Alexander Isak evoluciona de forma favorable y quiere llegar al partido de Getafe

Isak es el atacante con más capacidad de desequilibrio con el que cuenta y no va a dudar en alinearlo. El sábado 9 de octubre recibe en el Friends Arena de Estocolmo a Kosovo mientras que el martes 12 hará lo propio en el mismo escenario con Grecia. Seis puntos que son vitales para los suecos. Quizás por ello, en la lista también figura Zlatan Ibrahimovic, a pesar de que esta temporada solo ha jugado un partido con el Milán por unos problemas en el talón. Anoche, de hecho, no estuvo convocado para enfrentarse al Atlético en la Champions. Y hay que recordar que en verano se perdió la Eurocopa por una lesión de rodilla.

Isak se rompió hace diez días en el partido contra el Sevilla. En una carrera por la banda ya había notado molestias en el muslo izquierdo y poco después remató a la media vuelta en posición forzada. Enseguida se echó al suelo y pidió el cambio cuando no se había llegado ni al descanso. Januzaj entró en su lugar para jugar en la derecha, con Portu formando arriba con Sorloth y Oyarzabal en la izquierda.

Las alarmas se encendieron porque sus números desde que llegó a San Sebastián son espectaculares: 34 goles en 94 partidos. Y tres días antes había marcado su primer tanto de la temporada en Eindhoven que sirvió para amarrar un valioso empate en un campo difícil.

El parte médico del club se refirió a una lesión muscular en el isquiosural izquierdo, que normalmente tarda en curarse entre dos y tres semanas. Eso implicaba que no volvería a jugar con la Real hasta después del parón de octubre. Pero su evolución está siendo tan positiva que ahora mismo puede llegar a Getafe.

Desde el mismo día de la lesión se puso manos a la obra para restar hojas al calendario en su periodo de recuperación. No ha faltado una sola jornada a Zubieta, donde comenzó con tratamiento de fisioterapia, trabajo en el gimnasio y rehabilitación en piscina. La primera semana tuvo muy buenas sensaciones, lo que le ha llevado a saltar al césped para hacer carrera continua antes de lo previsto. De hecho, ya se ha calzado las botas varios días para exprimirse con los recuperadores y ahora está pendiente de incorporarse al grupo. No hay que olvidar que ayer la plantilla disfrutó del día de descanso semanal, aunque los lesionados acudieron a Zubieta a tratarse y a proseguir con sus procesos recuperatorios.

Por este motivo es difícil que esté en disposición de ser convocado mañana ante el Mónaco. Imanol no suele ser hombre que le guste correr riesgos innecesarios pero es bastante más probable que pueda contar con él el domingo. Entonces se cumplirían dos semanas exactas de la lesión y hasta entonces hay tiempo para afinar en su recuperación.

Desde hoy hasta el sábado tiene cuatro sesiones de entrenamiento en las que ponerse a punto de cara a ese compromiso en el Coliseum en el que la Real tiene depositadas tantas ilusiones. Aunque el desgaste europeo pesará lo suyo, llegará segunda a Getafe para enfrentarse a un rival que no ha sumado ningún punto todavía. Y desde el punto de vista deportivo y moral no es lo mismo que Alexander Isak esté en el barco a que se haya quedado en casa.

El sueco apenas ha tenido problemas físicos en la Real. Desde que es titular indiscutible, tras el desconfinamiento en junio de 2020, solo se ha perdido ocho partidos, y en cinco estuvo en el banquillo porque Imanol optó por reservarle. Fueron encuentros controlados como los de la temporada pasada en Balaídos ante el Celta (1-4) o en Anoeta frente al Granada (2-0). En otros casos sufría cansancio muscular por un calendario apretado, como cuando descansó ante Osasuna (1-1) tras ganar en San Mamés.

Esta pretemporada ha sido atípica porque disfrutó de un mes de vacaciones tras jugar la Eurocopa y regresó a finales de julio a Zubieta. Después de seguir un plan individualizado para incorporarse al grupo solo jugó 57 minutos ante el Eibar en los amistosos de preparación. No pudo ir al Camp Nou en la jornada inaugural por problemas en la rodilla pero ya estaba listo para la segunda ante el Rayo Vallecano, en la que jugó 88 minutos. Desde entonces ha jugado una media de 83 minutos por partido. Tras su lesión se ha perdido las citas contra el Granada y el Elche saldadas con sendas victorias.