El Parlamento Vasco aprueba las últimas leyes de la legislatura y Urkullu ultima la cita electoral

El lehendakari se refirió a este asunto a la entrada de la Cámara legislativa y señaló que ya tiene pensado cuándo serán las elecciones, pero mantuvo el misterio y no desveló la fecha. Ya dentro del hemiciclo por donde pasaron 200 invitados, una de las grandes protagonistas fue la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa. Las tres leyes que se tramitaron eran de su departamento y la de Infancia salió adelante tras un acuerdo con EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, mientras que el PP se abstuvo y Vox votó en contra.

Hubo tensión en el debate. La parlamentaria del PP, Laura Garrido, y la del PSE, Gloria Sánchez protagonizaron el único debate alrededor de esta ley. La popular denunció la desaparición en el texto de la Policía Nacional y de la Guardia Civil como instituciones que deberán actuar y comunicar cualquier «posible situación de desprotección» de una persona menor. Algo que para jeltzales y socialistas fue una excusa para no apoyar la norma.

También se dio luz verde a la ley vasca de cooperación en este caso con un amplio apoyo de la oposición, al sumarse el PP al voto a favor de EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU. Un respaldo casi completo del Parlamento Vasco para reforzar el protagonismo de las ONGD. Varias decenas de miembros de estas organizaciones, invitadas por los partidos políticos, presenciaron la sesión. Tanto fue el alboroto inicial que la presidente de la Cámara, Barkartxo Tejería, tuvo que pedir silencio al inicio de las primeras intervenciones.

El Ejecutivo vasco, también con el apoyo de todos los grupos, salvo el PP, aprobó la reforma de la conocida como 'ley trans', destinada a ofrecer una atención «integral y adecuada» a las personas trans en el ámbito educativo, sanitario y jurídico «en igualdad de condiciones con el resto de la ciudadanía». Y se produjo en el aniversario de la muerte Ekai, el joven trans de 16 años de Ondarroa que se suicidó en 2018.

El Gobierno Vasco cierra la legislatura con 59 leyes de su programa legislativo aprobadas y le quedará pendiente la norma de Transparecia, que deberá esperar a la próxima legislatura. El 70% de las normas que han salido adelante han tenido el apoyo de, al menos, un grupo de la oposición. El socio preferente ha sido Elkarrekin Podemos en 33 ocasiones, seguido de cerca por EH Bildu en 29 y el PP en casi la mitad, 22.

Urkullu dejará su puesto con los deberes hechos, tras unos últimos meses de legislatura en el que su gobierno ha pisado el acelerador. Así, en noviembre salieron adelante cinco leyes y en diciembre seis, entre ellas la de Educación. Esta se preveía como una de las normas capitales de estos cuatro años, pero no contó con un amplio consenso de los grupos parlamentarios y salió adelante gracias a la mayoría absoluta de jeltzales y socialistas. Antes de las tres normas de ayer, ya se aprobó la semana pasada la Ley de Transición Energética y Cambio Climático, en esta ocasión con un acuerdo entre la coalición PNV-PSE y EH Bildu.

Con el trabajo parlamentario que pretendía cubrir el Gobierno Vasco prácticamente completo, solo falta conocer la fecha en la que Urkullu convocará las elecciones. El lehendakari quiere asegurar la llegada de las transferencias pendientes en el marco del acuerdo entre el PNV y el PSOE para la investidura de Sánchez. En marzo se cumplen los tres meses acordados por los dos ejecutivos para el traspaso de Cercanías, la homologación de títulos universitarios extranjeros y la segunda fase de acogida de refugiados.

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, insistió el miércoles en que febrero va a ser un mes «clave» para materializar las transferencias y que se puede producir «la última semana de febrero o la primera de marzo». Si el lehendakari Urkullu si decide convocar las elecciones antes de que lleguen las transferencias no habría mayor problema, ya que su gobierno seguirá al frente hasta que se conforme el siguiente tras los comicios.