Francia ha realizado más denegaciones que traslados de presos de ETA cerca de Euskadi

Davo les aseguró que el Gobierno de Enmanuel Macron no se ha saltado «ninguna línea roja» en el traslado de la veintena de reclusos que ya se ha llevado a cabo a cárceles cercanas a Euskadi como son las de Mont-de-Marsan y Lannemezan, que se encuentran a 135 y 200 kilómetros de distancia de la frontera con Irun. En la actualidad, medio centenar de reclusos de la banda terrorista ya disuelta cumple condena en Francia. Todos y cada uno de ellos han solicitado, de manera individual, acogerse a la medida acordada por el Gobierno francés y en sus peticiones indicaban ser acercados a los centros penitenciarios de Bayona y Pau, pero no ha sido aceptado y se ha optado por prisiones algo más alejadas.

En el caso de los miembros de la dirección de ETA, el Ministerio de Justicia francés considera que no reúnen las condiciones exigidas a las que se comprometieron para iniciar los acercamientos que lleva aplicando desde comienzos de año.

Covite había solicitado a Davo un encuentro el pasado mes de agosto para pedirle explicaciones porque entre los acercados entendían que existían reclusos con condenas por delitos de sangre, así como otros con causas pendientes con la Audiencia Nacional, lo que a juicio de las víctimas, suponía el incumplimiento de los compromisos adquiridos seis meses antes con el Gobierno de Macron. A primeros de año, las autoridades francesas, en virtud de la interlocución abierta con los cargos electos de todos los partidos de Iparralde, acordaron iniciar acercamientos de presos de ETA.

Entre los requisitos para poder acceder a estos movimientos, se les requiere también mantener un buen comportamiento en prisión. En ese sentido, entre los internos de ETA en Mont-de-Marsan y Lannemezan se ha reforzado la vigilancia para poder verificar que no protagonizan comportamientos «conflictivos» dentro del centro penitenciario. A estos presos se les ha advertido de que en caso de detectarse una actitud «inadecuada» se tomarán medidas para su regreso a la prisión de la que llegaron en su momento.

Fuentes de Covite indicaron que la reunión mantenida para conocer el desarrollo del plan de acercamiento de presos y despejar las dudas que tenían las víctimas sobre el cumplimiento de las «líneas rojas» comprometidas por el Gobierno francés, fue «muy fructífera». La magistrada les detalló que los reclusos trasladados a prisiones cercanas a Euskadi no son autores materiales de delitos de sangre, aunque sí, en algunos casos, pudieron ser condenados como colaboradores necesarios.

Las explicaciones de la jueza francesa sirvieron para tranquilizar a las víctimas y recibieron su compromiso de seguir cumpliendo lo acordado, dado que en las próximas semanas se podrían producir más acercamientos en el país galo.

Fuentes de Covite indicaron que se sintieron tratadas con «muchísimo respeto» durante la encuentro y agradecieron a Davo que se explicara y facilitara datos de modo «convincente y claro». «Es una mujer que vuelve a demostrar que es seria y que aprecia que tengamos conocimiento riguroso del tema», apuntaron.

El colectivo de víctimas del terrorismo que preside Consuelo Ordóñez no se ha mostrado contraria a los cambios que se están produciendo en política penitenciaria. En el caso de España, exige que se cumpla «la condición fundamental e ineludible de que repudien, rechacen o renieguen» de la banda terrorista, de forma «individual y clara». Frente a la exigencia de otras asociaciones que remarcan como requisitos para los traslados el arrepentimiento, el perdón y la colaboración con la Justicia, Ordóñez exige el repudio a ETA y así se lo ha hecho saber al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una carta que le hizo llegar en agosto.