Aitzole Araneta: «Pertenecer a un colectivo excluido me hace tener mayor sensibilidad social»

La prioridad de la responsable técnica de Igualdad del Consistorio de de Pasaia y sexóloga en activo con consulta propia, es acercar la institución a la ciudadanía. Considera que su partido, Podemos, es necesario porque «supone otra manera de hacer política». Su objetivo es que la voz de la ciudadanía se vea refrendada y representada en las políticas del Ayuntamiento, para lo que defiende «un contacto real con la gente y una política muy participativa». En este sentido, su apuesta es clara: consultas a la gente y rendiciones de cuentas. «Que la sociedad sepa lo que hacen sus representantes. Quiero trasladar esta filosofía a mi ciudad», asevera. Pero, sobre todo, la donostiarra desea que las políticas sociales y las más beneficiosas que se lleven a cabo lleguen a todos los barrios y «no se queden solo en el centro. Porque no solo existe la parte más 'conocida' de Donostia, también todas las demás».

Manuela Carmena o Ada Colau son dos modelos «estupendos» de alcaldesas a las que mirar, reconoce Araneta. «Colau es una mujer que ha hecho las cosas bien y que ha cambiado de raíz la forma de gobernar en Barcelona. Una gran urbe que tiene en común con Donostia el problema al que se enfrenta su modelo turístico y de ciudad. Su irrupción supuso una ruputura total con todo lo anterior».

Feminista, activista transexual y militante en movimentos sociales, Araneta es una mujer luchadora. Le ha tocado superar muchas contrariedades y pelear en numerosas batallas. «Que yo represente la primera candidatura municipalista de Podemos al Ayuntamiento no es algo casual. Porque un perfil como el mío difícilmente tendría cabida en otros partidos», reconoce.

-¿Se ha sentido excluida por pertenecer al colectivo transexual?

-Evidentemente, sí. Y pertenecer a una comunidad que históricamente ha sido excluida, me hace tener una sensibilidad social mucho mayor. Porque los motivos de exclusión en este caso pueden ser la incomprensión social, pero también el acceso a los recursos económicos. Y aquí, en Donostia, tenemos una ciudad con un centro muy fuerte, pero unos barrios abandonados en cuanto a recursos sociales; colegios, polideportivos y comercios. Yo me identifico con esas personas abandonadas.

Hace diez años vivía en Madrid, estudiaba dos másteres, trabajaba, hacía teatro y participaba como activista en los movimientos sociales. En ese ambiente conoció a algunas mujeres como Clara Serra o Nagua Alba, que hoy en día son cargos de Podemos. Entonces le propusieron colaborar en el área de políticas de diversidad sexual. Y lo aceptó. Hasta que en 2017, en Vistalegre II, fue elegida miembro del consejo ciudadano estatal, como responsable del área LGTBI.

Reconoce que no entró en el partido de Pablo Iglesias para hacer un «carrerón político». Lo hizo para intentar «mejorar la vida de la gente». De Podemos le gusta su transparencia. «Así se ve todo, lo bueno y lo malo. Vemos las diferentes estrategias políticas que siguen unos y otros y que a veces han enfrentado a algunos dirigentes del partido. Otras formaciones, sin embargo, lo ocultan. Aunque también es verdad que debemos mejorar la gestión de la resolución de estos conflictos. Podemos es una organización joven, acabamos de cumplir cinco años. Y todavía nos toca seguir aprendiendo», confiesa. Pone en valor el proyecto que lleva al Ayuntamiento donostiarra con un equipo conformado «por personas de aquí, personas que suscitan un gran apoyo de las bases».

-¿Con qué partido del actual Ayuntamiento hablaría?

-De entrada, con todos. No nos cerramos a nada ni a nadie. Pero es verdad que tenemos unos planteamientos de modelo de ciudad que difieren de lo que hasta ahora han venido defendiendo PNV y PSE.

Ahora quiere dar más visibilidad al partido morado en San Sebastián. Y lo está haciendo con charlas sobre los modelos de ciudad y turístico, la precaridad, el trabajo... «Pero nunca es suficiente. Tenemos que hacer un esfuerzo aún mayor por llegar a mucha más gente». Precisamente, afirma, «todo esto pone en valor el papel de Podemos porque ha abierto la puerta a muchas personas, a personas que no tienen voluntad de permancecer ahí hasta el infinito, pero sí de hacer un trabajo positivo que incida en la mejora de la calidad de vida de la gente de Donostia».