Ver fotos
Real Sociedad: ¡Que alguien detenga esta caída libre!
La Real suma una nueva derrota ante un Celta que no necesitó hacer casi nada para llevarse la victoria
A ver cómo se lo explico para que lo entiendan de la forma más clarita posible: como no espabilemos pronto, nos vamos al hoyo. No quiero pecar de alarmista ni de pesimista, pero después de haber ganado tres partidos en 17 jornadas, en las que se han perdido nueve, esta Real Sociedad prosigue la cuesta abajo sin que nadie lo remedie. Da igual lo que suceda sobre el verde porque el resultado siempre trae consigo frustración. En Anoeta hace tiempo que no carbura, quizás desde finales de la campaña pasada. Todo el que pasa por aquí se lleva algo y el empate empieza a ser un mal resultado para el visitante. Vamos, que aquí ganó el colista Málaga y el vicecolista Las Palmas no lo hizo porque lo evitó el poste en el último suspiro. Y claro, si a ello le sumamos que fuera se ha sumado un punto ante Levante, Getafe, Girona y Leganés, pues la conclusión es una situación que con esta derrota pasa de preocupante a muy inquietante.
Porque qué quieren que les diga, detenerme a analizar el juego cuando se acumulan las derrotas encima de la mesa es como conocer el resultado de una autopsia. De qué me sirve saber de qué ha muerto, si lo que me importa es que ha muerto. Y no se engañen, estamos ahí abajo por deméritos propios. Nos metimos en el agujero sin saber cómo y ahora va a costar mucho salir de ahí. Ganar un partido es ahora una quimera. Da igual que tengas más el balón, des más pases, lleves la iniciativa o tripliques los corners del contrario. A la Real Sociedad cada día le cuesta más generar situaciones de peligro -apenas apunté ocasión alguna en la segunda parte- y a los contrarios, casi nada hacerte un gol. Al Celta le bastó con un penalti que se inventó Mateu y un córner cabeceado por Maxi Gómez. Con eso es suficiente para ganar hoy en día en Anoeta. Y como no cambien pronto las cosas, esto se va a complicar aún más. Al tiempo.
Real Sociedad
Rulli; Odriozola, Llorente, Navas, Kevin; Illarramendi, Zubeldia, Prieto (Agirretxe, min. 81); Canales (Oyarzabal, min. 60), Juanmi (Januzaj, min. 69), Willian José.
1
-
2
Celta
Rubén Blanco; Jonny, Sergi Gómez, Roncaglia, Hugo Mallo; Wass, Lobotka, Jozabez (Radoja, min. 67); Pione Sixto (Brais Méndez, min. 77), Aspas y Maxi Gómez (Cabral, min. 87).
-
Árbitro Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestaciones a Zubeldia, Lobotka y Jozabez.
-
Goles 1-0, min. 10: Willian José. 1-1, min. 21: Iago Aspas, de penalti. 1-2, min. 74: Maxi Gómez.
-
Incidencias 19.000 espectadores en el estadio de Anoeta
Willian repite su gol ante el Barça. El encuentro arrancó con el guion que se esperaba: dos equipos que se sienten más cómodos en fase ofensiva que defensiva tratando de hacerse con el balón para incomodar al contrario. El Celta lo hizo con una presión tan adelantada que Rulli se vio obligado a jugar en los saques de meta en largo buscando la salida con Willian José, que le fue mejor cuando buscó duelarse con Mallo en la esquina que con Roncaglia en el eje.
Las claves
-
Willian sorprende atacando al lateral La presencia de Juanmi permitió en los centros laterales fijar a los centrales para que Willian José pudiera atacar al lateral más alejado. Así llegó el 1-0, un calco del gol de la semana anterior al Barcelona
-
Dos penaltis que hunden a la Real El primero, porque no lo fue y le permitió al Celta empatar. El segundo, porque no lo lanzó quien debía, Xabi Prieto, y le impidió a la Real ponerse por delante. Así es muy difícil ganar los partidos.
-
Sin profundidad en el último tercio La Real no genera situaciones de peligro con sus jugadores más avanzados y cuando Odriozola entra por banda la defensa contraria ya está colocada. El resultado: un ejercicio de inoperancia ofensiva
No obstante, con Illarramendi entonado en la zona de creación y Zubeldia escoltándole en las maniobras, la Real Sociedad logró su propósito de dominar la posesión y empujar al Celta a su campo. Y a partir de ahí pudo lanzar a Odriozola con su puñal por la derecha a hacer sangre. Ese triángulo que formó con Canales y Prieto por la derecha fue aprovechado para profundizar con peligro. Aunque en la jugada del 1-0, curiosamente el joven canterano se quedó fijando a Sisto por fuera y liberó el espacio suficiente para que Illarramendi metiese un buen balón interior a Canales y este lo dividiese hacia fuera a Prieto. El desenlace de la jugada fue calcado al del primer gol ante el Barcelona. Juanmi fijó dentro del área a Roncaglia para que Willian José atacase en carrera a la zona débil de la defensa celtiña, la espalda del lateral alejado, en este caso Hugo Mallo. Prieto puso un caramelo al segundo poste y el brasileño hizo el resto para anotar de cabeza su decimocuarto gol en partido oficial del presente curso. Era el minuto diez.
Más información
Mateu la vuelve a liar. Pero a esta Real Sociedad tan débil y dubitativa cualquier circunstancia le pasa factura y a nadie se le escapaba que arbitraba Mateu y aún no había dado inicio a su habitual espectáculo. Al valenciano le gusta ser protagonista, más incluso que arbitrar -esto es secundario-, así que para que hoy todos hablen de él se inventó un penalti por supuesta mano de Juanmi en un control con el pecho dentro del área de Hugo Mallo en una acción defensiva. Para él, que se cree destinado a dirigir partidos de gama alta, este tipo de duelos le aburren -no hay más que ver que los dirige con otro rasero-, así que tiene que hacerse visible de alguna manera. Iago Aspas no cumplió con esa máxima que dice que se suelen fallar los penaltis que no lo son y lo transformó con clase por el centro del portería de Rulli. La Real se veía privada de su ventaja inicial por un capricho.
Ver fotos
¿Por qué no lo tira Prieto? Sin embargo, no toda la responsabilidad fue de Mateu. Porque ya envalentonado como estaba, a los pocos minutos compensó su error anterior castigándole con un penalti al Celta. Fue por un claro agarrón de Lobotka a Canales en un centro de Odriozola desde la derecha. La diferencia es que este sí fue y el anterior no, con lo que salimos mal parados con la compensación. Y aquí se pegó un tiro en el pie la propia Real al no mandar tirarlo a su mejor lanzador: Xabi Prieto. Resulta inaceptable que, siendo posiblemente el mejor del campeonato y uno de los mejores en la historia de la Liga desde los once metros, el capitán no sea el encargado de ejecutar las penas máximas. Lo he dicho mil y una veces cuando los han tirado Willian José o Vela. La última vez, por ejemplo, en el Wanda Metropolitano. Está muy bien que los delanteros necesiten meter goles para su confianza y que quieran lanzarlos, pero aquí el que los tira es Prieto. Y esa falta de jerarquía y dejadez costó ayer muy caro. Era un momento clave del partido y se perdió una ocasión de oro para haberse ido a los vestuarios de nuevo por delante.
De más a menos. Los veinte primeros minutos de la reanudación no fueron malos. La Real Sociedad se hizo con el balón y metió al Celta en su campo, que se defendía como podía. Pero no nos engañemos, no hubo profundidad en ataque. En parte, porque todos los pases en corto que se dan en los dos primeros tercios no se dan en el último, salvo alguna excepción entre Prieto y Canales. Y el resultado fue una acumulación de pelotazos a la olla para que los despejara la defensa contraria, mejor posicionada para los duelos que los atacantes. Así que sin pegada arriba y con la tercera zaga más goleada del campeonato atrás, la historia no podía acabar bien, como así sucedió.