El azote de la Real Sociedad, en el Bernabéu
González González pitará el sábado cuatro años después de su escandalosa actuación allí. El árbitro que peor trataal cuadro realista también condicionó la semifinal de Copa ante el Barcelona en 2014 al no señalar un claro penalti sobre Vela
La designación de González González para pitar el sábado en el Bernabéu ha caído como una bomba en el entorno de la Real ... Sociedad. Tanto dentro del club como entre los aficionados, que son conscientes de lo que les espera teniendo delante a este colegiado leonés que le ha perseguido sin piedad en los doce últimos años. Su lista de afrentas es demasiado extensa como para pensar en simples errores humanos, porque siempre se equivoca en la misma dirección. Junto a Prieto Iglesias y González Fuertes forma parte de ese trío de árbitros 'sospechosos' cada vez que se cruzan en el camino de la Real Sociedad.
Mira que había árbitros de nivel para dirigir un encuentro especial en el que está por medio un rival tan importante como el Real Madrid: Sánchez Martínez, Del Cerro Grande, Hernández Hernández, Mateu Lahoz... Pues no. Entre Rubiales y Velasco Carballo han movido los hilos para designar a González González, alguien que debía tener prohibido pitar a la Real Sociedad desde hace tiempo. No hay más que tirar de hemeroteca para refrendarlo.
Conocido desde Segunda
La primera vez que la Real Sociedad se lo encontró enfrente fue en Segunda División un 9 de septiembre de 2007, en aquella famosa derrota en Anoeta ante el Poli Ejido (0-1) en la que no tuvo nada que ver. Fue a partir de la siguiente temporada, la 08/09, cuando su nombre empezó a sonarle a la afición realista. Y no por nada bueno. En un partido de empate sin goles en casa ante el Eibar el 8 de noviembre de 2008 consiguió desquiciar al personal con un calamitoso arbitraje en el que, entre otras decisiones controvertidas, no apreció falta cuando el meta visitante Zigor le rompió la tibia y el peroné a Díaz de Cerio y expulsó a Carlos Martínez por una supuesta protesta desde el banquillo. La grada enfureció y Lillo, técnico blanquiazul, se llevó un botellazo en el ojo que le obligó a comparecer con un parche en la rueda de prensa.
El tolosarra, nada propenso a quejarse de los árbitros, dijo sobre la expulsión de Carlos Martínez que «no le ha dicho nada» y le censuró que no le preguntara por su estado tras recibir el botellazo: «Solo le preocupaba su integridad física». Y es que después de una labor infame abandonó el césped a la carrera tras pitar el final dejando a los jugadores sobre el terreno de juego.
Apenas un mes más tarde se la volvió a liar, esta vez en Albacete. La Real perdió por 2-1 en el último minuto por un gol marcado en claro fuera de juego por Diego Costa, entonces en el conjunto manchego. Previamente había expulsado a Marcos García, quien tras el partido denunció que «la segunda tarjeta no ha sido ni falta». Al ibicenco también le anuló un gol por un fuera de juego inexistente y una dura entrada sobre Xabi Castillo solo fue merecedora de amarilla.
Ya en Primera División fue protagonista de otra tarde para la historia en un duelo ante el Sporting que acabó con goleada realista por 5-1. Ocurrió el 29 de enero de 2012. Zurutuza había marcado dos goles para el minuto tres pero a continuación el central Gregory le destrozó la nariz de un cabezazo en una disputa aérea. Una acción que le mandó directamente al quirófano, como la de Díaz de Cerio, y en la que el leonés no apreció ni falta. Los errores con él siempre se suceden en la misma dirección.
Adiós a una final de Copa
Pero el partido que le encumbró como azote del realismo fue la ida de la semifinal de Copa ante el Barcelona en la 13/14. El planteamiento de Arrasate en el Camp Nou funcionaba a la perfección. Con una defensa de tres centrales, dos carrileros largos como Zaldua y José Ángel y un trivote compuesto por Gaztañaga, Elustondo y Zurutuza, el conjunto culé no encontraba forma de atacar. Encima había dejado arriba sueltos a Griezmann y Vela, que eran un peligro a la contra.
Cerca del descanso, y con 0-0 en el marcador, Vela se escapó en solitario y dentro del área fue derribado por detrás por Mascherano. Una jugada clara de penalti y expulsión que dejó sin sancionar ante la incredulidad de propios y extraños. Ni la afición local se creía lo que estaba viendo. Además, expulsó a Iñigo Martínez por protestar. Ahí se esfumó la mejor oportunidad que ha tenido la Real Sociedad para llegar a una final en el último cuarto de siglo.
Los blanquiazules se quejaron amargamente de la prepotencia con la que fueron tratados. Un ejemplo de ello fue que Mikel González tuvo que retirarse dolorido con una costilla fracturada tras un pisotón de Pedro y cuando el árbitro le vio en el suelo acudió rápido a mandarle que se levantara. Arrasate, otro entrenador como Lillo comedido en sus manifestaciones, fue contundente en la rueda de prensa: «El penalti a Vela lo ha visto todo el mundo. No hay nada que le impida ver la jugada, porque estaba delante, pero no ha sido valiente».
El atraco del Bernabéu
Pero aquel escándalo fue superado, por difícil que parezca, en la siguiente temporada un 30 de diciembre de 2015 en la visita al Bernabéu. Pocas veces en la historia del fútbol un árbitro habrá castigado con semejante severidad a un equipo. Aquella Real Sociedad de Eusebio fue valiente y formó con Prieto, Jonathas, Agirretxe y Canales arriba. Nada más empezar una salida criminal de Keylor Navas destrozó el tobillo de Agirretxe condenándole a su retirada. González González, experto en fenómenos paranormales, tampoco vio nada punible siguiendo el camino emprendido años atrás con Díaz de Cerio y Zurutuza. No fue ni falta, claro.
Pero la cosa no quedó ahí. No decretó otros dos penaltis más a favor de la Real Sociedad bastante evidentes pero sí señaló un piscinazo de Benzema ante Yuri y una mano involuntaria del zarauztarra a centro de Bale mientras Canales yacía en el suelo con el cruzado roto. No consideró la lesión del cántabro lo suficientemente importante como para detener el juego y que fuera atendido cuando se retorcía con claros gestos de dolor sobre el césped y tuvo que arrastrarse hasta la banda para recibir auxilio.
Díaz de Cerio, Zurutuza y Agirretxe acabaron en el quirófano tras entradas en las que no pitó ni falta
Sus actuaciones han logrado desquiciar a gente tranquila como Lillo, Arrasate o Aperribay
Como sería la cosa que en el descanso Aperribay bajó a los vestuarios a recriminarle su actitud. Según recogió en el acta, el presidente le dijo que «habéis venido a robarnos el partido. Esto es una vergüenza». Corto se quedó. Asier Santana, miembro del cuerpo técnico de la Real Sociedad, fue expulsado antes del descanso.
Las dos últimas
Después de dos episodios tan vergonzosos como los vividos ante Barcelona y Real Madrid, dejaron de designarle para dirigir a la Real Sociedad en partidos importantes. En el año y medio posterior le arbitró ante Granada, Athletic y Sporting antes de volver a preparársela en la visita al Pizjuán de la 16/17. En plena pelea final por Europa expulsó a Zurutuza tras sacarle la segunda amarilla por una 'faltita' y no apreció infracción por juego peligroso de Ben Yedder a Iñigo en el tanto local. Con todo, la Real Sociedad fue capaz de rascar un punto (1-1) que supo a poco.
El último éxito en su hoja de servicios fue el partido ante el Barcelona de hace dos campañas (17/18) en Anoeta. En un arranque de partido explosivo Willian José y Juanmi pusieron el 2-0 para la media hora y el brasileño hizo el tercero a continuación, aunque lo anuló de forma incomprensible. Este controvertido árbitro será el que imparta justicia el sábado en el Bernabéu tras una designación delirante. Bien hará la Real Sociedad en armarse de paciencia...
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