Larrion falsificó también la firma de su compañera de EH Bildu para abrir un apartado de correos

Aparte de ser sospechosa de abrir una cuenta corriente con el DNI de su compañera en EH Bildu, Miren Larrion presuntamente también usó esa documentación -llegando a falsificar la firma de su víctima- para conseguir un apartado de correos. El grupo 6, unidad de la Ertzaintza encargada de aportar luz al caso antes de que pase a la autoridad judicial, cuenta con evidencias de que la ya exlíder en Vitoria de la coalición abertzale usó -al menos- en dos ocasiones los datos personales de su compañera. A la suplantación de identidad, por tanto, podrían unirse los cargos de falsedad documental cuando el atestado policial llegue al Palacio de Justicia de la Avenida de Gasteiz.

Miren Larrion, a través de un tuit publicado hace ahora diez días, sólo admitió su autoría en lo referente a la cuenta corriente. Lo achacó a «un error en un momento personal difícil», sin hacer referencia alguna al apartado de correos, la segunda actividad delictiva que le atribuyen.

La investigación policial, según ha sabido este periódico, ha podido reconstruir los últimos tres meses de Miren Larrion, periodo en el que se enmarcan los hechos que le han costado su carrera política y podrían llevarle al banquillo de los acusados dentro de un par de años.

El 22 de diciembre, su víctima echó en falta su documentación personal, que acabó en poder de la ahora investigada. A partir de ahí se desencadenaron unos hechos que acabaron con la dimisión forzada de Larrion por «vulnerar el código ético» de EH Bildu.

El trabajo policial apunta a que la ya exlíder de la principal fuerza de la oposición municipal contrató un apartado postal «en enero» suplantando la identidad de su compañera de partido, con quien mantenía una relación política y personal distante. Tras ese primer paso abrió una cuenta corriente, también a nombre de la víctima, en Bankinter, la sexta entidad financiera del país.

Utilizó como dirección de contacto el apartado de correos, quizá con el propósito de «controlar» toda comunicación con el banco, según medios de la investigación. Sin embargo, no contó con que la entidad registró el domicilio del anverso del DNI -correspondiente a la residencia real de la víctima- para mandarle el aviso oficial de la apertura. La teórica titular nada sabía de esta operación realizada a sus espaldas. La Ertzaintza sospecha que la investigada «posiblemente intentaba incriminarla» en alguna actividad fraudulenta que la dejara contra las cuerdas. La rápida actuación del banco, de la propia víctima y de la Policía evitó que esa sospecha acabara en certeza. Depositó unos pocos cientos de euros. Según explicó Miren Larrion en twitter, acometió esta operación «con el fin de ingresar algún dinero si lo viera necesario, en un momento de apuro».

La notificación del banco llegó a su destino el 15 de febrero. Al día siguiente, la sorprendida remitente se presentó en una oficina vitoriana de esta entidad bancaria, donde le confirmaron la existencia de una cuenta a su nombre. Esa misma jornada -y desconociendo aún la identidad de la supuesta responsable del engaño- denunció en la comisaría de Portal de Foronda.

Por recomendación de los agentes, la víctima se pasó por varios bancos de la capital alavesa por si hubiera más cuentas fraudulentas con su nombre. La del Bankinter era la única.

El lunes 22 de febrero, tras certificar que la persona que controlaba el apartado de correos era Miren Larrion, la Er-tzaintza la interrogó. Ese mismo día dimitió como portavoz de EH Bildu en Vitoria.