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Un año más, y ya van 24, familiares y amigos de Ramón Díaz García, el cocinero civil de la Comandancia de Marina de San Sebastián, ... asesinado por ETA, mantienen viva su memoria. Como cada año, han compartido junto a la sociedad Loiolatarra ubicada en la calle Sierra de Aralar del barrio donostiarra de Loiola, un emotivo homenaje en el lugar donde ocurrió el atentado.
En el acto de homenaje de este domingo, que ha dado inicio a las 8 de la mañana, han acudido además de familiares y amigos, el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia; la delegada del Gobierno, Marisol Garmendia; el portavoz socialista de las Juntas Generales, Alberto Albistegi, y el presidente de las Juntas, Xabier Ezeizabarrena. Díaz García dejó viuda, Pilar Gorostegui, y dos hijos. También estuvieron presentes representantes de la Comandancia de Marina, el exalcalde de San Sebastián Juan Karlos Izagirre así como otros concejales del Ayuntamiento donostiarra como Ane Oyarbide, Iñaki Gabarain, Carlos García, Juantxo Marrero, así como el también socialista Enrique Ramos.
«Ramón fue un verdadero loiolatarra en toda su expresión. Su implicación en cada uno de los eventos del barrio fue una clara muestra de amor por nuestra comunidad. Le veíamos en la Tamborrada, en la festividad de Caldereros, y no hay que olvidar su presencia como juez en los torneos de pelota, donde siempre llevaba su particular alegría y pasión. Sin embargo, uno de sus lugares favoritos , sin duda, era la cocina. Allí donde más disfrutaba 'salsear' y compartir risas con los amigos», han leído en el comunicado tras la habitual ofrenda floral y el minuto de silencio.
El 26 de enero de 2001, como acostumbraba cada día, Ramón Díaz salió de su domicilio en el barrio de Loiola para ir a su trabajo y antes desayunó en el bar Etxarri. Minutos después, a las ocho de la mañana, entró en su vehículo, encendió el contacto y puso la marcha atrás. El coche estalló convirtiéndose en un amasijo de hierros y el cocinero loiolatarra salió despedido por el techo del vehículo debido a la fortísima explosión. La deflagración causó además heridas de carácter leve a cuatro personas que se encontraban en el lugar y considerables daños materiales en algunos inmuebles y vehículos estacionados en la zona. El asesinato causó una honda conmoción en el barrio de Loiola y en toda la ciudad.
El próximo año el 26 de enero será especial. Se cumplirán 25 años y ese será el último homenaje público en memoria de Ramón Díaz.
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