Secciones
Servicios
Destacamos
DAVID S. OLABARRI
Viernes, 21 de septiembre 2018, 17:57
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Sólo la suerte o la falta de pericia de los terroristas evitó que estallasen los dos cócteles molotov que Ibon Iparraguirre lanzó contra la valla de la comisaría de Ondarroa. Aquellos dos pequeños artefactos eran, en realidad, un cebo. Una trampa para cazar a ...
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.