La presentación de los Presupuestos de Sánchez en la órbita política ha provocado que los ministros de su gabinete se afanen en buscar adhesiones al ... proyecto estrella abanderado por el presidente socialista que, al fin y a la postre, puede convertirse en una especie de cara y cruz para su futuro más inmediato. Por mucho que proclame a los cuatro vientos que el tridente derechista -con su extrema incluida- puede quedarse sentado si esperan un adelanto electoral, Sánchez omite que si no tiene su Presupuesto avalado por quienes le llevaron a la Moncloa podría terminar visiblemente erosionado en su intento de resistir y dejar maltrecha la marca electoral que tiene detrás para las elecciones generales.
Precisamente porque hay que buscar apoyos se observa una mayor profusión de gestos y guiños entre los titulares de las carteras ministeriales. Pocos días después de que Bilbao volviera a ser escenario de una multitudinaria manifestación a favor del acercamiento de los presos, el ministro Grande-Marlaska defendió ayer con mayor rotundidad si cabe que con ETA disuelta hace ocho meses no tiene sentido mantener la dispersión de los presos de la banda. Una postura recibida con satisfacción por los familiares de los presos, quienes se apresuraron ayer a pedir que las palabras se conviertan en hechos. Este gesto, sin duda, podría tener efectos balsámicos en las formaciones nacionalistas vascas. No hay que olvidar que Arnaldo Otegi fue claro al condicionar el apoyo de EH Bildu a los Presupuestos de Sánchez al cambio en la política penitenciaria.
Pero en la política de partidos también hay una figura de comportamiento muy al uso, que pone los pelos de punta a más de uno. Es el órdago. Y Errejón se lo jugó ayer al todo o nada al sumarse a la plataforma de Carmena para presentarse con esta marca electoral a la Comunidad de Madrid. Este jaque mate de Errejón a la familia Iglesias-Montero -sin previo aviso- ha dejado tambaleando la estructura podemita del partido en Madrid y tendrá consecuencias imprevisibles para el futuro electoral más inmediato. Pinta muy mal.
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