Josu Puelles es hermano del inspector de Policía asesinado en Bilbao en 2009.FERNANDO GÓMEZ
Josu Puelles: «Lo que indigna es que parte de la sociedad haya asimilado el relato de ETA como verídico»
Hermano de Eduardo Puelles, inspector de Policía asesinado en Bilbao en 2009 y última víctima mortal de ETA en Euskadi ·
«Como todas las noticias que vienen de la banda terrorista, la de su desaparición la recibo con absoluta indiferencia»
A. GONZÁLEZ EGAÑA
SAN SEBASTIÁN.
Viernes, 4 de mayo 2018, 07:34
El 19 de junio de 2009, ETA cometió el último atentado mortal en Euskadi. Una bomba lapa colocada en la parte posterior del asiento del copiloto estalló cuando el inspector de policía Eduardo Puelles García, de 49 años, ponía en marcha su vehículo para dirigirse al trabajo. Un estruendo se apoderó del barrio bilbaíno de La Peña, cuando apenas pasaban unos minutos de las 9 de la mañana. El coche se incendió de inmediato y atrapó a Puelles en su interior. El policía murió carbonizado. El ertzaina Josu Puelles, vicepresidente de Covite, reivindica la memoria de su hermano como la de «un policía que luchó por las libertades de muchos ciudadanos del País Vasco y de España, y que dio mucho tiempo de su vida personal y familiar para la lucha contra el terrorismo». El hijo de Josu Puelles, de cuatro años, vio el coche ardiendo cuando se dirigía al colegio. Le explicaron después que su tío había sido asesinado. «Siempre ha sabido lo que pasó. Yo no era partidario de ocultarle nada porque no creo que sea bueno. Cuanto antes fuera consciente de ello, mejor», relata.
-¿Cómo recibe la noticia de la desaparición de ETA?
-Como todas las noticias que vienen de una banda terrorista que ha actuado contra la democracia y la libertad, la recibo con absoluta indiferencia porque realmente no he sentido nunca la necesidad de interpelar a ETA sobre sus actos ni de pedir ningún tipo de explicación. Para mí lo que haga la banda terrorista con respecto a su futuro me da exactamente lo mismo. Yo a quien interpelo y he interpelado siempre es a los responsables políticos institucionales de nuestro Estado de derecho, al Gobierno de mi país y al de mi comunidad autónoma.
-¿Esta decisión quita un peso de encima a las víctimas?
-Ni siquiera eso. El leit motiv de una banda terrorista es ejercer la violencia y desde el momento en que decidieron en 2011 dejar de ejercerla, todo lo demás no es más que propaganda al servicio de su proyecto político. No me produce ningún sentimiento.
-¿Le molesta la escenografía que ha elegido ETA para su despedida?
-Lo que realmente nos puede indignar es que ETA haya conseguido terminar sus días realizando actos de propaganda y que el relato de ETA lo haya asimilado buena parte de la sociedad vasca y lo haya aceptado como verídico y real. También nos puede molestar que todo esto que lleva produciéndose casi siete años responda a unas contraprestaciones del Estado de derecho. Me refiero a la legalización de su brazo político, la derogación de la doctrina Parot... En 2011 empezó la batalla del relato y aquí la está ganando el nacionalismo.
-¿Cuál es el relato que debería quedar del asesinato de Eduardo?
-No es cuestión de personalizar la visión que pueda tener yo o mi familia. Las víctimas somos un grupo heterogéneo, pero todas tenemos algo en común. Al final nos gustaría que la derrota de ETA fuera la victoria de la democracia, del Estado de derecho, de la vida en comunidad con respeto, de la tolerancia y de la pluralidad. Ese es el mejor relato que se puede trasladar a generaciones venideras.
-Su hermano fue el último asesinado por ETA en Euskadi, ¿se ha preguntado estos días por qué la desaparición no pudo llegar antes?
-Plantearnos estas preguntas no lleva más que a trasladar el mérito a la banda terrorista. ETA cuando ha podido asesinar ha asesinado. Cuando no lo ha podido hacer, no lo ha hecho. Cuando ha querido pactar una tregua, lo ha hecho en su beneficio. Y cuando no le ha quedado más remedio, ha tenido que desaparecer, porque entre otras cosas, no han conseguido su objetivo final, la idílica independencia del País Vasco.
-¿Teme que esta desaparición implique el olvido de las víctimas?
-Evidentemente, el nacionalismo vasco en general está volcado en una política de paz y reconciliación muy concreta, que es la de diluir la responsabilidad de ETA y el significado político de las víctimas del terrorismo, mezclándolas con otro tipo de afectados de otras vulneraciones en el caso vasco, como titula literalmente el plan de paz y convivencia del Gobierno Vasco. Lo que busca el PNV es que las generaciones futuras no distingan entre unas víctimas y otras, y todas estén relacionadas con un presunto conflicto.
«El PNV busca que las generaciones futuras no distingan entre unas víctimas y otras»
«La batalla del relato comenzó en 2011 y aquí la está ganando el nacionalismo en general»
-¿Estos días tiene más presente aquel 19 de junio de 2009?
-No especialmente. Todas las víctimas recordamos el día del atentado como el peor de nuestras vidas. Eso no lo olvidas nunca.
-¿Cómo le gustaría que se le recordara a Eduardo Puelles?
-Como un policía que luchó por las libertades de muchos ciudadanos del País Vasco y de España, y que dio mucho tiempo de su vida personal y familiar para luchar contra ETA.
-¿Le confesó alguna vez si tenía miedo?
-No. No se hablaba de eso. En el fondo hay cosas que de una forma tácita se intuyen, se saben y tampoco hace falta estar todos los días hurgando en la herida. Es cierto que al final uno intenta normalizar y convertir en un hábito ciertas formas de vida que para el resto de personas no amenazadas no son tan normales.
-¿Ha contado a su hijo lo que le ocurrió a su tío Eduardo?
-Lo sabe desde que tiene uso de razón. No se le ha ocultado nunca nada. Sabe quién es ETA, a qué se dedicaban y que mi hermano fue asesinado por ellos. De hecho, mi hijo vio el atentado.
-¿Cómo pudo verlo?
-Iba al colegio por una zona alta del barrio y vio un coche ardiendo. Tenía cuatro años.
-¿Le ha explicado por qué estaba ardiendo el coche de su tío?
-No hizo falta explicarle mucho porque, obviamente, estas csoas se comentan en familia. Además, yo no era partidario de ocultarle nada porque no creo que sea bueno. Cuanto antes fuera consciente de ello, mejor.
-¿Creyó a ETA cuando dijo que reconocía el daño causado?
-Su comunicado responde a los principios legitimadores de la violencia terrorista de ETA, es un texto justificativo de sus asesinatos. Me parece de un cinismo y una hipocresía moral y ética tremenda, y es una irresponsabilidad política y social.
-¿Qué opina de que ahora se avance en el acercamiento de presos?
-Los beneficios penitenciarios están tasados por la ley, pero si no hay un arrepentimiento, una condena de su pasado, una colaboración efectiva con la justicia, estos señores no tienen por qué recibir ningún tipo de beneficio penitenciario.
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