Sánchez confía en que el 14F catalán afiance la legislatura y despeje los roces con Iglesias
En Moncloa se trabaja con la hipotesis de un gran avance del PSC en las elecciones catalanas que reoriente la política hacia «el reencuentro»
Pedro Sánchez ha blindado con Pablo Iglesias la sostenibilidad de la legislatura después de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado con el ... bloque de partidos que hizo factible la investidura y a pesar de las desavenencias aireadas en las últimas semanas. Pero sobre todo confía en que los resultados de las elecciones catalanas el 14 de febrero reorienten la política en Cataluña hacia el reencuentro –pilotado por el PSC y los Comunes–, permitan asentar la coalición PSOE-Unidas Podemos y despejar así los roces de los últimos meses entre los aliados de izquierda.
El blindaje del pacto Sánchez-Iglesias no implica que haya desaparecido un patente malestar en el área socialista del Gobierno por la táctica empleada por Unidas Podemos a la hora de difundir las diferencias internas del Ejecutivo con el objetivo de presionar desde la izquierda al PSOE. Pero se ha optado por no exhibir públicamente el descontento e intentar cicatrizar las heridas. El presidente va a subrayar en los próximos días un mensaje muy concreto en favor de preservar «la unidad de la izquierda», un concepto que cuenta con un elevado grado de aprecio en el electorado progresista y que Sánchez va a utilizar como un discurso recurrente para taponar la vía de las contradicciones que ha agrietado las relaciones entre los dos socios de gobierno.
En el entorno de Sánchez se descarta una crisis de gobierno después de los comicios catalanes
remodelación
Es verdad que la sangre no ha llegado al río, ni tampoco va a llegar. Pero tanto Sánchez como el PSOE consideran que ha llegado el momento de clarificar las relaciones de fuerza en el seno de la propia coalición. «Desde septiembre Iglesias ha elegido la vía de la política del conflicto y es un error», reconocen en Ferraz, que matizan que la coalición nunca ha estado en peligro y que la existencia de tensiones forma parte de la cultura de la alianza, que es inédita en España y se ha convertido en una referencia novedosa para la socialdemocracia europea.
El debate de las pensiones
Además, los mismos medios recalcan que el marcaje de los morados tampoco resulta eficaz porque no va a proyectar una mayor visibilidad a Unidas Podemos, que descansa demasiado en el perfil personal de su líder.
Los problemas que se han suscitado acaban siempre en una mesa de negociación en la que el grado de sintonía es mayor que el que se proyecta en los medios de comunicación. De esta forma, los socialistas desdramatizan el enfrentamiento planteado con su socio en cuestiones conflictivas como la subida o congelación del Salario Mínimo, la ley antidesahucios o las medidas contra los cortes de suministro de agua, gas y electricidad mientras dure el Estado de Alarma contra la pandemia. Otra cuestión es el debate sobre el aumento a 35 años del período de cotización de las pensiones, que puede repercutir a medio y largo plazo en una bajada de las mismas. Una pretensión que choca de lleno con la oposición de Unidas Podemos y el rechazo de los sindicatos en la mesa de diálogo social.
Desde La Moncloa se quita hierro a este asunto y se niega que sea una bomba política de relojería en la coalición. Sobre todo, porque no hay una decisión tomada al respecto. «Lo que se ha hecho solo es abrir el debate, que era el gesto que pedía Bruselas«, apuntan en el entorno de Sánchez, que insisten en que no es lo mismo abrir una discusión para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones ante la llegada del 'baby boom' al período de jubilación que dar por sentado un divorcio en un tema bien sensible, que además puede generar su contestación en el socialismo español.
El presidente presentará mañana un informe de rendición de cuentas del balance de la coalición
descontento
Sánchez ultima con sus colaboradores la presentación mañana mismo de un informe de rendición de cuentas del balance del programa de coalición al que da mucha importancia y que formaba parte de sus compromisos programáticos como una práctica de 'buena gobernanza'. Un documento que cuenta, además con la participación de un grupo de expertos universitarios independientes.
El desenlace de las elecciones en Cataluña se va a convertir en el verdadero punto de inflexión y una viga maestra de la estabilidad de la legislatura española. En Moncloa se parte de la convicción de que el socialismo catalán liderado por Miquel Iceta va a obtener un gran resultado electoral, porque es ya visualizado como la formación «del reencuentro» que busca una solución para el conflicto de convivencia. Y es que el PSC sale a por todas a la arena electoral, convencido de que el desplome de Ciudadanos lo ha convertido ya como la alternativa útil al independentismo. El entorno de Sánchez quiere que el papel del PSC sea determinante para reorientar la política en Cataluña.
La última encuesta del CIS no ha encendido las luces de alarma en el equipo de Sánchez, en donde se relativiza de forma considerable este tipo de sondeos cuando no existe un ambiente de movilización electoral. Sí preocupa que pueda cristalizar una caída electoral de Podemos que afectaría al sistema de alianzas del futuro, ya que una parte notable de ese retroceso tampoco lo capitaliza el PSOE. Con todo este contexto, en el entorno de Sánchez se descarta una crisis de gobierno, aunque es una facultad que depende exclusivamente del presidente del Ejecutivo.
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