La baja de Nacho Monreal se dilata en el tiempo

El tiempo para volver a estar disponible se va a dilatar varias semanas más. «Cuando se le practique la artroscopia nos dirán con más exactitud los plazos, nadie lo sabe ahora», apuntó ayer Imanol sin querer adelantar acontecimientos. Incluso una vez operado, la evolución del dolor irá marcando las cargas de trabajo que pueda asimilar hasta recuperar la normalidad.

Viendo que los dolores que arrastraba desde el final de la pasada temporada no desaparecían ni tras las vacaciones de verano, durante la pretemporada se había sometido a un tratamiento regenerativo para aliviar la molestia en el cartílago de la rodilla. «Hemos hecho todos los intentos para que esté listo, porque además había funcionado la pasada temporada», lamentaba ayer el míster. Las infiltraciones con plasma enriquecido que contienen factores de crecimiento son habituales entre los deportistas para reparar tejidos dañados y habían sido eficaces en el caso del propio Monreal en primavera. De hecho, pudo jugar los últimos partidos del curso pese a estar tocado ante la necesidad de contar con un lateral de garantías por la lesión de Aihen. Pero esta vez esta intervención conservadora no ha sido suficiente y el quirófano se antoja la solución más contundente, aunque conlleve alargar el tiempo de baja del futbolista.

Era una posibilidad que ya se contemplaba, no en vano la dirección deportiva ha confeccionado una plantilla en la que refuerza la posición del lateral izquierdo con tres jugadores específicos (Monreal, Rico y Aihen) cuando lo habitual es contar con dos recursos para esa demarcación.

La prioridad ahora es atajar la lesión para que el jugador no tenga que ir renqueando a lo largo de una larga temporada. Tuvo que parar varias semanas en marzo, justo después de la visita al Real Madrid. Se perdió las tres siguientes jornadas y estuvo prácticamente descartado para la final de Copa, aunque forzó para poder disputar el partido del año. Después, obligado por la lesión de Aihen, tuvo que continuar dando el callo durante los diez últimos compromisos ligueras. Su rodilla pide ahora un SOS.

A la pérdida cualitativa que supone la baja del ex del Arsenal –cuyo rendimiento ha sido sobresaliente durante los 69 partidos que ha disputado como realista–, se suma en este caso el factor cuantitativo, dado que la mala suerte ha hecho coincidir en el tiempo la lesión de Monreal y la de su teórico sustituto en el puesto, Diego Rico. El burgalés, no obstante, evoluciona favorablemente de su dolencia en el aductor. Imanol explicó ayer su situación actual. «Todavía no está entrenando con el equipo pero está evolucionando muy bien, trabajando aparte pero con buenas cargas y buenos entrenamientos. Vamos a ver si la semana que viene, o la siguiente, puede empezar a entrenar con el equipo. Pronto tendremos buenas noticias por parte de Diego». Como ocurre con otros jugadores, tampoco con el futbolista proveniente del Bournemouth se quiere precipitar su regreso a la competición.

De las palabras del míster se desprende que Rico llegaría muy justo, si llegase, al final de este ciclo de siete partidos en tres semanas que arranca mañana con la visita al Cádiz y finaliza el 3 de octubre en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe.

Así las cosas, Aihen Muñoz se convierte en el jugador clave de la plantilla para los próximos encuentros, ya sean ligueros o europeos. El de Etxauri ha arrancado a un notable nivel la temporada y queda por ver cómo responde ante la acumulación de minutos que le viene encima en próximas fechas con un partido cada poco más de tres días.