Urkullu no acudirá a la jura de la Constitución de Leonor y el PNV aún no ha decidido su asistencia

Además, recuerdan que Iñigo Urkullu tampoco acude a los actos que se celebran con motivo del Día de la Constitución y en eventos similares, a lo que se une que el martes tiene lugar el Consejo de Gobierno con presencia del lehendakari.

La ausencia de Urkullu se suma a la del presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, quien justificó la decisión por su «espíritu republicano». Sin embargo, hace 37 años tanto José Antonio Ardanza como Jordi Pujol sí estuvieron presentes en la jura del entonces príncipe Felipe. Por otra parte, Urkullu sí acudió a la proclamación de Felipe VI en 2014, al igual que Artur Mas.

Por lo que se refiere a las formaciones vascas con representación en el Congreso, EH Bildu ya ha anunciado que no estará presente –tampoco acudirán a la Jura ERC, Junts y BNG, porque no reconocen la Monarquía– en tanto que el PNV ayer todavía no había tomado una decisión oficial al respecto. Los jeltzales, con Aitor Esteban a la cabeza, sí participaron en las dos últimas rondas de consultas con el Rey en el marco del proceso de investidura del presidente del Gobierno.

A la ceremonia está previsto que acuda buena parte de los diputados y senadores del PSOE, PP, Vox, Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro.

Sumar, socio mayoritario del Gobierno, ha garantizado la presencia de los cargos de la Mesa del Congreso el 31 de octubre. Así lo confirmó ayer el diputado de los comunes y secretario primero del máximo órgano regulador, Gerardo Pisarello, asegurando que su grupo parlamentario abordará este tema en una reunión. «Hay diputados que se han manifestado a favor de no asistir», señaló en rueda de prensa.

Pisarello hizo mención expresa a los integrantes de la Mesa a la que pertenece y apeló a las personas « que tenemos competencias institucionales», dejando entrever, de manera indirecta, la presencia de la vicepresidenta en funciones, Yolanda Díaz y del resto de ministros de la coalición previa con Unidas Podemos: Ione Belarra, Irene Montero, Alberto Garzón y Joan Subirats.

En su opinión, «realizar un acto para legitimar el principio hereditario en el siglo XXI me parece un anacronismo desde el punto de vista democrático. Leonor de Borbón jurará la Constitución en una sociedad que no se parece a la monarquía». Y aunque asistirá al acto del martes por su cargo institucional, asegura que saldrá del mismo con las mismas ideas. «La monarquía hereditaria es una antigualla», apostilló Pisarello.

Otro ilustre será el rey emérito, que no acudirá al Congreso, y cuya asistencia a la celebración familiar de carácter privado que tendrá lugar en El Pardo horas después también está en el aire.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, recordó ayer en Bilbao que en Euskadi existen dos lenguas oficiales, el euskera y el castellano, y los vascos «tienen derecho a ser atendidos» en ambos idiomas, al igual que «el resto de habitantes del Estado tienen la obligación de conocer» esa realidad.

Urkullu realizó estas declaraciones después de que el pasado lunes inaugurara en el Palacio Euskalduna el XXVI Congreso Nacional de la Empresa familiar, que congregó a cientos de empresarios de todo el Estado y fuera interrumpido con toses, carraspeos y murmullos en el momento en el que hablaba en euskera.

El martes, tras clausurar el evento, el presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Andrés Sendagorta, reveló que esa misma mañana había trasladado al lehendakari la necesidad de que se realice un esfuerzo de «pedagogía» con el euskera, que es «un tesoro, no solo de los vascos, sino de todos los españoles».

Ayer el lehendakari respondió a los periodistas que le preguntaron sobre esta cuestión, tras presentar el acto por el 40 aniversario de la primera ley sobre las entidades de previsión social voluntaria (EPSV), aunque no quiso desvelar si le han pedido disculpas desde el Instituto de la Empresa Familiar. «Ya se ha dicho públicamente todo lo que se podía decir y no voy a decir nada más», zanjó.

No obstante, sí recordó que el Congreso se celebró en Euskadi, donde hay dos lenguas oficiales, que él utiliza habitualmente en sus discursos. «Me pronuncio tanto en euskera como en castellano en el mismo sentido. No utilizo el euskera para decir unas cosas que luego no diga en castellano. No utilizo el castellano para decir unas cosas que luego no diga en euskera», explicó.