El dirigente que llevó a su partido a la confluencia con la izquierda abertzale
Casado y padre de dos hijos, compañeros y rivales definen a Pello Urizar como alguien «jovial, amable y un gran defensor del euskera»
Le gusta decir que «la vida son ciclos», y él ayer cerró uno. El político y, quizá, el más largo. Diez años y dos días ... después, Pello Urizar puso fin a su etapa de secretario general de Eusko Alkartasuna y, pronto, de la de parlamentario vasco. Una decisión meditada que solo conocían sus más íntimos y que obedece a motivos meramente personales. Deja la primera línea de la política y se convierte en un militante más. Un afiliado de a pie. Cierra un ciclo en el que ha habido de todo, momentos muy buenos, pero también otros que le han hecho pasar malos tragos y más de un sobresalto. Si en algo coinciden tanto sus compañeros de partido como sus rivales es en definirle como un hombre «amable, jovial y alegre, y un grandísimo defensor del euskera».
Pello Urizar nació en Arrasate en 1968, algo que lleva con un inmenso orgullo. Siente pasión por su Mondragón natal. La inquietud por la política le viene de muy atrás. De hecho, lleva el nacionalismo en la sangre. Inició su militancia en Gazte Abertzaleak, las juventudes de Eusko Alkartasuna, de la que fue secretario general entre los años 1996 y 1998. Ahí ya dejó ver sus dotes de liderazgo. Pero realmente su trayectoria política arrancó en Arrasate. Allí era concejal en 2008 cuando ETA mató a al socialista Isaías Carrasco. Cuatro años más tarde, en 2012, se convirtió en parlamentario de la Cámara de Vitoria.
En junio de 2009, Urizar tomó las riendas de EA. Recompuso el partido tras el batacazo electoral sufrido en 2008. Entonces viró de las coaliciones con el PNV a la acumulación de fuerzas con la izquierda abertzale. Era un mal momento porque la representación de EA en el Parlamento se había reducido a un único escaño, y en vísperas del congreso de aquel inicio de verano se oficializó la escisión del sector denominado crítico, que se marchó con los cargos que ostentaban sobre todo en Gipuzkoa, y que pasó a llamarse Hamaika bat! Tras las elecciones de 2011, en las que su formación apenas obtuvo ninguna representación, acabó desapareciendo.
Urizar siguió la senda abierta por su antecesor, Unai Ziarreta, de alimentar una vía de colaboración con la izquierda abertzale. Fue el líder que guió la confluencia de su partido, surgido de una escisión del PNV, con la coalición soberanista.
Urizar recuperó las cuotas de poder institucional de EA de la mano de EH Bildu y al calor del final de la violencia de ETA. Casado y con dos hijos, este técnico informático fue un hombre clave en un momento crucial del partido al sumarse a la colaboración estratégica de la formación independentista para favorecer el final definitivo de la banda terrorista. Un momento histórico.
Ahora, el ya exlíder de EA solo piensa en tomarse un respiro.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión