La parlamentaria de Vox acusa al resto de representantes de la Cámara de ejercer «violencia psicológica» contra ella
Amaia Martínez denuncia que todos los dirigentes vascos, excepto los del grupo de PP+Cs, practican el «Apartheid político» contra su formación: «Este es el único Parlamento donde se promueve y se ejerce el odio parlamentario por motivos ideológicos»
Amaia Martínez, la única representante de Vox en el Parlamento Vasco, ha aprovechado el primer pleno ordinario del año para levantar el dedo y criticar ... que se pretenda trasferir a Euskadi la competencia de Paradores, tal y como está recogido en el calendario estatutario acordado por el Gobierno de Pedro Sánchez. Y así lo ha hecho saber desde la tribuna a través de una proposición no ley que, sin embargo, tan solo ha recibido respuesta por parte de la coalición PP+Cs.
Durante su intervención, la práctica totalidad de parlamentarios se ha ausentado de la Cámara, y ningún representante de PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos ha querido entrar a debate con ella. Simplemente se han limitado a mantener firme su mutismo, lo que le ha valido a Martínez para cargar duramente contra todos los partidos, excepto contra los representantes de la coalición entre populares y liberales por no ser partícipes, ha dicho, «de este bochornoso cordón que nos imponen».
Martínez les ha acusado de «intolerantes» y soberbios«, pero también de practicar la »violencia psicológica« contra ella por »obviar« sus intervenciones y propuestas. »Estamos ante el único Parlamento democrático donde se practica el Apartheid por razones ideológicas; el único donde se promueve y se ejerce el odio parlamentario por motivos ideológicos; un Parlamento que tiene la exclusividad de ser el único exponente de la violencia psicológica hacia el adversario político, donde sus representantes ejercen de maltratadores psicológicos sin importarles en este caso de si se trata o no de una mujer«, ha denunciado Martínez.
«La defensa de la mujer y la condena del maltrato hacia ella varía en función de la ideología de la víctima», ha continuado la parlamentaria de Vox desde la tribuna, donde ha reiterado que, desde su óptica, en la Cámara vasca «existe maltrato colectivo» hacia ella.
Lo cierto es que lo acontecido en el Parlamento Vasco es prácticamente la crónica de un veto anunciado. Al inicio de la legislatura, PNV y EH Bildu pusieron en práctica el 'cordón sanitario' a Vox; y después, ambas formaciones –junto con el PSE y Elkarrekin Podemos– pactaron que el partido de extrema derecha contase con un único asesor, que tan solo pudiera incluir en el orden del día una iniciativa parlamentaria cada tres plenos ordinarios, y limitaron el tiempo de intervención de Amaia Martínez en los debates.
Pero después dieron un paso más allá para arrinconar a Vox en el legislativo autonómico al manifestar que no debatirán ninguna de las iniciativas que lleve a la Cámara la única parlamentaria del partido de Santiago Abascal. Solo se limitarán a votar sus propuestas a lo largo de la legislatura, sin mediar palabra. Como ha vuelto a suceder este jueves.
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