Eduardo Gudynas: «Trump se dirige hacia una democracia autoritaria»
El exdirector del Centro Latinoamericano de Ecología Social reflexiona este martes en San Sebastián sobre «la policrisis» y la nueva Administración norteamericana
Eduardo Gudynas, biólogo uruguayo y exdirector del Centro Latinoamericano de Ecología Social, ofrece este martes a las 19.00 horas en el Museo de San ... Telmo de San Sebastián una conferencia sobre «la policrisis»y las derivadas del trumpismo «para la construcción de alternativas». La charla, organizada por la revista de pensamiento 'Galde', en colaboración con el centro cultural donostiarra, se lleva a cabo en un contexto de una gran incertidumbre geopolítica.
- ¿Qué quiere decir cuando habla de policrisis?
- No se trata de indicar la existencia de múltiples crisis, sino otro modo de entenderlas íntimamente relacionadas. La emergencia de Donald Trump en su segunda Presidencia me permite reflexionar no solo sobre su incapacidad para hacer frente a la policrisis democrática y ambiental, sino que pone el foco en cómo funciona el universo Trump, algo que va más allá de su figura personal, y que tiene que ver con un grupo de teóricos e intelectuales de la denominada nueva teoría del postconstitucionalismo radical. Ese es el cambio profundo que se ha producido.
- ¿Qué entiende por postconstitucionalismo?
- Pues un entramado de grupos de extrema derecha que intentan condicionar a los gobiernos y desmontar, al menos en los Estados Unidos, una serie de aspectos ligados al funcionamiento de la democracia.
- ¿Europa puede hacer de contrapeso?
- El problema es que para que Europa recupere un papel debe tener en cuenta que tendría que superar muchas realidades distintas. Cuando el vicepresidente estadounidense, JD Vance, se dirige a Europa y lanza los mensajes que lanza admite que no existe una sola voz entre sus interlocuciones y juega a azuzar esa división, lo que lleva a soluciones extremistas, alejadas de los consensos básicos.
- Con un mundo en las redes que precipita los movimientos...
- Sería cauteloso en ver la incidencia real de las redes sociales. La clave de que determinadas tesis prosperen es que han tenido voto popular en las urnas. No creo en la idea de la confabulación empresarial contra la democracia ni en un contubernio ultra. Yo sé que dentro del mundo de las empresas hay de todo, las hay que hacen una apuesta expresa en contra del cambio climático. No todo es lo mismo.
- ¿Estamos reaccionando?
- Me temo que no, aunque convendría esperar un poco. Que, con excepción de España y Alemania, los mensajes hostiles de Vance en Europa no hayan sido contestadas es bastante significativo de los peligros que encierra cierta espiral del silencio. Algunos países del sur, por ejemplo España, pueden tener un papel en este contexto, aunque no me corresponde a mí explicar cómo puede aprovechar el momento para convertir la crisis en una oportunidad.
- ¿Está en riesgo la democracia liberal?
- No diría tanto, pero es evidente que el actual sistema que ha sido avalado en las elecciones de Estados Unidos, camina hacia una nueva interpretación del modelo político,. Con Trump vamos hacia una democracia autoritaria y hacia una experiencia que ya se ha vivido en otros países en años anteriores. Por ejemplo, en el Perú, en el primer gobierno de Alberto Fujimori, o en su momento también en Uruguay. Eran modelos que corroboraban «una democracia amañada». Y esto se traduce tanto en la supresión de servicios públicos como en determinados recortes contra las medidas de igualdad y diversidad, salud y lucha contra el cambio climático.
- ¿Pero el trumpismo pone en riesgo al Estado?
- No pone en riesgo la intervención del Estado, lo que hace es derivar el mismo hacia un modelo restrictivo y autoritario desde el punto de vista del Poder Ejecutivo en detrimento del legislativo y del Poder Judicial, además de su olímpico desprecio a las instituciones internacionales. Una ruptura de los equilibrios tradicionales que conocíamos.
- La quiebra de la separación de poderes de Montesquieu...
- Efectivamente. Los consensos internos están rotos en una sociedad en la que estas tesis disruptivas las apoya un grupo, con fanáticos por cierto entre ellos; otros se posicionan en contra y hay una franja que se sitúa fuera del campo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.