Los gobiernos central y vasco se han conjurado para desbrozar el camino de las 36 transferencias pendientes -la del régimen económico de la Seguridad Social ... se quedará por el momento en el tintero- para que Euskadi pueda sustanciar el contenido del Estatuto de Gernika, casi 40 años después de aprobarse la norma de autogobierno de los vascos. Parece que Pedro Sánchez tiene la firme voluntad de entregar en lo que quede de su legislatura -con el 'superdomingo' descartado para las generales- las competencias pendientes al gabinete de Urkullu que durante tantos años los gobiernos de turno que pasaban por Moncloa custodiaban en caja fuerte bajo siete llaves como coartada para solventar sus urgencias políticas. Zapatero hizo uso de este comodín -entregó 20 transferencias- en 2010 para asegurarse los favores del PNV en los Presupuestos, a pesar de que la jugada le incomodaba en cierta manera al entonces lehendakari Patxi López, que en su primer debate de política general tuvo que ver cómo los jeltzales se anotaban el éxito de aquel abultado paquete de transferencias. Aunque eran otros tiempos y otras circunstancias políticas, Sánchez, en una indisimulada inferioridad numérica en el Congreso, se ve obligado ahora a utilizar este recurrente salvoconducto para asegurarse la lealtad que en todo momento está demostrando el PNV a la acción de gobierno del presidente socialista. Sánchez, para salvar los muebles de la legislatura y plantarse hasta el 2020, necesita aprobar sus Presupuestos, y para ello los catalanes siguen teniendo la llave, aunque cada vez que pasan los días los independentistas catalanes se están pensando más de una vez las consecuencias de pulsar el botón nuclear, ya que un adelanto electoral podría propiciar el desembarco del tridente conservador a los mandos de la Moncloa, con Vox incluido. Un escenario que une mucho en la otra parte.
Mientras, el lehendakari Urkullu, que como presidente del EBB ya saboreó hace nueve años las mieles de recepcionar una buena tacada transferencias, confía en mejorar aquella situación. Habría que superar el número 20. Casi nada.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión