«Miguel Ángel fue un joven rebelde que venció al miedo para defender la libertad»

Para algunos la memoria puede llegar a ser «incómoda e inconveniente», advirtió, porque «uno se mira y se pregunta dónde estaba entonces». Y se da cuenta de que «estaba justificando el crimen», algo que, a su juicio, la sociedad acabó rechazando a favor del Estado de Derecho y la democracia, lo que permitió «derrotar la violencia de ETA». Pero para los populares cualquier memoria no es válida. «Alguno viene aquí a poner una rosa y solo pone las espinas», recriminó Alonso, en referencia al portavoz de EH Bildu en el consistorio ermuarra, Paul Yarza, que acudió el jueves a la ofrenda floral organizada por el Ayuntamiento.

A Miguel Ángel Blanco lo asesinaron, aseguró Alonso, quienes «quisieron imponer un proyecto político de corte socialista-totalitario», para el que se hizo uso de una «constante limpieza ideológica calle por calle, eliminando, exterminando, tapando, callando, arrinconando a quienes públicamente se atreviesen a no ser nacionalistas». Algo que el Ejecutivo de Urkullu «justifica engañando a la gente», censuró.Para el presidente de los populares vascos, «los efectos del terrorismo de ETA no han desaparecido». Alonso señaló que «no hay una sola iniciativa» por parte del Gobierno Vasco para recuperar «la pluralidad perdida» o resarcir a quienes tuvieron que dejar Euskadi por la amenaza terrorista, ya que «se les ha cerrado la puerta». El líder de los populares afeó al lehendakari Urkullu querer imponer una estrategia montada en torno a la ponencia de memoria para construir «una falsa, de equidistancia, que contextualiza y comprende la acción militar de ETA» bajo el apoyo de «quienes no han condenado los crímenes» de la banda armada. Al acto también acudió la hermana del asesinado, Mari Mar Blanco, que lamentó que, pese a haber logrado la «derrota de ETA», todavía faltan más de 300 asesinatos por esclarecer.