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Anoeta no puede esperar más un triunfo
Real Sociedad

Anoeta no puede esperar más un triunfo

La Real ha igualado su peor racha de ocho partidos sin ganar en el estadio de hace 30 años y se conjura para acabar con ella ante el Cádiz

Miguel González

San Sebastián

Jueves, 14 de marzo 2024, 01:00

No hay excusa. La victoria ante el Cádiz, además de necesaria, es obligatoria. Ya no hay semanas de tres partidos a las que agarrarse para justificar los resultados. La Real lleva sin ganar desde el 26 de noviembre y eso, en la época de vacas gordas que vive el club en los últimos años, es una anomalía que conviene corregir en este tramo final de temporada para que el reto de estar presente en Europa por quinto año consecutivo se haga realidad.

En este momento los de Imanol llevan ocho partidos sin ganar ante su público, lo que ha sido una losa importante en las tres competiciones. Especialmente en la Copa del Rey, porque esa irregularidad como local le impidió acceder a la final de La Cartuja a pesar de traerse un empate sin goles de Son Moix. Fue incapaz de superar en 120 minutos a un Mallorca al que le había ganado los dos partidos de Liga.

Tampoco pudo apretar al PSG en la vuelta después de venir con dos goles de desventaja del Parque de los Príncipes. En este caso la entidad del rival tuvo mucho que ver, pero se confiaba al menos en marcar primero para meterse en la eliminatoria y al inicio de la segunda parte el marcador reflejaba un 0-2 merced a un doblete de Mbappé.

En la Liga también han volado puntos importantes que han impedido a la Real estar más cerca de los cinco primeros de la tabla. La última victoria se remonta a aquel enfrentamiento frente al Sevilla saldado con triunfo por la mínima (2-1) con los goles de Barrenetxea y Sadiq en la primera parte. Luego tocó sufrir pero con final feliz.

Desde el Salzburgo

La mala racha comenzó ante el Salzburgo el 29 de noviembre en un partido en el que Imanol decidió hacer rotaciones al tener en el bolsillo el billete para octavos de final de la Champions. Sin embargo, no le dio para ganar por mucho que con la entrada en la segunda parte de Traoré, Kubo y Barrenetxea la Real apretó sobre la meta de Schlager, que tuvo una gran actuación.

Distinto fue el contexto de la igualada sin goles ante el Betis el 17 de diciembre. El equipo txuri-urdin venía de hacer un esfuerzo físico importante en San Siro para mantener la primera plaza del grupo en Europa y acusó el cansancio. Fue un partido jugado de poder a poder, en el que le faltó chispa en campo contrario pero remató dos veces a la madera y le anularon tres goles por fuera de juego. Un día en el que no se le pudieron hacer grandes reproches.

El estreno de 2024 ante el Alavés el 2 de enero fue una historia diferente. La Real llegaba de las vacaciones navideñas y entró dormida al partido. La expulsión de Remiro condicionó el guion de un choque en el que Zubimendi acabó rescatando un empate en el descuento. Dos puntos tirados a la basura.

No mejoraron las cosas ante el Rayo Vallecano (0-0) el 27 de enero, un rival que solo ha sumado tres puntos en nueve partidos, entre ellos el de Anoeta. Lo peor fue la situación de impotencia para generar situaciones de gol, porque a pesar de jugar con Sadiq y André Silva arriba la Real apenas inquietó la portería de Dimitrievski.

En febrero, en pleno carnaval, la situación dio un giro a peor, ya que lo que antes era una incapacidad para ganar se convirtió en derrota ante Osasuna. Un cabezazo de Budimir a la salida de un córner sentenció la contienda porque los realistas carecieron de presencia en el área contraria para aprovechar los centros laterales. A partir de ahí, la situación se ha ido agravando.

El Villarreal (1-3) se llevó el triunfo con claridad el día de la huelga de animación y cuatro días después, con el estadio a reventar, llegó la decepción copera en la tanda de penaltis. La derrota ante el PSG cerró esta racha negativa de ocho encuentros sin ganar que no se puede extender mucho más en el tiempo si el objetivo es acabar entre los seis primeros de la Liga.

Nada igual desde 1994

Sorprende una trayectoria tan mala en casa porque para encontrar una semejante hay que remontarse 30 años atrás en el tiempo y aquella Real no estaba tan bien como ahora. Entonces era un equipo que trataba de rencontrarse tras el trasvase de Atotxa a Anoeta y amoldarse a un terreno de juego más grande y mucho más rápido.

Entre los cinco partidos finales de casa en la 93/94 y los tres primeros de la 94/95 completó ocho sin ganar durante siete largos meses entre marzo y octubre. Como ahora, tampoco pasó por el estadio ninguno de los grandes, ya que fueron el Rayo Vallecano, Sporting, Athletic y Zaragoza, más el Sevilla y Valencia en dos ocasiones.

La situación actual contrasta con la de los cuatro primeros meses en los que la Real ganó seis partidos de diez en casa, a destacar el 3-0 al Athletic y el 3-1 al Benfica, empató tres, uno de ellos contra el Inter, y perdió de forma inmerecida contra el Barcelona. Esa fortaleza como local es la que quiere recuperar ante el Cádiz.

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