Paradores, el otro lío de las transferencias
El Gobierno Vasco reclama Hondarribia y Argómaniz, pero el traspaso es difícil porque no hay precedentes
Cuando hace dos semanas el Gobierno Vasco logró el compromiso del Ejecutivo de Sánchez de cerrar un calendario para negociar las 37 transferencias pendientes, ... comenzó la cuenta atrás para abordar la número 24, es decir, la de Paradores, de escaso peso político pero de gran contenido simbólico. El Gabinete de Urkullu reclama ampliar la competencia de 2011, en materia de Turismo, para incluir el traspaso de la titularidad de los Paradores de Hondarribia y de Argómaniz (Álava).
Una negociación que, a priori, se antoja complicada porque no existen precedentes y por el significado de los Paradores como emblema del sector turístico español y uno de los tesoros mejor guardados de la Administración española. Una materia que hasta el día de hoy nunca ha sido transferida a ninguna comunidad autónoma, por dichas singularidades y por formar parte del Patrimonio Cultural Nacional, tal y como confirman a este periódico fuentes de Paradores.
Paradores en Euskadi
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Fortaleza militar Construcción que data del siglo X, ubicada en un lugar estratégico, con vistas a la Bahía de Txingudi y el monte Jaizkibel.
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Residencia real Por este castillo pasaron los Reyes Católicos, Carlos V, Felipe IV y Felipe V o incluso Velázquez.
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Trabajadores Cuenta con 21 empleados y un total de 36 habitaciones.
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Palacete El Palacio de los Larrea se levantó en el siglo XVII y aún puede verse el escudo de la familia en la fachada.
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Renacentista En la Guerra de la Independencia se utilizó como cuartel general de las tropas francesas y en él repuso fuerzas Napoleón.
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Trabajadores Son un total de 35 empleados y cuenta con 53 habitaciones.
No obstante, el Gobierno Vasco ya ha avisado que no renuncia a ninguna de las transferencias pendientes y que cuenta con menos de un mes para acordar un calendario y abordar así todos y cada uno de los traspasos. Sin excepciones. Desde el Ministerio de Política Territorial, que dirige Meritxell Batet, corroboran que el compromiso es elaborar un calendario en el que se deja fuera la Seguridad Social, «sabiendo que hay unos asuntos más complejos que otros. El objetivo es empezar por aquellos en los que sea más fácil avanzar, teniendo en cuenta que en todos se dan complejidades técnicas», aseguran dichas fuentes, que reconocen que «en la lista de transferencias hay asuntos que nunca se han abordado».
Gestionar Paradores es una salida atractiva para altos cargos de la política que buscan un cambio 'relajado'
Las incógnitas
Esta situación plantea numerosas incógnitas que, de momento, nadie se atreve a despejar: ¿Pasarían los Paradores de Hondarribia y Argómaniz a ser propiedad del Ejecutivo vasco? ¿Cómo sería su gestión? ¿Sus empleados pasarían a depender del Gobierno de Urkullu? ¿Quién dirigiría ambos establecimientos? Pero también se abren otros interrogantes: ¿La red de Paradores estaría dispuesta a desprenderse de dos de sus joyas? ¿Cómo se puede transferir un 'trozo' de empresa? En más de una ocasión, la dirección de la entidad ha dejado claro que no se puede.
En 2002, el entonces Gobierno de Aznar descartó totalmente transferir a la Junta de Andalucía alguno de los paradores nacionales ubicados en dicha comunidad. Dicho Ejecutivo argumentó que no tenía previsto traspasar ninguno de los hoteles existentes en las distintas comunidades. Tres años después, en 2005, el entonces presidente de la compañía Antoni Costa recordó que los intentos de introducir capital privado en Paradores fueron fallidos por su dificultad y además aseguró que «nadie se puede plantear que las cadenas que están en un territorio determinado tengan que llevar una bandera distinta». O también en 2012, cuando Cataluña pidió el control de seis de los siete paradores ubicados en esta comunidad ante su posible cierre temporal. La empresa rechazó la privatización o transferencia de la gestión de estos establecimientos.
Y ahora es el Gobierno de Urkullu quien reclama el traspaso de la titularidad de dos paradores ubicados en suelo vasco, y si se hará efectivo o no es a día de hoy todo un enigma.
La gestión de Paradores es un 'caramelo' para altos cargos de la política que quieren un cambio 'relajado'. Una salida atractiva para quienes en un momento determinado quieren alejarse de la política. Como el caso de dirigentes que tienen como 'afición' reengancharse en empresas energéticas tras dejar el cargo. O como otros puestos en firmas como Correos, Hunosa, Renfe, Adif, Tragsa... Puestos con sueldos millonarios. Actualmente, el presidente de Paradores Nacionales es un histórico del PSOE, Óscar López. La ya famosa frase 'me pido Paradores' siempre ha estado en boca -no sin sorna- de cargos del PP y PSOE cuando hay cambio de Gobierno. Todo un 'gordo'.
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