El Gobierno asegura que Francia se comprometió a que el TAV Dax-Hendaia sea realidad en 2030

El embajador francés echó un nuevo jarro de agua fría cuando afirmó en una entrevista publicada el mes pasado que en Barcelona en ningún momento se acordó la fecha de 2030 y resaltó que ese compromiso no aparece en la declaración conjunta oficial. Ese mismo argumento trasladó Casa al lehendakari en la reunión que mantuvieron en Madrid el pasado día 12. Sin embargo, el Ministerio de Transportes español emitió un comunicado al término de la cumbre de enero en el que celebraba el compromiso de Francia de concluir tanto el corredor Atlántico como el Mediterráneo para ese año.

Ante esta divergencia de interpretaciones, este periódico ha preguntado al ministerio si se fijó o no 2030 como plazo en el citado encuentro bilateral. De la respuesta se desprende que esa fecha, como alega el embajador, no se explicita en la declaración final, pero ésta sí hace referencia a acuerdos vigentes en el marco de la UE en los que Francia se compromete a respetar ese calendario.

El ministerio explica que en la cumbre se «acordaron» distintos «compromisos» -recogidos en la declaración conjunta- respecto a las conexiones transfronterizas dentro del Reglamento de la Red Europea de Transporte. Asimismo, el gabinete de la ministra Raquel Sánchez recalca que en el Tratado de Amistad y Cooperación, «firmado» en la cita de Barcelona, se indica que «las partes reafirman su compromiso de seguir desarrollando las interconexiones entre ambos países para alcanzar los objetivos fijados por la UE» y que «las partes impulsarán los proyectos necesarios» para hacerlos posibles.

Y este es el meollo de la cuestión:¿Cuáles son esos objetivos bendecidos por Bruselas y que Francia tendría que cumplir? El ministerio responde que el actual Reglamento 1315/2013 de 11 de diciembre de 2013 sobre las Orientaciones de la UE para el desarrollo de la Red Transeuropea «contempla 2030 como año horizonte para la nueva infraestructura ferroviaria tanto para el tramo Dax-frontera como para el Montpellier-Perpignan».

La respuesta remitida por el ministerio añade que para facilitar el seguimiento del grado de desarrollo de este objetivo, los coordinadores elaboran periódicamente el plan de trabajo del corredor objeto de su competencia. En concreto, en julio de 2022 se publicó el del eje Atlántico y en septiembre el del Mediterráneo.

El ministerio adelanta que adicionalmente a lo anterior, el Parlamento Europeo votará en sesión plenaria próximamente la propuesta adoptada el pasado 13 de abril por su Comisión de Transportes para la revisión del mencionado reglamento. En esta propuesta, indica el gabinete de Raquel Sánchez, se indica que los proyectos relacionados con la red básica deberían completarse para 2030 y que, para esa fecha, han de estar eliminados los cuellos de botella existentes y terminados los enlaces que faltan. En caso de retrasos significativos por parte de los Estados miembros, el ministerio señala que «los eurodiputados apoyan la capacidad de la Comisión para iniciar un procedimiento de infracción y reducir o terminar la financiación».

El paso dado por el Parlamento europeo clarifica el panorama y pone la pelota en el tejado francés. Si el Ejecutivo de Macron decide pasar por alto el mandato de la Cámara se arriesga a perder las subvenciones europeas para que pueda financiar sus proyectos prioritarios, como la alta velocidad del arco Mediterráneo que, ese sí, mantiene el plazo de 2030. Este también es un tema clave ratificado por la Cámara de Estrasburgo porque supone entre el 30% y el 50% del presupuesto de este tipo de infraestructuras.

El ministerio recalca que el corredor Atlántico se ha incluido en la red básica debido a que se concibe como la conexión que une Portugal, España, Francia, Alemania e Irlanda y da servicios a personas y mercancías, «por lo que es clave para el desarrollo logístico y conecta nodos urbanos». En consecuencia, al tratarse de una red básica, debería estar finalizada dentro de siete años por mandato de la UE.