Urkullu defiende un nuevo modelo plurinacional que blinde el autogobierno vasco y sirva para desbloquear Cataluña
El lehendakari avisa que su proyecto político no provocará una fractura social y una pérdida de capacidad institucional del autogobierno
Era el acto central del lehendakari ante la colectividad vasca en Argentina, que preside hasta mañana los actos de la Semana Vasca en localidad costera del Mar del Plata. Ante un abarrotado polideportivo del Club Atlético Quilmes, Urkullu hizo un detallado repaso de la situación política en la que se encuentra Euskadi. Ante la atenta mirada de la diáspora argentina, el lehendakari habló de propuestas y posibles soluciones al cuestionado modelo territorial del Estado, con el debate recientemente abierto sobre el nuevo estatus vasco por parte de los expertos y la crisis abierta en canal en Cataluña desde hace un año. Un nuevo modelo plurinacional que acogiera la demanda del lehendakari de relación bilateral con el Estado y que pudiera servir para el Gobierno central pudiera afrontar la crisis territorial que «aflige» al Estado, en velada alusión a Cataluña.
No obstante, el lehendakari, al ser preguntado por un miembro de la colectividad marplatense por la encrucijada catalana, dejó bien claro que son dos realidades políticas diferentes y que no promocionaría un proyecto político que «pudiera provocar la fractura y frustración social, así como una pérdida de la capacidad institucional de autogobierno». De esta manera, aunque dijo respetar los planteamientos políticos para alcanzar determinados «anhelos», se desmarcó claridad ante la diápora argentina de los movimientos protagonizados por los dirigentes catalanes en el último año. Urkullu no irá por ese camino.
Urkullu, ante medio millar de vascoargentinos, defendió su plan de buscar nexos entre las diferencias esgrimidas por los partidos para desatascar el bloqueo institucional del Estado ante las reivindicaciones territoriales planteadas por Euskadi y Cataluña, aunque esta comunidad no la llegara a nombrar expresamente.
El lehendakari rescató buena parte de su discurso desplegado en el último debate de política general e insistió en la necesidad de colmatar el Estatuto de Gernika con el trasvase de las transferencias pendientes. «Cumplirlo en su totalidad significaría retomar el espíritu de concordia y pacto de 1979». Es un pacto, subrayó, que cumple la legalidad tanto «en el principio de legalidad como el democrático», recordó. Urkullu reclamó una vuelta del calcetín al modelo territorial actual del Estado y sostuvo que la actual estructura de relaciones no funciona y debe buscarse un acuerdo para su modificación.
Por este motivo, abogó por acordar con el Estado un nuevo modelo plurinacional, que acepte «la diversidad territorial que aflige al propio Estado» y que estuviera basado en el «modelo de bilateralidad y en la aplicación de los principios del Concierto económico al futuro de la convivencia política». En este punto, Urkullu defendió que los poderes del Estado deben reconocer «la realidad nacional de Euskadi y nuestro modelo de comunidad a política singular». Sugirió que si el Estado abre el melón de la territorialidad para implementar una relación bilateral blindada de Euskadi, el Gobierno central daría así cauce a las aspiraciones de una comunidad cuyo autogobierno, recordó, «no es fruto de una decisión tecnocrática, sino de la pulsión secular, teñida de sacrificio, compromiso y exilio, tal y como conocen ustedes».