Urkullu carga contra la «anacrónica» Monarquía para justificar su ausencia en la jura de Leonor

Iñigo Urkullu ha aclarado que no se trata de una falta de respeto, «todo lo contrario, transmito a los poderes del Estado, con transparencia y lealtad, el desacuerdo que tanto la continuidad de la monarquía tradicional hereditaria, como el modelo uninacional del Estado, produce en la sociedad vasca». Además, tras recordar que «no es la primera vez» que expresa sus «reservas» respecto a las características de la monarquía española, ha subrayado que «en más de una ocasión» ha planteado la necesidad de «tomar decisiones para 'republicanizar' la monarquía; es decir, adecuarla a la realidad de la sociedad en el siglo XXI».

También ha puntualizado que hay aspectos en la monarquía española que «deben cambiarse». El primero la inviolabilidad, ya que «nadie debe estar por encima de la ley y los episodios en los que se ha visto involucrado el rey emérito dan buena prueba de ello». Asimismo, ha pedido que sea una institución transparente, para que «sus cuentas sean fiscalizadas como se hace con todas las instituciones». Y ha subrayado que «el mando del ejército no puede caer en una persona de manera hereditaria».

El lehendakari ha recordado que el Parlamento Vasco aprobó por mayoría, el pasado 30 de marzo, una iniciativa en la que solicitaba una «necesaria reforma» de la Constitución, que incorporara la «posibilidad de cambio de la forma política del Estado, habilitando la opción de la República», así como el «reconocimiento del carácter plurinacional del Estado, y el consiguiente derecho a decidir de los pueblos».

Asimismo, ha añadido que «la monarquía, como cualquier otra institución, no está exenta de la crítica y el escrutinio público». «Tenemos el derecho y el deber de expresar, con respeto y claridad, aquello que compartimos mayoritariamente; y de proponer, con respeto y claridad, aquello que consideramos debe ser modificado», ha señalado.

Fuentes de Lehendakaritza ya anunciaron la semana pasada que Urkullu no acudiría a este evento. «Con todo respeto a la Casa Real», explicaban, se trata de un acto protocolario de jura a una Carta Magna que contó con una abstención mayoritaria en Euskadi en su referéndum. En concreto, la convocatoria del 6 de diciembre de 1978 se saldó con un 55,3% de abstención, un 34,8% de votos a favor y un 24,3% en contra.

Además, recordaron que Iñigo Urkullu tampoco acude a los actos que se celebran con motivo del Día de la Constitución y en eventos similares, a lo que se une que el martes tiene lugar el Consejo de Gobierno con presencia del lehendakari.