El Gobierno ya sitúa al 70% de los presos de ETA en cárceles de Euskadi y Navarra
Los doce nuevos acercamientos de ayer confirman el final de la estrategia de la dispersión de los reclusos
El último acercamiento de presos –12 traslados anunciados ayer mismo por parte de Instituciones Penitenciarias– confirma el fin de la dispersión de presos de ETA diez años después del final del terrorismo de ETA.
En los últimos 20 días han sido acercados 21 presos. Los propios responsables de Etxerat dieron ayer datos que corroboran este cambio sustancial. Un 70% de los reclusos condenados en su día por delitos de terrorismo se encuentran ya en las cárceles de Euskadi y Navarra. Son decisiones que se han intensificado en las últimas semanas a pesar de la notable contestación de los partidos de la oposición de centro-derecha y de algunas asociaciones de víctimas de ETA, que no ocultan su indignación por los anuncios. Sin embargo, el Ejecutivo no echa marcha atrás en sus decisiones.
Los portavoces de Etxerat habían convocado la comparecencia pública de ayer para anunciar una protesta el próximo domingo en las playas de Gipuzkoa, de Bizkaia y de Iparralde contra la 'excepcionalidad' que, en su opinión, mantienen los gobiernos español y francés. «Continúa siendo necesaria la activación de la sociedad vasca para que se ponga fin, definitivamente, a las medidas de excepción». En su opinión, «han sido más de tres décadas de régimen extraordinario, de aislamiento, de alejamiento sistemático y generalizado de los presos».
Las cifras
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110 presos de 180 están ya en prisiones vascas y navarras.
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27 están en tercer grado frente a 122 presos que deberían estar en ese régimen, según Etxerat.
A su juicio, también los familiares «han sido víctimas de esa excepcionalidad, con «sufrimiento, un ingente gasto económico, accidentes con cientos de personas heridas y 126 personas muertas en las carreteras de la dipersión». Las protestas han sido organizadas en 15 playas de Gipuzkoa y Bizkaia, así como en la de Hendaia.
Los acercamientos dan protagonismo a la política de Justicia restaurativa del Gobierno Vasco
Aunque los portavoces de Etxerat reconocieron que «la situación ha mejorado ostensiblemente», recordaron que 110 reclusos del total de 180 se encuentran ya en prisiones vascas y «aunque en número muy inferior al que debiera, se están produciendo progresiones a tercer grado».
En ese sentido, recordaron que «es urgente acabar con esta situación» y reclamaron que «17 presos que padecen enfermedades graves e incurables» sean puestos en libertad «inmediata» al igual que los siete que tienen ya más de 70 años y unos 10 que superan los 65. «Jakes Esnal, Jon Kepa Parot y Unai Parot llevan más de 30 años en prisión y es asimismo tiempo de facilitar de una vez la vuelta de los 24 exiliados y ocho deportados políticos», resaltaron ayer en alusión a la última reivindicación que colapsó el pasado 23 de julio las carreteras del País Vasco-francés, y que estuvo desplegada por el colectivo de los Artesanos de la Paz como golpe de efecto, sobre todo, dirigido la opinión pública francesa.
Legalidad ordinaria
En su opinión, no se puede «esperar otras tres décadas para superar bloqueos y conculcaciones de derechos, ni condenar a la sociedad vasca a retrasar indefinidamente la construcción la convivencia. No estamos hablando de beneficios, son derechos aplazados sin die». Según Etxerat, en este momento hay 53 presos fuera de Euskal Herria en cárceles periféricas y otras prisiones lejanas, y otras 17 en cárceles francesas».
Los datos
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Itziar Alberdi Uranga De Logroño a Zaballa. Condenada en 2015 a 296 años por el asesinato de Muñoz y Martín.
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Mikel Xabier Ayensa De Logroño a una prisión vasca. Dos condenas a 30 años por el asesinato de Caballero y Casanova.
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Juan Carlos Besance Zugasti De Palencia a Zaballa. Condenado a 58 años por el asesinato de Múgica en Leitza en el 2000.
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Zigor Bravo De Soria a Zaballa. Condenado a 28 años de prisión por colaborar en el asesinato de Máximo Casado.
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Aitor García De Burgos al Zaballa. Condenado a 323 años por el asesinato de Justo Oreja Pedraza en 2001.
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Iurgi Garitagoitia Salegui De Logroño a una prisión vasca. Condenado a 44 años por el asesinato de Inaxio Uria.
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Jesús Narváez De Logroño a Euskadi. Condenado a 296 años por asesinar a Andrés Muñoz y Valentín Martín.
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Alicia Sáez de la Cuesta De Logroño a Zaballa. Condenada a 29 años en 2002 por asesinar a Alfonso Parada Ulloa.
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Angel Telleria De Cantabria a Zaballa. Condenado a 26 años. Participó en el asesinato de María José García Sánchez.
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Diego Ugarte De León a Zaballa. Condenado a 100 años por el asesinato de Fernando Buesa y su escolta Jorge Díez.
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Iñigo Vallejo De Cantabria a una prisión vasca. Condenado a 17 años por delitos de terrorismo y kale borroka.
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Manex Zubiaga De Burgos a Euskadi. Condenado a más de 1.500 años por el atentado contra Juan Junquera González.
De acuerdo con Etxerat, si se les aplicara la legalidad ordinaria a los reclusos, «151 deberían estar saliendo de permiso, pero solo lo hacen seis, y 122 deberían estar en tercer grado, pero solo lo están 27».
Etxerat admite que la situación «ha mejorado», pero exige acabar con «la excepcionalidad»
Los portavoces expresaron su deseo de que las movilizaciones convocadas en las playas, así como las siguientes que Sare ha convocado en agosto en las capitales «sean las últimas porque eso querrá decir que se ha puesto fin a la excepcionalidad, que los presos y exiliados están en Euskal Herria y en casa».
El acercamiento de los presos a Euskadi refuerza el protagonismo de la política de Justicia restaurativa del Gobierno Vasco para promover estrategias activas entre víctimas y victimarios y potenciar la reinserción. El Ejecutivo central ha aclarado que los acercamientos corresponden a las medidas adoptadas por las juntas de tratamiento penitenciario con carácter individual.