La Real obra el milagro contra el Barcelona

Desde su creación en 2004, la Real femenina ha encontrado en el Barcelona un rival temible. Hasta la temporada 2006/07 no pudo vencer al conjunto catalán, aunque en aquella temporada lo hizo por partida doble. Casi 20 años después, y en un renovado Zubieta, el equipo txuri-urdin volvió este domingo a superar a las catalanas. Como se suele decir, las estadísticas están para romperlas, y es que el Barça no perdía un partido de Liga desde el 23 de marzo contra el Madrid CFF. Pero tenía que llegar la Real para hacerlo.

La cita lo exigía y la afición cumplió con su papel en la nueva casa del primer equipo femenino. Una hora antes de que el balón echara a rodar, ya se percibían las ganas de ver fútbol de los realzales, que poco a poco fueron pintando de azul y blanco la imponente grada del nuevo Estadio Zubieta. Se ovacionó a Emma Ramírez antes del pitido inicial como homenaje a sus 100 partidos con la camiseta txuri-urdin y esos últimos aplausos desde la grada, antes de que el balón por fin echara a rodar, sirvieron como último impulso para que el equipo plantara cara a un invicto Barcelona.

Sin sorpresas, las catalanas comenzaron dominando el encuentro. Eso sí, sin tanta convicción como venían haciéndolo en el resto de partidos. La Real salió bien posicionada desde el inicio, con un 1-4-5-1 al que las azulgranas tuvieron dificultades para hacer daño. Las de Pere Romeu lo intentaron jugando por dentro y atacando desde las bandas, pero Arrula no tuvo que tocar el balón con las manos hasta cumplidos los primeros quince minutos de partido, tras un buen despeje de puños. Ante equipos de semejante talla, los primeros compases suelen ser los más críticos, pero el plan de partido estaba saliendo a la perfección.

La primera gran ocasión de peligro del Barcelona llegaría por la banda derecha tras una muy buena acción combinativa entre Graham y Bonmatí. Pero sería María Molina la encargada de sacar sobre la línea de gol el remate algo flojo de Brugts. La oportunidad de las rivales no intimidó al cuadro local, que terminaría por meter el miedo en el cuerpo al conjunto azulgrana, culminando la gran sorpresa de la jornada.

Con el juego volcado en campo propio, Edna Imade se situó como la única referencia de ataque para el conjunto blanquiazul. Su misión era solo una: aguantar el balón y tratar de dar oxígeno al equipo. Pero su pareja de baile no era sencilla: Irene Paredes.

Cumplido el ecuador de la primera parte, la Real no estaba siendo menos que un Barça que lo seguía intentando de todas las maneras, pero sin fortuna. Fue noticia la implementación del VAR en la Liga F y este domingo quedó demostrado que una buena práctica puede terminar decantando la tónica del partido. Y es que un saque de banda directo al área de Lucía Rodríguez terminaría impactando en el brazo de Alexandri para que, tras la revisión de la jugada -posterior a la solicitud de Arturo Ruiz para que el videoarbitraje entrara en acción-, la árbitra terminara señalando el penalti.

Edna Imade no dudó ni un solo segundo en ser ella la responsable de ejecutar el lanzamiento y con un zarpazo al lado izquierdo, la nigeriana puso a la Real por delante en el marcador antes de que la colegiada señalara el descanso. Todo aquel que estuviera viendo el partido ya se imaginaba lo que tocaría después del gol local: sufrir para que pasaran los minutos.

Sin cambios tras el paso por los vestuarios, el Barcelona salió con las mismas intenciones que al comienzo del partido. Continuó dominando la posesión, con muchos pases en campo rival, pero sin generar ocasiones claras ante la meta de Arrula.

La entrada al campo de Arola Apari y Aiara Agirrezabala, en sustitución de Emma Ramírez y Cecilia Marcos, le sentó de maravilla al cuadro guipuzcoano. Ya que ésta fue una de las claves para aguantar el marcador, por que las azulgranas, además de atacar, se vieron obligadas a mantenerse firmes en defensa ante cualquier intento de réplica.

Los minutos se iban consumiendo y el nerviosismo cada vez era mayor. Hasta tal punto que cada mínima acción del equipo local se empezó a celebrar como si fuera un gol. Avisó el cuadro visitante a falta de diez minutos con un disparo desde dentro del área, tras un buen corner de Alexia, que terminó sacando casi bajo palos Edna Imade. Siendo una vez más determinante.

El partido no llegaría a su fin sin un último susto. Ya cumplido el tiempo reglamentario, el Barcelona logró poner el empate en el marcador, apagando así el sueño txuri-urdin en una de las últimas acciones del encuentro. Pero tras un largo tramo de suspense -con una revisión de VAR que duró alrededor de cinco minutos-, la árbitra terminó anulando el gol y, poco después, señaló el final del partido.

Tras una gesta histórica en una temporada que apunta maneras, el equipo sumó este domingo tres puntos que normalmente no se tienen en cuenta al inicio de Liga. Tras un domingo para la historia, las de Arturo Ruiz cerraron un fin de semana de ensueño para la Real Sociedad. ¿El gol de Gorrotxagi o la victoria ante el Barcelona?