponen pimienta. Me gusta. Disfruto con ellos. El Madrid y el Barcelona lo pasan mal cuando juegan contra la Real así que...».
Igual que entonces, en el banquillo de la Real habrá un guipuzcoano, «un elemento que marca la diferencia. Imanol, como Ormaetxea, tiene presente a la cantera. No hay nada más bonito que un equipo con jugadores identificados con sus colores, con su gente y con su territorio. Solo por eso, la Real ya sale con ventaja».
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