Zapatero defiende negociar las Cuentas con EH Bildu porque el diálogo es parte de «la generosidad democrática»
El expresidente del Gobierno considera que «no hay condiciones» para un consenso de una memoria compartida
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha defendido este lunes que se negocien los Presupuestos Generales del Estado con EH Bildu porque el diálogo es parte de «la generosidad democrática». Ha recordado, además, que el PSOE, el PP y todos los partidos consideraron, en los años «durísimos de ETA» que, «una vez que la violencia terminara, las pistolas callaran y quedara en la memoria la injusticia radical de lo que fue matar y asesinar, la democracia permite a todas las opciones que puedan desempeñar su función»». «Me parece la demostración mas clara del éxito de la democracia», ha afirmado, convencido de que independientemente de que «uno puede tener todos los sentimientos que tenga sobre el pasado», tiene, a su juicio, que defender, porque forma parte de la generosidad del espíritu democrático, que las fuerzas políticas que tienen representación y votos ciudadanos puedan dialogar y llegar a acuerdos».
«Uno puede estar más lejos o más cerca de esa ideología política, pero la democracia debe ser coherente. La democracia tuvo un principio esencial que era que, una vez que «se dejara de producir la condenable e inaceptable» violencia de ETA, permitiría que todas las voces y opiniones «se expresaran«, ha recordado el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en una entrevista en Radio Euskadi.
A aquellos compañeros de su partido a los que incomoda que se hable con EH Bildu les ha recordado que se debe aplicar «el principio de la coherencia». José Luis Rodríguez Zapatero ha remarcado que «cada vez que ve a Bildu o a cualquier fuerza política, por más extrema que sea o que tenga planteamientos que están lejos» de sus posiciones «dialogando y llegando a acuerdos es la demostración más clara del éxito y de la victoria de la democracia».
Preguntado por la reunión que mantuvo con Arnaldo Otegi en 2018, ha asegurado que no se han vuelto a ver, pero que no descarta «poder hacerlo en algún momento» y ha afirmado que el tiempo transcurrido de aquella reunión, «me ha servido para seguir reflexionando, ahondando«. Rodríguez Zapatero ha indicado que la reflexión debe ser »patrimonio del conjunto de la sociedad«.
En su reflexión se ha preguntado si es pronto para hacerlo porque, «quizá, acontecimientos como el fin de la violencia necesite que se madure, que se sosiegue y racionalice». También se ha cuestionado si se será capaz de llegar a un consenso de resultados sobre «cómo nació ETA, por qué se vivió tantos años en el horror, cómo es posible que se mantuviera tantos años ese horror y cómo fue el fin de la violencia». En su opinión hoy por hoy, «no hay condiciones» para un consenso de una memoria compartida, al menos de las fuerzas políticas democráticas. «Creo que la democracia sigue necesitando un reconocimiento del daño causado del dolor más intenso, más sólido y más fuerte por parte de quienes, en alguna medida, estuvieron en el apoyo o en comprensión», ha citado, convencido de que se trata de procesos que no se hacen «de un día para otro».
Rodríguez Zapatero ha valorado positivamente los acercamientos de presos de ETA como «medidas sensatas y prudentes que contribuyan a pasar un página, sin que suponga el olvido, sino todo lo contrario, una memoria profunda«. Ha afirmado también que «es notorio y notable« que el proceso de diálogo con ETA, «dio a largo plazo unos resultados muy positivos« y ha rendido »un homenaje de reconocimiento« al socialista Jesús Eguiguren «por su implicación, empuje, gallardía y porque fue decisivo«.
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha manifestado que está lejos de la posibilidad de que pueda haber un pacto en Euskadi para un Gobierno de coalición entre EH Bildu y el PSE-EE. «No lo veo en un futuro ni inmediato ni a medio plazo», ha añadido. El entendimiento entre el PNV y el PSE-EE goza, a su juicio «de buena salud». «Se ha demostrado que es un factor de estabilidad para Euskadi y que equilibra las políticas sociales, con la impronta del PSE-EE», ha remarcado para asegurar que tiene «una afectuosa y muy buena opinión» de Iñigo Urkullu, un lehendakari que, según ha recordado, ayudó, en la etapa de su Gobierno, a transitar «razonablemente hacia el final de la violencia de ETA».
Preguntado por si cree que las instituciones el Estado deben pedir perdón por las acciones de los GAL, Zapatero ha recordado que el tema de este grupo terrorista fue juzgado y todos son «muy conscientes de lo que fue y representó». «Creo que darle una dimensión comparativa no resiste la historia ni un juicio ponderado», ha dicho. Tras recordar que detrás estuvieron funcionarios públicos, ha subrayado que, mientras ETA fue «defendida ideológicamente» durante décadas, ha recordado que «nadie ha defendido ideológicamente» a los GAL. Ha calificado como «acción reprobable» y ha añadido que el problema no lo sitúa «en que necesitamos más contrición o que es muy suficiente cómo se ha perdido perdón a las víctimas, sino en el terreno de que es imprescindible que ideológica e intelectualmente se llegue al punto y final de decir que eso fue una barbaridad«. Ha reclamado, por ello, que debe haber «toda la empatía, el acercamiento y la comprensión hacia las víctimas y sus familias», pero, al mismo tiempo, es «más importante lo que intelectualmente representa decir 'cómo se pudo hacer esto'».
Zapatero también ha realizado un llamamiento a la «tregua» en el debate político, a sumar esfuerzos y a no pedir ahora responsabilidades a ningún Gobierno, sea el central o los autonómicos, en estos momentos en los que, a su juicio, lo crucial es hacer frente a la pandemia de la covid-19. Además, ha destacado que se vive «un trance» que exige, «al menos, sino más consensos, menos exageraciones». Ha admitido que polémicas como la surgida entre el Gobierno central y el de la Comunidad de Madrid «producen una cierta inquietud». «Todos tenemos que ser conscientes que esta pandemia no da tregua, como hemos comprobado con esta segunda oleada y, por tanto, deberíamos promover una cierta tregua en el debate político», ha apuntado.
El expresidente del Gobierno ha abogado, además, por la institucionalización de la Jefatura del Estado y la monarquía, y ha defendido que «una visión institucional de la democracia es una visión republicana». Ha asegurado que, para él, han sido «una sorpresa y un disgusto» las informaciones sobre Juan Carlos I, con el que ha tenido «una relación muy positiva y cordial», que ahora no va a negar.