Alexander Isak evoluciona a jugador total
La notable fase de grupos que ha firmado el realista con Suecia en la Eurocopa demuestra que es algo más que un delantero al uso
La fase de grupos de la Eurocopa ha permitido a los aficionados de la Real Sociedad disfrutar de una versión distinta a la ... conocida de Alexander Isak (Solna, Suecia, 1999). El Isak que se viste la elástica amarilla es, en efecto, un jugador con matices diferentes al que se pone la camiseta txuri-urdin. Mientras que como realista se ha destapado como un jugador al que le gusta vivir cerca del área rival y aprovechar los espacios para poder hacer gala de su velocidad, con el combinado nórdico ha demostrado ante España, Polonia y Eslovaquia que es mucho más que un delantero al uso.
El delantero de origen eritreo ha firmado varias acciones más propias de un media punta con gran recorrido que de un '9'. Para el recuerdo del aficionado quedará la jugada 'maradoniana' en la que casi marca el gol de la Eurocopa ante Eslovaquia, en la segunda jornada. Cogió el balón en el centro del campo, dejó atrás a cuatro adversarios y solo una gran parada de Dubravka evitó su gol. En estos tres partidos se ha visto a Isak en muchas ocasiones en el centro del campo, bajando a recibir balones para ayudar en la organización del juego ofensivo, tarea que en la Real es cosa de los Merino, Silva, Zubimendi u Oyarzabal.
La ausencia de grandes generadores de juego en la selección que dirige Janne Andersson obliga al atacante txuri-urdin a buscarse lejos del área rival la vida, y no le ha ido nada mal en esta fase de grupos desempeñando este rol de jugador total. Tiene pulmones y piernas para aguantar. Si bien es cierto que no se ha estrenado como goleador, Isak ha sido, junto a Forsberg, el jugador más peligroso de su equipo. Desde que aterrizó en Donostia en verano de 2019 siendo un joven desconocido para buena parte de la afición realista, su crecimiento deportivo ha sido imparable. Isak ya no es solo ese velocista que hace daño en el contraataque, ahora es un futbolista mucho más completo, incluso en el apartado físico también, donde ha ganado definición y volumen.
La Real le quiere renovar
Golpeo, regate, técnica, potencia, agilidad, inteligencia, instinto asesino... todas estas cualidades, unidas a sus 21 años, le convierten en uno de los delanteros más codiciados del mercado en estos momentos, cerca del escalafón en el que se sitúan estrellas recientes como Kylian Mbappé, Erling Haaland, Jadon Sancho o Phil Foden, entre otros. Tras el sobresaliente rendimiento que ha tenido en sus dos primeras temporadas en el Reale Arena, Jokin Aperribay y su equipo de trabajo se afanan en cerrar estas semanas un acuerdo de renovación con el delantero sueco, cuyo contrato actual concluye en 2024. Él ya ha dicho más de una vez que es feliz en Donostia.
Su cláusula de rescisión es de 70 millones de euros, una cifra inaccesible para la mayoría de los clubes
cotizado
En las oficinas de la entidad blanquiazul saben que, si todo sigue como hasta ahora, retenerlo más allá de este verano o del de 2022 va a ser muy complicado. Es la ley del fútbol. Con todo, su actual cláusula de rescisión es de 70 millones de euros, una cifra a la que pocos clubes de Europa pueden hacer frente en estos momentos, y más si cabe en un contexto de crisis global como este que ha originado la pandemia.
Las últimas informaciones que llegan desde los tabloides británicos apuntan a un fuerte interés del Arsenal por hacerse con sus servicios, pero en las últimas semanas también se ha vinculado su futuro a clubes como el Real Madrid, el Barcelona, o el Chelsea, reciente campeón de la Champions League. Todo parece indicar que una salida de Dortmund de Haaland o de Mbappé de Paris podría desencadenar un efecto dominó en el que la Real no quiere verse envuelta... sea como fuere, va a ser un verano largo. Y si se vuelve a salir el martes contra Ucrania en los octavos de final de la Eurocopa, más aún.
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