El PP vivirá hoy la primera jornada de un congreso que pasará a los anales de su historia por ser el primero en el que ... el nuevo presidente del partido será elegido tras un proceso de pseudo primarias que destierra el anacrónico método del 'dedazo'. Desde el pasado 5 de julio hasta la fecha los dos aspirantes a ocupar la planta noble de Génova han transitado sin pena ni gloria por las diferentes plazas populares sin entusiasmar a los parroquianos con sus propuestas y proyectos porque, sencillamente, no han existido en boca de los candidatos.
La campaña ha resultado tediosa, sólo envuelta por intrigas internas -como la comida de exministros críticos con Santamaría- y vídeos malintencionados lanzados desde ambas esquinas del cuadrilátero. Esta carrera por el cetro popular deja un sabor amargo por la notoria desmovilización de la militancia y, además, sólo ha proyectado una descomunal fractura del partido de gigantescas consecuencias. La puntilla ha sido la ausencia de un debate, que era imprescindible para que los aspirantes hubiesen medido sus proyectos de centroderecha continuista, en el caso Santamaría, o de derecha-derecha rejuvenecida, encarnada por el 'aznarista' Pablo Casado. Tampoco nunca se sabrá qué resultado se habría registrado si en una segunda vuelta hubieran sido los militantes y nos los compromisarios los llamados a elegir el nuevo presidente del partido. Toda una incógnita.
Rajoy, reconvertido en registrador de la Propiedad de Santa Pola, será hoy protagonista indiscutible de la jornada inaugural del cónclave porque se despedirá del partido con un discurso que a buen seguro sonará a testamento político. Parecería lógico que reivindicase su gestión al frente del partido y del Gobierno -abruptamente despojado por una sentencia de corrupción- frente a quienes desde los aledaños del partido le han ninguneado, véase Aznar.
El discurso de Rajoy será analizado con lupa por los compromisarios que votarán al día siguiente. Hay quien cree que el presidente saliente, hasta ahora en una teórica posición neutral, podría deslizar alguna clave sobre el futuro del partido. Atentos al último código Mariano.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión