Miren Larrion, el mirlo blanco de EH Bildu que no llegó a alzar el vuelo
El perfil independiente de Miren Larrion y su capacidad de atraer votantes en Vitoria la situaron hace unos años como la gran esperanza de la coalición abertzale
En los últimos tiempos había perdido proyección política y su estrella se limitaba a un Ayuntamiento de Vitoria donde se movía como pez en el ... agua, pero Miren Larrion llegó a ser hace unos años la gran esperanza de EH Bildu, por lo que su dimisión este lunes cayó como un mazazo en la coalición soberanista. Su perfil independiente, aunque al mismo tiempo entroncado en la ortodoxia de la izquierda abertzale, encajó como un guante en la estrategia de ensanchamiento electoral que EH Bildu acometió en las elecciones autonómicas de 2016, donde Larrion llegó a ser una de las candidatas a lehendakari y participó en los principales debates electorales por la inhabilitación de Arnaldo Otegi. Entonces su carrera política parecía no tener límite y muchos la veían como el mirlo blanco llamado a protagonizar un cambio generacional dentro de la izquierda abertzale, aunque por diversas razones no llegó a alzar el vuelo. Ahora se ve obligada a dejar la política por la puerta de atrás por unas actuaciones turbias que han dejado sin palabras a sus propios compañeros. No era Miren Larrion alguien de quien se pudiera esperar una conducta tan difícil de explicar.
Nacida en Legazpi en 1969,Miren Larrion se fue a vivir a Vitoria con su familia cuando tenía 7 años, por lo que se considera gazteiztarra de pleno derecho. En el texto de su puño y letra con el que se presentó a la Alcaldía de Vitoria en las elecciones municipales de 2019 se definía como «una mujer que nunca se ha conformado». Como ejemplo, explicaba que decidió estudiar Ingeniería «a pesar de que me dijeron que no era algo para mujeres». Doctora en Ingeniería Industrial y profesora universitaria, Larrion se enorgullecía de ser políglota y de haberse formado en París y en Londres.
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En 2015, movida por el «discurso del odio» que, a su juicio, trataba de sembrar el entonces alcalde de Vitoria, el popular Javier Maroto, decidió dar un paso al frente y encabezar por primera vez la candidatura de EH Bildu a la Alcaldía. «Luchamos y llegamos a ser segunda fuerza. El PP ganó las elecciones, pero no me conformé», relataba ella misma para explicar el movimiento 'generoso' que permitió desbancar a Maroto de la Alcaldía. Para lograr lo que ella consideraba un bien superior, ofreció sus votos a Gorka Urtaran (PNV), que había sido tercera fuerza, y le hizo alcalde de Vitoria. Hasta hoy.
Triple candidatura en 2016
Su momento de mayor esplendor político llegó un año después, cuando EH Bildu se decantó por una triple candidatura femenina en las elecciones autonómicas de 2016. Ante la imposibilidad de presentar a Arnaldo Otegi, la coalición llevó al máximo su apuesta por los perfiles independientes: dos periodistas recién llegadas de ETB, Maddalen Iriarte y Jasone Agirre, fueron cabezas de lista por Gipuzkoa y Bizkaia, mientras que la profesora universitaria Miren Larrion lideró la candidatura por Araba. Su desparpajo en el cuerpo a cuerpo político le llevó a protagonizar los principales debates electorales, donde se dio a conocer definitivamente a nivel de Euskadi.
El inicio de aquella legislatura comenzó con Iriarte y Larrion compartiendo la portavocía del grupo parlamentario, aunque con el paso de los meses la alavesa fue perdiendo peso. Su predicamento dentro de la coalición también se resintió después de algunas críticas internas que no quiso callarse. En las municipales de 2019, Larrion volvió a aspirar a la Alcaldía de Vitoria y ya solo pudo ser tercera fuerza por detrás de PNV y PSE. Su estrella comenzó a apagarse, aunque nadie llegó a imaginar un final tan abrupto.
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