La vieja Europa, fuera de juego
El lema de la UE 'Unida en la diversidad' debiera convertirse en un acicate frente a la doctrina imperial que se impone
El nuevo mundo que anticipa Donald Trump representa una ruptura drástica de códigos y valores que parecían ya sólidamente instalados y que se han evaporado ... en menos de 15 días. Su novedosa posición a favor de Vladimir Putin y de los intereses de Rusia en la guerra de Ucrania resulta tan elocuente como inmoral. La doctrina 'imperial' de Trump termina por dar la razón al agresor, que es Rusia, y abre una línea de grave deslegitimación de Zelenski a quien acusa de haber iniciado la contienda y de perpetuarse en el poder como un dictador. Y por si fuera poco, además de la capitulación, exige con obscenidad hasta el 50% del control de los recursos del país.
El trumpismo como ideología de los intereses ha dejado a Europa fuera de juego al quebrar la unidad de acción entre los aliados sobre la que se basa la relación trasatlántica tras la Segunda Guerra Mundial. Los intentos de Macron por buscar una respuesta unitaria tropiezan aún con poderosos intereses nacionales. Hasta ahora Europa es incapaz de responder con una sola voz. Así nos va.
Una de las conclusiones de este viraje geopolítico tan traumático es un divorcio que empieza a fraguarse entre un centroderecha tradicional que pierde fuelle y una extrema derecha que gana terreno. No es en absoluto anecdótico que Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo coincidan en lo esencial respecto al conflicto que suscita el realineamiento norteamericano. PSOE y PP comparten que Ucrania necesita «una paz justa y duradera», no una vergonzosa capitulación que supone dar luz verde a las exigencias territoriales de Rusia y económicas de Estados Unidos.
En solo un mes el tablero geopolítico se ha movido más que a lo largo de los últimos 30 años
La ausencia de un pacto de Estado al respecto es una gran losa. Pero que PSOE y PP compartan diagnóstico y una estrategia de respuesta es un primer síntoma de que algo puede moverse en el universo político español y europeo. Se trata de un movimiento incipiente, que puede verse acelerado si se constituye en Alemania un gobierno de 'gran coalición' entre los demócratacristianos y los socialdemócratas tras las elecciones de hoy, en las que los ultras de Alternativa por Alemania pueden verse catapultados a la segunda posición. Que las dos familias tradicionales en Alemania se pongan de acuerdo en un contexto tan convulso e incierto puede tener repercusiones. Ambos partidos fueron los fundaron la Unión Europea junto a los liberales tras la catástrofe de la Segunda Guerra Mundial. Están en juego una serie de valores que parecían afianzados pero pueden desaparecer. La democracia pluralista está en serio peligro.
Si ese acercamiento centrista del centroderecha y del centroizquierda europeos resulta viable, los sectores más radicales perderán influencia. Eso supone que los partidos clásicos dejen de comprar el marco ideológico del extremismo en cuestiones tan sensibles como la inmigración y la seguridad. Los esencialismos patrioteros que esgrimen Aliança Catalana y Vox responden al mismo patrón, aunque se envuelvan en banderas diferentes.
El descoloque es general. Europa se convierte en el campo de batalla preferido de sus soflamas ideológicas y sus amenazas. El lema de la Unión Europea 'Unidos en la diversidad' se convierte en una novedosa referencia que puede romper el encarnizado enfrentamiernto de bloques ideológicos que hemos vivido hasta ahora y que tiene un telón de fondo de lucha por el poder. El paisaje que se avecina -corrientes europeístas frente al totalitarismo no europeísta- puede ser devastador. En solo un mes el mundo parece que ha cambiado más que en 30 años. Un vuelco demoledor para una Europa en declive que puede quedarse fuera de foco por primera vez en su historia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.