

Secciones
Servicios
Destacamos
Ander Barrenetxea no ha completado ninguno de los cuatro entrenamientos que ha realizado esta semana una Real bajo mínimos en Zubieta. El donostiarra sigue ... con lumbalgia y se ha perdido al completo una semana que suele ser útil para trabajar aspectos tácticos que con semanas de competición no da tiempo a realizar. En el horizonte aparece Mendizorrotza, ese campo maldito para él en el que tuvo un desgarro en el isquio del muslo izquierdo. Fue operado en Turku (Finlandia) para tratar una lesión severa que, por suerte, no le ha dado más problemas desde ese enero de 2022. Sin embargo, el extremo donostiarra, que este año se ha hecho con la titularidad en la banda izquierda, no ha tenido regularidad en las seis temporadas que lleva en el primer equipo por continuos problemas físicos.
Nadie duda de sus cualidades. Barrenetxea, con contrato hasta 2030 –el futbolista con la vinculación más larga–, se ha convertido en capital para Imanol Alguacil. Siempre que está disponible, echa mano de él dada su capacidad para desequilibrar defensas rivales, normalmente cerradas ante el conjunto txuri-urdin. El canterano fue absolutamente determinante en la fase de grupos de la Champions League con el golazo y la asistencia en el doble compromiso ante el Benfica. Pero luego llegó el duelo ante Osasuna en El Sadar y volvió a verse frenada su progresión Un esguince de tobillo le mantuvo fuera de los terrenos de juego exactamente un mes. Desde ese 2 de diciembre hasta hoy solo ha jugado 483 minutos, o lo que es lo mismo, cinco partidos completos en cuatro largos meses en los que la Real le ha echado mucho de menos.
No es algo nuevo en su carrera. Un habitual que lleva desde enero de 2019 en la Real debería superar los 200 partidos oficiales mientras que Barrenetxea todavía no rebasa la barrera de los 150. Debutó precisamente ante el Alavés y esa temporada, la 18/19, terminó siendo importante con gol incluido ante el Real Madrid. No obstante, dada su juventud le costó hacerse con el puesto por motivos obvios. Por delante también tenía a un tal Mikel Oyarzabal. Así las cosas, un titular de la Real debería estar cerca de los 3.000 minutos por temporada y futbolistas como Remiro, Zubeldia, Le Normand, Zubeldia, Merino u Oyarzabal superan esos guarismos todos los cursos, mientras que Barrenetxea se queda lejos. Muy lejos.
Este curso ya acumula más minutos que en ninguna otra temporada al haberse ganado el puesto por méritos propios y después de que Oyarzabal haya sido desplazado, casi de manera definitiva, al puesto de delantero centro. Barrenetxea acumula en sus piernas 1.619 minutos de los 3.990 minutos totales que lleva jugados la Real en su conjunto. O lo que es lo mismo, tan solo el 40% de los minutos posibles. Los de Imanol han disputado 44 partidos hasta la fecha y Barrenetxea ha participado en 30 perdiéndose catorce de ellos.
Imanol ha tenido sobre el verde a Barrenetxea este curso 1.619 minutos, seguramente bastantes menos de lo que le hubiera gustado viendo el rendimiento aportado esta temporada. Restan nueve partidos –810 minutos– por jugar hasta que se baje el telón y el donostiarra ya lleva más minutos que en ninguna otra temporada. En la de su debut tuvo nueve partidos en el rush final de liga que supusieron 399 minutos. En su primer año ya como jugador del primer equipo, en cambio, dispuso de 24 partidos para demostrar su valía aunque no superó la barrera de los mil.
Su segunda mejor temporada en cuanto a participación es la de la pandemia, la 20/21. Barrenetxea jugó 40 de los 50 partidos de ese curso pero en la mayoría de ellos como revulsivo partiendo desde el banquillo. Estuvo presente en 31 encuentros ligueros y no tuvo tantos problemas físicos para alcanzar los 1.566 minutos con una media de 39 por partido. Poco para un futbolista de su calidad.
La 21/22 fue en la que se arrancó el aductor en Mendizorrotza. La grave lesión coincidió también con la rotura del cruzado de Oyarzabal, periodo de tiempo en el que pudo estar mucho más sobre el campo. El paso por el quirófano le frenó por completo. En las últimas dos temporadas ha jugado 745 y 927 minutos, números propios de un suplente o el jugador 18 de una plantilla.
Barrenetxea es un futbolista al que le cuesta volver de lesión, o al menos para mostrar una buena versión. El donostiarra sufrió un esguince de tobillo el 2 de diciembre y se perdió los partidos ante Villarreal, Betis y Cádiz en liga, Andratx en Copa y el duelo ante el Inter en Milán. Dispuso minutos ante Alavés y el derbi ante el Athletic y tuvo que volver a parar por dolor en ese mismo tobillo. No fue convocado ante el Celta y Rayo Vallecano ni en la eliminatoria ante los celestes en Balaídos por dicha dolencia.
La última lesión surgió en la dolorosa derrota ante el Villarreal en el Reale Arena. Barrenetxea aguantó minuto y medio sobre el campo después de un giro. Su espalda dijo basta y fue sustituido en el minuto 7 aquejado de un bloqueo lumbar que finalmente ha pasado a ser una lumbalgia. Barrenetxea se perdió la vuelta de semifinales ante el Mallorca cuando fue el mejor en Son Moix. No es exagerado decir que con él la Real podría estar en La Cartuja. Bastante más sorprendió la media hora que tuvo en la vuelta ante el PSG con la eliminatoria sentenciada. Saltó al campo con 0-3 y ahora está en el dique seco. ¿Llegará a Vitoria a la vuelta del parón? Un crack que no siempre está disponible.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Premios a las mejores campañas publicitarias de España
El Diario Montañés
Pillado en la A-1 drogado, con un arma y con más de 39.000 euros
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.