Urkullu defiende un modelo que blinde el autogobierno y desbloquee Cataluña
Expone en su principal acto en Argentina los siete «nexos» para «ensanchar» el acuerdo sobre el nuevo estatus en el Parlamento Vasco | Descarta ante la diáspora vasca aplicar en Euskadi proyectos de «fractura social» como el catalán
Era el acto central del lehendakari ante la colectividad vasca en Argentina, que preside hasta hoy los actos de la Semana Vasca en la localidad costera de Mar del Plata. Ante un abarrotado polideportivo del Club Atlético Quilmes, Urkullu hizo ayer un detallado repaso de la situación política en la que se encuentra Euskadi. Ante la atenta mirada de la diáspora argentina, el lehendakari habló de propuestas y posibles soluciones al cuestionado modelo territorial del Estado, con el debate recientemente abierto sobre el nuevo estatus vasco por parte de los expertos y la enrevesada crisis abierta en canal en Cataluña desde hace un año. Un nuevo modelo plurinacional que pudiera acoger la demanda del lehendakari de relación bilateral con España y que pudiera servir para el Gobierno central pudiera afrontar la crisis territorial que «aflige» al Estado, en velada alusión a Cataluña.
No obstante, el lehendakari, al ser preguntado al término de su conferencia por un miembro de la colectividad marplatense por la encrucijada catalana, dejó bien claro que son dos realidades políticas diferentes y que de ninguna manera promocionaría para Euskadi un proyecto político que «pudiera provocar la fractura y frustración social, así como una pérdida de la capacidad institucional de autogobierno».
Agenda de hoy
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Bailes vascos El lehendakari participa a las 11 horas en las actividades de la Semana Nacional Vasca, con una exhibición de danzas en Mar del Plata.
De esta manera, aunque el lehendakari dijo respetar los planteamientos políticos para alcanzar determinados «anhelos», se desmarcó con claridad meridiana ante la diáspora argentina de las consecuencias generadas por los movimientos protagonizados por los dirigentes catalanes en el último año. Urkullu, que se entrevistará el próximo día 14 en Lehendakaritza con el president Torra, no irá por ese camino. Insistió en su intervención que en Euskadi se está trabajando por un nuevo estatus, que aunque ha generado visibles discrepancias en la redacción del acuerdo de bases preliminar, abogó por ensanchar con siete «nexos» de unión entre las diferentes posturas de los partidos para la consecución de un autogobierno pleno. «Es evidente que hay desavenencias. No las voy a desdeñar. Pero más evidente es la relevancia y profundidad de las coincidencias. Esto es lo que tenemos que aprovechar», subrayó.
Vuelve a distanciarse del secesionismo y de sus consecuencias para el actual autogobierno
Las explicaciones del lehendakari en esa respuesta buscaban diferenciar ante los vascos de la diáspora los pasos que se están dando en Euskadi para el blindaje del autogobierno de las consecuencias traumáticas que ha ocasionado en los últimos meses el procés independentista en Cataluña. «Se podría preguntar por lo que pueden aprender los catalanes de la experiencia vasca», sorprendió Urkullu con estas palabras, que recibieron el aplauso del público, en la introducción de su respuesta sobre este asunto. La contestación se extendió durante ocho minutos.
Urkullu, ante medio millar de vascoargentinos, defendió su plan de buscar acuerdos frente a las diferencias de los partidos para desatascar el bloqueo institucional del Estado ante las reivindicaciones territoriales planteadas por Euskadi y Cataluña, aunque esta comunidad no la llegara a nombrar expresamente en su intervención previa al turno de preguntas.
El lehendakari rescató buena parte de su discurso desplegado en el último debate de política general e insistió en la necesidad de colmatar el Estatuto de Gernika con el trasvase de las transferencias pendientes. «Cumplirlo en su totalidad significaría retomar el espíritu de concordia y pacto de 1979». Es un pacto, subrayó, que cumple la legalidad tanto «en el principio de legalidad como el democrático», recordó. Urkullu reclamó una vuelta al calcetín del modelo territorial actual del Estado y sostuvo que la actual estructura de relaciones no funciona y debe buscarse un acuerdo para su modificación.
Por este motivo, abogó por acordar con el Estado un nuevo modelo plurinacional, que acepte «la diversidad territorial que aflige al propio Estado» y que estuviera basado en el «modelo de bilateralidad y en la aplicación de los principios del Concierto económico al futuro de la convivencia política». En este punto, Urkullu defendió que los poderes del Estado deben reconocer «la realidad nacional de Euskadi y nuestro modelo de comunidad política singular». Sugirió también que si el Estado abre el melón de la territorialidad para implementar una relación bilateral blindada de Euskadi, el Gobierno central daría así cauce a las aspiraciones de una comunidad cuyo autogobierno, recordó, «no es fruto de una decisión tecnocrática, sino de la pulsión secular, teñida de sacrificio, compromiso y exilio, tal y como conocen ustedes».