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J. Artola
Lunes, 6 de enero 2025, 00:10
El traspaso del régimen económico de la Seguridad Social está ya sobre la mesa de conversaciones entre el Gobierno central y el Vasco, según reveló ayer la ministra de Inclusión y Seguridad Social, la navarra Elma Saiz.
El asunto supondría el broche de oro a ... la culminación del Estatuto de Gernika, un texto aprobado en 1979 y del que todavía quedan por transferir a Euskadi 23 competencias. De cumplirse lo pactado entre PNV y PSOE en el acuerdo para investir a Pedro Sánchez, el Gobierno Vasco debería asumir antes de que acabe el año la gestión de todas las materias pendientes. Entre ellas, las tres grandes asignaturas: los puertos y aeropuertos y el régimen económico de la Seguridad Social. Sobre esta última cuestión, sujeta a una importante polémica por los recelos que puede causar en el resto de comunidades, el Gobierno central confirmó ayer que ya existen «conversaciones» para que sea una realidad.
La ministra afirmó ayer que ambos ejecutivos ya estudian cómo se puede materializar este traspaso competencial. Saiz aseguró que las administraciones central y vasca mantienen «conversaciones» en relación a la transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social y subrayó que el Ejecutivo de Pedro Sánchez es «el gobierno del diálogo y de cumplir los acuerdos», que se 'cuentan de la A a la Z' una vez se alcanzan».
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, la ministra explicó asimismo que se está trabajando para la próxima gestión de los permisos de trabajo para las personas migrantes desde Euskadi e indicó además que las administraciones «más cercanas» pueden hacer una labor «muy importante» en determinadas competencias.
Según indicó, «la distribución competencial dentro del marco constitucional tiene que ser vista con total normalidad, sin demagogias políticas». «Lo importante es que buscamos dar un mejor servicio y la administración más cercana al ciudadano es quien mejor conoce la realidad del territorio y ese es el fin último», dijo citando el ejemplo del Ingreso Mínimo Vital o «determinadas fases» relacionadas con la política migratoria.
La ministra también se refirió a la duración de la legislatura al asegurar que el Ejecutivo «no va a dar un balón por perdido» y va a «sudar la camiseta» para aprobar unos nuevos Presupuestos Generales del Estado para 2025 «buscando siempre el bienestar de la ciudadanía».
Asimismo, apeló a un cambio en el clima político, actualmente muy tóxico. «Ojalá que tengamos un 2025 con una política con mayúsculas en la que el PP sea una oposición útil y responsable». A su entender, se requiere «una oposición que esté a la altura de lo que necesita este país, que se dediquen a hablar de lo que preocupa a la ciudadanía, que se sienten o que cojan la mano tendida que tiene el Gobierno para dar respuesta a no pocos desafíos y que practiquen una oposición útil desde el respeto, y siendo muy conscientes que España es un país plural».
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